Dices ¡si! , aunque bien sabes que es ¡no!
Con mi amor quiero calmar tus miedos
Con mi cariño quiero y deseo sacar ese dolor
Que como puñales ardientes y envenenados llevas clavados en tu joven y bello corazón.
Contra la muerte te has enfrentado contra tus fantasmas no dejas de luchar.
En silencio y sin que nadie te vea, lloras tu desconsuelo
Deseas gritar, tu ira saciar y quitarte ese sentimiento de culpabilidad
Y aun así te reprimes en tu soledad.
Quieres olvidar, dejar de luchar, pensar que no todo el mundo es igual
Pero contra tus fantasmas no dejas de luchar.Sigue Leyendo...
Échate sobre mi pecho
Úsalo como almohada
Reposa tu cuerpo en mí
Como si fuese yo la cama.
Acomódate a tu semejanza
No soy blanda, y si dura,
Incómoda, tal vez un poco,
Aunque luego te acostumbras.
Mira a ver si te gustan
Las sábanas color carne
Esas que nunca se quitan,
Y que siente otras carnes,
Suaves, transpirables,
Sensibles y delicadas.
Voy a modificar cada movimiento
de una forma tan continua y suave
que no podrás recordar cada paso que dí
y sin embargo no olvidarás la evolución de tu sentimiento.
Soñarás con nuestros acoplamientos
vibrarás hasta volver a sudar
tendrás que levantarte
Salir……
Tendrás que dejar de pensar
volverás……
Rezaba en la escuela en los meses de mayo.
La maestra absorta dejaba los ramos
de margaritas o claveles o flores robadas,
sobre un altar de caja de cartón forrada.
Dios está presente, y lloraba.
Dios nos mira y es hombre
y callaba. No tuvo la maestra ni hombre
ni nada. Su dios de cartón en mayo la consolaba.
a mi se me fue volando ese dios que hablaba,
que miraba a todos, que nos aoscultaba.
A mi se marchó y no vino. Se hizo de nada.
La maestra, en Mayo, de dios se llenaba,
como una vírgen pura,
como una mañana.
Hoy no tengo tiempo de dioses,
ni cajas, ni cartón, ni madera,
ni lata…
no tengo tiempo para robar flores
ni orquestar orgías de oraciónes falsas.Sigue Leyendo...
Me decía el otro día,
la rubita del tercero,
que se ve mu entrestecida
por las penas del amor.
Que le pasa y no le pesa,
de los pies a la cabeza,
un ardiente llamarada
que le abrasa el corazón.
Recia, rubia y altiva,
con la sola expectativa
de evitar la insana tala.
Tita Cervera Gana,
ese decir popular:
¡Que viva otra vez la Pepa!
Cadenas de oro la amarren
al platanero más alto,
que ya conoció lianas y tarzanes.
Consentir estos desmanes es desmesura,
la espesura del paseo es para el pueblo
y para el árbol y el Museo,
que con todo gana algo.
Quisiera entrar en la cárcel de tu cuerpo
Meterme en la celda de tus ojos
Y ponerme entre rejas de tus besos.
Que tu voz sea el juez de mis oídos
Escuchando mí sentencia
Y en el banco de la espera
Estaré sentada a tu llamada.
Que mi testigo se sienta conmigo
Ésta locura que me acompaña
Y a la hora de un veredicto
No me quede libre de tu abrazo.
Palabras encadenadas. Ventanas cerradas.
No quiere mirar. Le asusta su cara.
No alcanza a soñar. encadenada de su mente.
Inocente en la cuchara. No para de ver gente.
La tele la ampara.
Palabras de grifo. Gotas de agua.
La lluvia en la calle. Su talle engrosado.
Vuelo de globo. Bobo su despertar.
No sabe soñar.
Como cambiamos nuestro andar
cuando sabemos que vigilan nuestros pasos
que llegan tardíos
construidos durante siglos
descompensando los caminos
de aquéllos que creían saber.
Como modificamos la velocidad
para poderles entender
acoplamos sin dificultad
cada parte de forma individual.
Sentado sobre mi fría mesa
escribo palabras sin sentido
escondido de ella,
de la mujer a la que no amo.
Escribo sobre el amar y su existencia,
¿realmente es cierto?
Yo nunca lo he hallado, ¿podré ahora?
…
Sin imaginarme nada, sin soñar
observé desde mi ventana
una luz que me cegó,
en ella, observe su pálida cara
con sus ojos blancos
y cabellos quemados.
Ahí la vi, en una noche de primavera
y desde entonces la siento,
en mis imaginaciones,
algo nuestro.
La fruta nació de la voluntad de los dioses
por transformar las piedras preciosas en comestibles.
Preciados tesoros, colores, texturas…
la vida en un puesto de fruta y verdura.
Algo me despierta, con esas inquietud del nuevo día.
Alguien me recrimina que es tarde,
el cansancio me domina y no hay aire.
Las cadenas de la monotonía son presagio de
un nuevo día.
Renuncio a ser reconocido
y me desvanezco entre la música y el caminar corriendo.
Autobuses cargados de despiertos o dormidos,
ateridos por el mismo frío interior de ser existencias
viajeras, de ída y vuelta.
La puerta abierta y el vacío acaba.
Ojos de tristeza .
Ojos de desconsuelo .
Corazón al descubierto.
Con mis dedos, tus lágrimas seque.
Con mis palabras te consolé.
Con mi corazón te comprendí.
Con un abrazo y calor de mi pecho
Tu tristeza y desconsuelo calme.
Te imagino detenido frente a mí
Imagino e dulce sabor de tus labios
El aroma y suave tacto de tu cuello
El tacto de tu cabello enredarse entre mis dedos.
Me imagino besar tus labios
Apartar con mis manos tu cabello de tus hombros
Y besar suave y dedicadamente tu cuello.
Recorrer con mis labios minuciosa, sutil y dulcemente cada parte de tu hermoso cuerpo.
Despacito, suave e intensamente cada milímetro de tu cuerpo tocare.
Con mis manos y mis dedos lentamente desnudare.
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