Todas las entradas de: Grekosay

A todos cuantos os leo

Se inician mis mañanas leyendo,
abriendo los ojos a vuestras palabras ordenadas.
Una página que apareció de la nada
y que se ha incorporado al incio de mi día.
A vosotros mi mejor aplauso,
por permanecer en el anonimato consciente,
en la consecuencia de disfrutar de esa libertad
permanente que nos hace dignos y libres en plenitud.
A vosotros, anónimos compañeros de este gozo,
mi mañana de hoy, y la esperanza de volver a reencontraros
en ese Paraíso Perdido, donde toda palabra jamás es
fruto prohibido.
¡La Gloria! Sigue Leyendo...

Palabra arrebatada

El gozo de la palabra no se descubre en el pensamiento. La palabra que suena, que es fonema más fonema, llena de intensidad la verdadera razón de lo humano. Posibilitar un hecho tan extraordinario es considerar la naturaleza profundamente energética de lo humano. La muerte es el verdadero no decir, no pensar, no llegar al oído del otro. Por todo esto, considero vivir dentro de las sonoridades que me convierten en un simio evolucionado; prefiero ser la eterna palabra, que sin duda, no es sino otra verdad desconocida.

Hoguera de vanidades

Se supo un dios pequeño, minúsculo, incapaz de diferenciar la ética de la estética. Un hombecito gris, la fragilidad del gran escarabajo de Kafka. Jamás alcanzó gloria alguna, porque estaba condenado a ser, simplemente, un hablante, la gloria de lo que jamás soñó alcanzar.

Sangre de Cristo

Hay hombres que son metáforas de su miedo,
videntes de deidades, apocalípticos dedudores
de una fe que siempre oculta la verdad.
es en la caridad, en la fusión del amor,
en la entrega, en el fulgor que nace del hombre bueno
donde todo ser encuentra a todos los vivientes.

Lentitud, pereza y dolor

En lenguaje político cualquier cambio equivale a no mover demasiado lo anterior, dado que no es políticmente correcto. La Polis, habría exigido que las tropas regresaran con las primeras luces de la Aurora. No puede ser. De nuevo la lentitud y la pereza engolan el hecho de ser elegido por la Polis para gobernar como Tirano.

El inexistente día de hoy

Hoy es siempre…todavía. Esta frase la dijo D.Antonio Machado. Le conocí teniendo yo dieciocho años. El tiempo le preocupaba, como a un japonés su ciruelo sagrado. D.Antonio comprendió muy pronto que todo es relativo. Jamás se aferró a la desesperada necesidad de vivir muchos tiempos, sino que supo asentarse en medio de la gran llanura,

Masificación

La masa es la gratificante ausencia de un yo comprometido. Nos adentramos en la gloriosa época en la que nadie puede ser sino una parte de la inmensidad poblada de otros seres, la consecuencia de lo que Jung denominaba “el calor”. Por eso se sucederán las masacres en masa,

Budismo, política y orgullo

Nada es menos grato al estilo Budista de ver la vida, que permanecer en el Orgullo político. La necedad de quienes pretenden ser necios como método y sistema de vida y pensamiento. La política se ha convertido en el advenimiento de todo afán que nos dirige al infortunio. La consecuencia de ser, cada vez menos humanos, nos ha ofrecido una plçeyades de sonrisas budistas, de abrazos infirmes, de esperanzas europeístas…y la certeza de que, toda soledad es necesaria para reconocer el calor de los demás.

Acentos

Acentos, pobladores de cada lenguaje;
el habla de cada cual.
El animal tiene acento,
olor a perpetuidad,
a constancia y consecuencia.
La paciencia del Acento
se basa en decir de un modo peculiar:
ritmo, entonación, acento…
acentuación. ¡Callad!

Cuerpo Literario

Llamaron al Cuerpo Literario. Cuando llegó, todos le rodearon tratando de encontrar un término preciso. La duda se había extendido por todo el reino y sólo él tenía la respuesta exacta. Su importancia era vital, pues nada era posible sin su opinión precisa. Como cuerpo nunca enfermaba. Le había sido concedido el don de la eterna salud.
Alguien sugirió que quizá estaba adelgazando. Pero los más doctos entendieron que se debía a la eliminación eventual de palabras del todo innecesarias.

Ya no existen miradas

Quizá, cualquier cínico de Grecia, lo dijera de mejor forma. Sustancialmente hemos dejado de mirarnos. Es la actitud aprendida de quienes deploran el acto hermoso de reflejarse en otra pupila. Todo se reduce a un nihilismo absoluto. La integridad de un ser, ya no se mide por su mirada (espejo del alma), sino por la profunda espontaneidad con la que se ausenta de la realidad; de la vida.

¿Quién arrebató el misterio?

Nada es ya preguntado, ni sentido, ni buscado.
El Misterio, roto por la iniquidad de los poderosos,
ha sido arrebatado a la bondad del hombre.
Las noches se han convertido en luces condenadas,
las calles, pobladas de seres, son la alfombra de la soledad.
Nadie supo, ni sabrá…quién fue capaz
de tal acto.
¿Quién arrebató el misterio?
Mirad al poderoso guardián, al Cancerbero.

Barco fluvial

Se deslizaba sobre el río empujado por grandes palas. El olor a humo de carbón ocultaba la luz. En medio de esa mezcla de humo y vapor de agua sacó su sombrero de la maleta, se lo colocó con cuidado y ajustándose los guantes se preparó para descansar.

Palabra muda

Voz quebrada. Nada suena a palabra.
Todo presupone que estamos, pero
no es verdad, o al menos…no sonamos
a palabra.
Palabra muda, quehecer de silencio,
búsqueda de la brevedad de un algo
esencialmente silencioso: no tener voz.

Alejandría

Alejandría, expansión de luz, luminaria.
¿Por qué atrapaste el alma del poeta?
¿Por qué jamás preguntas?, Alejandría.
La rosa del desierto se desgarra en mil pedazos;
cristales de agua y polvo del desierto.
Pírámides con cúpulas doradas,
y siempre el amor, como rosas encendidas.

La última Selva

Humo tras las altas palmeras. Humedad que se agolpa con el calor trepidante del humano. Corta y rinde culto al dinero atrapando el alma de los árboles. La última Selva tiene nombre de Humanidad, de ceniza agostada, de caluroso encuentro con lo que antes fue. Me lo dijeron y no lo supe contar; existió, no sé dónde.

La extrema delgadez

Comió casi sin darse cuenta. En la obscenidad de su diminuta boca la manzana suponía la deglución del universo. Ella se suponía esbelta y ágil y dúctil y malvada. Decidió que comer era insano, casi una provocación a la pureza intestinal. Asumió ser extremadamente delgada, imperceptible al mundo, inadvertida para sus sábanas. Ella

Elogio del Ojo

Inadvertidmente llevó su mano al ojo y se rascó con suavidad. Sintió que la estancia se acomodaba a su visión única, y procuró sentir la caricia de los párpados sobre la cara. ¿Dónde estaba ahora? Se fijó en la mesa y descubrío que parecía más grande, deformada, oblonga.

Borges rompió el espejo

Los cristales esparcidos reflejaban sus zapatos limpios, lustrosos. Al fondo una voz reclamaba su derecho a mirarse en el espejo, pero su presencia, enfatizándolo todo, lo impedía. Borges, aclamado por su oscuridad, había roto el único espejo de la casa con un martillo de partir nueces. La oscuridad era total. Los zapatos brillaban en el suelo. La voz clamaba en el pasillo, mientás él…no dejaba de preguntarse si Alef era la primera letra del alfabeto de su sopa.

Intimidad

Hoy escribo desde la dimensión de muchos sentires. La letra se vuelve menuda y mi pluma se escapa del interlineado. Hoy tratro de expresar algo diferente. Ha venido a verme. Es callado, pero se insibnúa en cada movimiento, como si se tratara de una caña agitada por el viento. Me mira. Me observa. Calla. Está. su presencia, evocadora de cualquier goce, se inhibe trasteando con los dedos sobre la mesa llena de cigarrillos. Una vez más he vuelto a equivocarme.