Se inician mis mañanas leyendo,
abriendo los ojos a vuestras palabras ordenadas.
Una página que apareció de la nada
y que se ha incorporado al incio de mi día.
A vosotros mi mejor aplauso,
por permanecer en el anonimato consciente,
en la consecuencia de disfrutar de esa libertad
permanente que nos hace dignos y libres en plenitud.
A vosotros, anónimos compañeros de este gozo,
mi mañana de hoy, y la esperanza de volver a reencontraros
en ese Paraíso Perdido, donde toda palabra jamás es
fruto prohibido.
¡La Gloria!
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Palabra arrebatada
El gozo de la palabra no se descubre en el pensamiento. La palabra que suena, que es fonema más fonema, llena de intensidad la verdadera razón de lo humano. Posibilitar un hecho tan extraordinario es considerar la naturaleza profundamente energética de lo humano. La muerte es el verdadero no decir, no pensar, no llegar al oído del otro. Por todo esto, considero vivir dentro de las sonoridades que me convierten en un simio evolucionado; prefiero ser la eterna palabra, que sin duda, no es sino otra verdad desconocida.
Hoguera de vanidades
Sangre de Cristo
Lentitud, pereza y dolor
En lenguaje político cualquier cambio equivale a no mover demasiado lo anterior, dado que no es políticmente correcto. La Polis, habría exigido que las tropas regresaran con las primeras luces de la Aurora. No puede ser. De nuevo la lentitud y la pereza engolan el hecho de ser elegido por la Polis para gobernar como Tirano.
Dolor y sacrificio
El inexistente día de hoy
Hoy es siempre…todavía. Esta frase la dijo D.Antonio Machado. Le conocí teniendo yo dieciocho años. El tiempo le preocupaba, como a un japonés su ciruelo sagrado. D.Antonio comprendió muy pronto que todo es relativo. Jamás se aferró a la desesperada necesidad de vivir muchos tiempos, sino que supo asentarse en medio de la gran llanura,
Masificación
Budismo, política y orgullo
Nada es menos grato al estilo Budista de ver la vida, que permanecer en el Orgullo político. La necedad de quienes pretenden ser necios como método y sistema de vida y pensamiento. La política se ha convertido en el advenimiento de todo afán que nos dirige al infortunio. La consecuencia de ser, cada vez menos humanos, nos ha ofrecido una plçeyades de sonrisas budistas, de abrazos infirmes, de esperanzas europeístas…y la certeza de que, toda soledad es necesaria para reconocer el calor de los demás.
¿Quién nos habla?
Acentos
Levedad virtual
En honor a vosotros
En tus manos
Cuerpo Literario
Llamaron al Cuerpo Literario. Cuando llegó, todos le rodearon tratando de encontrar un término preciso. La duda se había extendido por todo el reino y sólo él tenía la respuesta exacta. Su importancia era vital, pues nada era posible sin su opinión precisa. Como cuerpo nunca enfermaba. Le había sido concedido el don de la eterna salud.
Alguien sugirió que quizá estaba adelgazando. Pero los más doctos entendieron que se debía a la eliminación eventual de palabras del todo innecesarias.
Ya no existen miradas
Quizá, cualquier cínico de Grecia, lo dijera de mejor forma. Sustancialmente hemos dejado de mirarnos. Es la actitud aprendida de quienes deploran el acto hermoso de reflejarse en otra pupila. Todo se reduce a un nihilismo absoluto. La integridad de un ser, ya no se mide por su mirada (espejo del alma), sino por la profunda espontaneidad con la que se ausenta de la realidad; de la vida.
¿Quién arrebató el misterio?
Nada es ya preguntado, ni sentido, ni buscado.
El Misterio, roto por la iniquidad de los poderosos,
ha sido arrebatado a la bondad del hombre.
Las noches se han convertido en luces condenadas,
las calles, pobladas de seres, son la alfombra de la soledad.
Nadie supo, ni sabrá…quién fue capaz
de tal acto.
¿Quién arrebató el misterio?
Mirad al poderoso guardián, al Cancerbero.
Inmensidad del Silencio
Barco fluvial
Palabra muda
Duda
Alejandría
La última Selva
Humo tras las altas palmeras. Humedad que se agolpa con el calor trepidante del humano. Corta y rinde culto al dinero atrapando el alma de los árboles. La última Selva tiene nombre de Humanidad, de ceniza agostada, de caluroso encuentro con lo que antes fue. Me lo dijeron y no lo supe contar; existió, no sé dónde.
La extrema delgadez
Comió casi sin darse cuenta. En la obscenidad de su diminuta boca la manzana suponía la deglución del universo. Ella se suponía esbelta y ágil y dúctil y malvada. Decidió que comer era insano, casi una provocación a la pureza intestinal. Asumió ser extremadamente delgada, imperceptible al mundo, inadvertida para sus sábanas. Ella
Elogio del Ojo
Pseudopoemario
No se me ocurre nada
Corazón de viento
Borges rompió el espejo
Los cristales esparcidos reflejaban sus zapatos limpios, lustrosos. Al fondo una voz reclamaba su derecho a mirarse en el espejo, pero su presencia, enfatizándolo todo, lo impedía. Borges, aclamado por su oscuridad, había roto el único espejo de la casa con un martillo de partir nueces. La oscuridad era total. Los zapatos brillaban en el suelo. La voz clamaba en el pasillo, mientás él…no dejaba de preguntarse si Alef era la primera letra del alfabeto de su sopa.
Intimidad
Hoy escribo desde la dimensión de muchos sentires. La letra se vuelve menuda y mi pluma se escapa del interlineado. Hoy tratro de expresar algo diferente. Ha venido a verme. Es callado, pero se insibnúa en cada movimiento, como si se tratara de una caña agitada por el viento. Me mira. Me observa. Calla. Está. su presencia, evocadora de cualquier goce, se inhibe trasteando con los dedos sobre la mesa llena de cigarrillos. Una vez más he vuelto a equivocarme.