Entro en “La Bóveda” catalana. Hay que ser muy bravo para hablar normal y en verdadero español aquí en “La Bóveda” catalana y pedir una sangría a la madrileña. Sí. Sangría a la madrileña como las que bebía en “Sésamo” de Madrid. El camarero catalán se me queda mirando. Le repito, en verdadero español, que lo que quiero es que me sirva una sangría a la madrileña. Me la sirve sin rechistar mientras en la calle corre el agua pues está lloviendo…
A mi lado, un grupo de catalanistas independentistas están hablando en pésimo catalán. Entiendo algunas palabras sueltas. Deduzco fácilmente que no tienen casi ni idea de lo que es el idioma catalán. No comprendo por qué se dicen independentistas y, a la vez, hablan tan pésimamentre el catalán. Así de ignorantes son.Sigue Leyendo...
Vino que me estas matando
Que estas acabando
Con mi juventud
Yo quisiera haberte sido infiel
Y pagarte con una traición
Eres como un espinita
Que se me ha clavado
En el corazón
Vino que me estas
Matando que estas acabando
Con mi amor
Cuando creía que iba a recibir el golp e definitivo, algo me lo impidió; la cárcel- Y os quieero contar el motivo por el que fui a la cárcel ya que creo, os puede advertir y enseñar.
A un compañero y a mí nos dieron el alta del psiquiátrico. La asistente social nos proporcionó el dinero suficiente para llegar a nuestras casas, pero con este dinero lo que hicimos fue comprarnos pastillas y cerveza. No que decir tiene que por la tarde él y yo ya estábamos en otro mundo. Pero teníamos un problema que resolver ¿cómo regresar a nuestras casas?.Sigue Leyendo...
En la parte final de mi caída en picado, experimenté el toque de esas fuerzas invisibles y bajé hasta su área de acción.
Claro, por aquél entonces no sabía darle una explicación correcta a esas experiencias…
Un día estando solo en el calabozo, tumbado en la cama, sentí que alguien me agarró muy fuerte, cerró mis ojos y comenzó a darme sacudidas. Intentaba abrir mis ojos y liberarme de ese alguien que me sujetaba pero no podía.
Llegó la Navidad. Los días de fiesta me quedaba tumbado en la cama. Los viejos jugaban a las cartas, otros preparaban la comida etc. La diaconisa me había regalado el libro La Cruz y el Puñal de Nicky Cruz y lo estaba leyendo. La lucha tan fuerte que tenía para no beber no me permitía concentrarme y dejé de leer.
En uno de los días de las fiestas, tuve una rara experiencia sobrenatural. Tumbado en mi cama, despierto, con los ojos cerrados, comencé a ver una película. Era de noche y en el cielo se estaba librando una batalla campal; Sigue Leyendo...
Si hasta entonces hubo alguien que me retuviera, ahora no. No tenía ningún sitio donde volver, ni de donde salir, sólo existía el vacío.
Frente a este vacío, al principio no sabía qué actitud tomar. Mi madre había sido la única persona a quién yo le importaba y ahora estaba muerta. En realidad fue la primera muerte que me importó, ya que la muerte de ese hombre llamado “padre” no me afectó en absoluto. Sentí la desolación a mi alrededor, aunque aparentemente había huido de mi madre yéndome al mar, aún allí, yo sabía que alguien me esperaba siempre con la puerta abierta. Sigue Leyendo...
Del correcional no salió el mismo Olavi que había entrado, sino que en él quedó parte de su inocencia y sensibilidad. El correccional me arrancó de mi casa, de mi ciudad y de los ambientes conocidos y seguros aunque peligrosos. Al salir me sentía más fuerte e independiente para hacer lo malo. Había aprendido a luchar por mi puesto en el fango. Si los demás no se animaban a cometer algún delito, lo hacía yo solo. No necesitaba de la fuerza del grupo.
Aquí empezó la reeducación en un centro. No reprocho a la sociedad, comprendo que algo tenían que hacer y dentro de las inadecuadas soluciones el correccional era la menos mala.
Un correccional de los años 60 era muy diferente a los de hoy en dia. La psicología que se aplica actualmente hace a estos centros más humanos, pero esa psicología no se había desarrollado en mis tiempos. Las costumbres eran del tiempo de los zares. Era un paso intermedio entre la cárcel y un Centro de Protección de Menores.
Todas las cosas que me sucedieron durante estos trece años fueron moldeando mi vida. Una de las consecuencias más fuertes fue la vergüenza que sentía de mí mismo. !Qué gran poder destructor tiene este sentimiento!. Va matando tu “yo”, minando tu conciencia y, aunque te gustaría caminar con la cabeza alta, mirando con valor y sinceridad a los demás, no te deja, te obliga a agacharla. Es como una mancha invisible pero real en tu interior, sobre todo cuando estás con los “mejores”. Esa vergüenza que sientes te rompe, hace que tus manos tiemblen, tus ojos pestañeen y tu corazón lata más deprisa. Sigue Leyendo...
Una fuerte tormenta que a su paso cambia la naturaleza puede comenzar con una suave brisa, así ha cuedido en la historia de la humandiad. !Cuán pequeñas han sido las chispas que han encendido grandes fuegos!. Pero, entre los hombres, también unas pequeñas casualidades hacen que unos suban a la cumbre y otros bajen a la miseria.
Así sucedió en mi vida. Pequeños pasos me fueron conduciendo en una nueva dirección. Hoy veo que en esa lucha interior tan fuerte que tuve en la cárcel, me estaba preparando para un encuentro que, en realidad, era la respuesta a ese anhelo de limpieza que había permanecido debajo de esa capa de inmundicia. Sigue Leyendo...
Estaba claro que yo deseaba comenzar una nueva vida. Mi lucha principal era mantenerme sobrio, algo imprescindible para seguir viviendo.
Estando en la cárcel indagué sobre el porqué de muchasa cosas y comprendí que el problema no era sólo el alcohol y las drogas, sino necesidades más profundas; pero como no encontré respuestas a esas necesidades, me quedé en la mitad del camino de mi búsqueda.
A los trece años el “rey” comenzó a hacerme compañía. El día y el momento no lo recuerdo pero sí el tremendo sentimiento de fiesta que lo acompañó. Me sentía bien, seguro y muy valiente. Lo que nunca había tenido me dio el rey. Crecí en su compañía y pasé a ser hombre congeniando rápidamente. Me entregué a él sin condiciones, él decidía sobre mí en todo. Cantando, achispado, con valentía, iba yo con mi rey, el alchol pero cuesta abajo.
Los años iban pasando y la flecha que había salido en dirección equivocada seguía su trayectoria. Antes de cumplir los 20 años había comenzado mi última etapa, una etapa de caída en picado que presentía culminaría con mi destrucción final. Y después ¿qué pasaría?.
Mi cabeza no daba para más, pero sí intuía que algo oscuro me estaba esperando, algo que me aterrorizaba.
No tenía ninguna “doctrina”, ni correcta ni falsa en la cual refugiarme, cuando la oscuridad de esa gran desconocida, la muerte, se acercara. Vivía como si fuera mi último día. Puedo comprender cómo se pueden sentir los pasajeros de un avión a los cuales les comunican que el avión caerá y se destruirá.Sigue Leyendo...
Y aquí me hallo de nuevo
con mi pequeña tragedia entre manos,
un pequeño pozo en el camino, y ya
no importa demasiado. Quiero caerme
mil veces más, para ver cuanto más
me podré levantar.
Hoy hace un año erase el amor y hoy lo mate……-alguien dijo erase una vez el amor y lo mate- no sé quien pero el caso es que he seguido su ejemplo… DUELE….si te lo preguntas DUELE y no lo niego
Duele, si…..recordar; duele, y es que el hecho mismo de que estemos vivos no hace doler el alma.
Respirar senos hace agotador y por más que respiremos profundo nos ahogamos en nuestros pensamientos
Para náufragos del mar Existen flotadores, rescatistas para perdidos en los bosque y montañas pero no existe nada para los que nos perdemos en nuestros sentimientos; nos ahogamos en ellos y finalmente perdemos como cualquier naufrago de océano o extraviado del monte, algún norte a dónde dirigir nuestras ideas finalmente estos nos poseen y nos encierran en una sin fin de preguntas y posibilidades acerca de la vida y el porqué de las cosasSigue Leyendo...
Dia 20 de junio de 2008. Quito. Carla ha terminado sus estudios de secundaria y hoy se ha graduado como bachiller. Hemos estado toda la familia reunida en torno a ella y ha sido un acto lleno de emociones, sonrisas y lágrimas amorosas, donde la espontaneidad de la alegría ha sido inmensa. Después, la fiesta ha continuado a partir de las 8 de la noche en casa donde hemos cenado y nos hemos divertido absolutamente todos. Ella con sus padres, su abuelita, toda su familia ecuatoriana y una gran multitud de amigos y amigas con los que ha salido ya para pasar sus merecidas vacaciones en la playa de Castelnuovo, en las costas esmeraldeñas, en el chalecito que la abuelita Lucy les ha prestado por una semana. Sigue Leyendo...
Hoy, un domingo más de esos que se acumulan en el sentimiento de la vida, un domingo que circula llenando el equipaje de las emociones para sentirse, cada vez más, un poco más acá de los corazones humanos… he tenido una visita llena de sorpresas relativas. No es que no esperes la llegada del ser humano tan diferente como lo imaginas pero sí… cuando alguien a quien no ves desde hace tiempo de pronto te visita para pasar un fin de semana a tu lado siempre hay sorpresas relativas que descubres al mirar a los ojos a esa persona y verlos llenos de alegría y de objetivos para un mañana mejor.Sigue Leyendo...
después de muchos años e descubierto que me mueve es la escritura la facilidad de las letras y su coneccion con las palabras, adoro esta vida sumergida en párrafos y signos de gramática….una vez mas la sombra galopa sobre la escritura y lo oscuro de la vida diésel amigo espero volverlo a encontrar saludes a todos !!!
Es necesario tener miedo, a veces lo tengo. Otras veces me auto engaño, y a veces el propio auto engaño me impide verme engañándome.
A veces tengo miedo al miedo, otras veces no tengo miedo al miedo. Hay veces que me asusto por cualquier cosa, ¡ a veces!.
Son pocas las veces que veo claro lo que quiero, algunas veces se pasa mal, porque veo que a veces he de decidir y no lo tengo claro, ¡a veces me pasa !. Muchas veces me contradigo, a veces.
Muchas veces me quedo bloqueado, sin saber que hacer, muchas veces. ¿si fuesen pocas?… ¿si fuesen menos veces? ¿Y si a veces no me contradijese?Sigue Leyendo...
Actualmente se habla mucho de la influencia que tienen las raíces del pasado en la vida de las personas. Quizás los sabios hablan demasiado, pero una cosa sí que es verdad: “lo que de pequeño comes, de mayor lo vomitas”. Cuando nos mudamos del puerto a la ciudad me sentí como un niño dando pasos de adulto, dejé atrás la infancia pero el niño siguió en mí.
¿No se me habrá quedado tal vez a medias el vivir la niñez?. Bueno, eso sería buscar el porqué a esas preguntas que nunca tienen respuesta. La verdad es que el niño que había en mí me acompañó demasiado lejos. Sigue Leyendo...
En el bar de la plaza estás tú, princesa, al otro lado de mi sentimiento y yo escribo dos simples líneas en mi Diario, llenas de esperanza y un gran sentir de ilusión y magia: “Tu mirada es aquel camino que encuentro en cada segundo de esta solitaria esquina del bar donde se acumulan los pensamientos aherrojados como pétalos de ideas”. Dos líneas completas en mi Diario, surcadas por el oleaje del café que mueven mis recuerdos en torno a ti que estás al otro lado del bar, entre mujeres olvidadas, soñando con no sé cual misterio de alguna palabra mía. Quizás solo sean las intencionalidades sin final de la palabra “Amor” o quizás sean las circunstancias paradójicas de mi palabra “Sueño”; pero sé que ambas forman una sola sílaba que yo escribo. Una sílaba compuesta por Amorsoñado o Sueñoamado que, en definitiva, son la misma definición que sale de mi interno/tierno/eterno corazón. Tu dulzura está aquí, en el interior de mi cuerpo, en forma de mujer… y las otras, las otras mujeres, sólo son unos olvidos que naufragan en el oleaje de mi café. Sigue Leyendo...
Aquí vive nuestro amigo Eduardo Herdoíza con su fiel esposa Fanny de Herdoíza y sus hijos. Recuerdo la Casa de Campo de Madrid, exactamente el Barrio de El Batán. Eduardo Herdoíza ha comprado un balón de fútbol totalmente pinchado. Alguien le ha dado “el truco del almendruco” diciéndole que el fútbol-sala se juega con balones desinflados. El caso es que yo se lo advertí. !Que no, Eduardo, que al fútbol-sala se juega con balones inflados y no pinchados!. Y él erre que erre hasta que el balón… !pum!… en tres o cuatro patadas que le damos queda totalmente inservible y vuela como un globo de esos que regalan en El Corte Inglés. El balón hace !fuuuu! y vuela pinchado hacia cualquier parte menos a la que debe ir. Algún listo ha engañado a Eduardo… y yo venga a reír que es para partirse de risa y no enfadarse.Sigue Leyendo...
El sol brilla sobre el mar con un amarillo intenso que hace que el oleaje sea suave y refrescante. Estamos en Machala, ciudad del sur de Ecuador, capital de la provincia de El Oro, situada cerca de la desembocadura del río Jubones, en la costa del Golfo de Guayaquil. Es esta ciudad un próspero centro comercial de rica agricultura (plátanos, cacao, café y curtidos de cuero). Hemos tomado ya el café y el yate espera mirando hacia el Canal de Jambelí.
Pronto subimos al yate y nos ponemos a navegar por las aguas del Océano Pacífico. Vamos hacia la isla de Jambelí, donde Vinicio, un amigo de mi suegro Armando, posee un pequeño islote. En este Canal del Océano Pacífico, se encuentra la isla de Puná donde se radica el tráfico marítimo del Puerto de Guayaquil. Sigue Leyendo...
Te busco y estás en mí. Te encuentro tan dentro de mi alma que eres y formas parte intrínseca de mi propio yo. Eres la que conduce mi mente hacia las riberas del sueño y la que me despiertas al alba. Amaneces siemrpe en mis entrañas y estás tan unida a mi yo que eres mi propio yo. Te busco y estás en mí, tan en mí, que somos una sola identidad personal. Eres la que conduces mis pasos y la que, saliendo de ti vuelvo a entrar dentro de ti. Sin más premisas ni rodeos, jamás te pierdes de mi lado porque estás, precisamente, dentro de mí desde el mismo día en que naciste. Tan dentro que eres mi yo reflejado en tu yo: o sea el doble yo de mí mismo. Sigue Leyendo...
Porque aún conservo, dentro de mis mil conciencias, los veinte poemas de amor de la tarde en que besé tu boca y aquella canción desesperada en el nocturno soportal, bajo la luna, con unas cuantas estrellas brillando en medio de aquel caliente agosto de Madrid… Y comenzó a nublarse el cielo. Después llovía. La lluvia traía aquel olor a flores del parque del Paseo del Pintor Rosales donde habíamos compuesto una sinfonía de miradas hondas y profundas en medio de la conversación de nuestros miles de mundos fantasiosos. Hoy es lunes. Tengo mi Diario abierto y escribo en él tus sentires dentro de mi alma. Por eso y por mucho más todavía estoy luchando en medio de la pertinaz batalla con las palabras y los sintagmas del corazón dando vueltas y más vueltas alrededor del universo de las expresiones. Sigue Leyendo...
Jesús Lloréns me dice que ya ha terminado su periplo por aquí. Me ruega que vaya con él a sus misiones. Yo le agradezco la oferta pero le digo que no; que mis Sueños y mi Destino son otros. M epregunta cuáles son esos Sueños y cuál es ese Destino. Sonrío. Sólo le digo que mi próximo sueño es visitar Madagascar pero que no tengo ni un céntimo en el bolsillo. Jesús me dice que espere sólo una hora. A la hora exacta, minetras yo sigo sentado en el malecón de Port Elizabeth mirando al mar, apareece Jesús y me entrega un billete de barco y un buen fajo de billetes de euros. No sé cómo se lño voy a devolver pero él me abraza amistosamente y me indica que no es necesario, que ya le he dado yo mucho más a él. No lo entiendo del todo, pero solo guardo silencio… y Jesús monta en su bicicleta rumbo a Kimberly. Sigue Leyendo...
Nos vamos rápidamente hasta la ciudad de El Cabo. Dos hechos dominan la historia colonial del África austral: por una parte, la instauración, muy temprana, de sociedades racistas; por otra, el empuje histórico hacia el norte, partiendo de El Cabo, movimiento que los portugueses intentaron frenar en vano. ¿De quiénes estoy hablando mientras engullo un buen plato de lentejas mientras Jesús Lloréns decide ayunar como penitencia para purgar cierto pecado inconfesable que no me quiere decir y del cual yo no deseo saber nada pues sólo me interesa comer, por fin, algo caliente como este plato de lentejas?. Estoy hablando de los boers. Sigue Leyendo...
Y estoy con mi silencio contando esas miles de horas que he pasado en aquellas calles del hambre, del frío, de la soledad… y estoy con mi silencio contando esas miles de estrellas nocturnas que me acompañaron en el hambre, en el frío, en la soledad… y estoy con mi silencio contando esos sueños que viví en el hambre, en el frío, en la soledad… y estoy con mi silencio contando esos cuentos con los que lloré en mi hambre, en mi frío, en mi soledad… y estoy con mi silencio contando esos poemas con los que grité a mi hambre, a mi frío, a mi soledad… Sigue Leyendo...
A mí, que pertenezco a un pequeño rincón llamado Universo, !me dueles en el corazón España!. España, mi pequeña patria, me dueles… me dueles en el corazón. Y mi sangre roja se derrama en tus fuentes, en tus ríos, en tus playas, en tus mares… !hoy me dueles en el corazón España!. Y yo, que sólo soy un minúsculo habitante del Universo me levanto del suelo para decirte !levántate España!. No te hablo, España, de ninguna ideología… te hablo desde la idea libre, desde el sentimiento liberado por Jesucristo. !Me dueles en el corazón España!. Pero sé que ya el amanecer trae consigo la rotura de las cadenas de toda tu historia, pequeña patria mía, y que se está pronuciando el sentir. Sigue Leyendo...
Por culpa de las murmuraciones, iniciadas por una persona ecuatoriana de la cual no quiero ni deseo decir su nombre, María Augusta se ha enfadado y ha decidido dejarme solo. Se retira. No quiere seguir escuchando mentiras. Y lleva razón. Ella es sólo una amiga y compañera de trabajo y seguimos manteniendo un sincera amistad. En el momento en que decide dejarme solo me llama mi esposa Liliana (Lina la llamo yo en momentos poéticos o cuando me da la gana pese a quien pese y sé por quién lo digo), para decirme cómo estoy. Me encuentro mal por las murmuraciones pero completamente bien en todo lo demás. !Tranquilo, Diesel, tranquilo! me dice ella… y sigue tu camino sin dar importanica a eso. Yo sé perfectamente que nunca la he engañado ni nunca jamás lo haré pues la amo hasta la Eternidad. Sigo adelante. Sigue Leyendo...
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