Vida humana (de María del Carmen Piñas Saura)

“La vida humana es la entrada a la máscara. La vida, el mundo, lo que hace del hombre que sea hombre no es, como se piensa, revelarlo y realizarlo, sino taparlo; taparlo hasta destruirlo como dijo Ramón Gaya. Ante esto María Zambrano propone una utopía irrenunciable: el desprendimiento de todas las máscaras. El desenmascaramiento del personaje hacia la persona, Asumir la vida que nos tocó vivir.

Y cuando se asume de veras, entonces hay que inventarse a sí mismo, crearse rehaciéndose. Esto supone rescatar la esperanza de la fatalidad, pasando por la cuesta de la memoria. Traer a la luz el logos sumergido de lo olvidado. Acción ética, verdadera; vencer esa oscura resistencia que el hombre ofrece a la luz y todo ello a través de su historia y de su soñar. Nacer a sí mismo como persona donde el corazón simboliza la indecible profundidad del hombre interior. Sigue Leyendo...

Paseo

Esta noche, casi sin pensarlo, he decidido caminar un poco por las soledades de Santa Maria La Rivera. Debes estar loco, me reprende un condiscípulo allegado. Voy, le digo, a buscar algo importante; pero el no cree que a estas horas y en estos parajes se encuentre ahora algo importante. Hay un poco de niebla y el frío se siente en los miembros como una masa pegajosa que no te deja mover; camino, lentamente camino y la masa pegajosa adhiriéndome al piso, limitando una serie de pasos que me llevan dos metros más allá de mi ubicación. Sigue Leyendo...

El,el Sol

El hecho de..que tu piel brille,
al reflejarse en ella el Sol,
no es sino un aprueba mas,
de,que si existe un Dios…
…Habita en nuestro interior

*Pensamiento meditado,en un banco de la ciutadella,con un sol primaveral de lujo y una suave brisa,un martes por la mañanita..¿se puede pedir mas?..
Si!Me gustaria vuestros voremicos versos,para el final de esta reflexión

De Rimbaud a Anaxágoras pasando por Leibniz, Lezama y Neruda

Rimbaud decía: “No se representan las cosas al describirlas sino que se logran, se las hace trazar unas formas, porque el mundo está por crearse”. Hay resonancias sufistas en las metáforas que nacen de las luces del alma, meditaciones sobre heridas aún no suficientemente cerradas, fisuras por las que el yo de los voremios y las voremias respiran en el ejercicio de un saber algo más sobre sus almas. Leibniz, que fue el “último pitagórico” de los filósofos modernos, significaba a la experiencia como un conocer padeciendo, un entender sintiendo, un constante nacimiento de la consciencia aprendiendo. Eso es Vorem. Un sinfín de conocimientos internos aurorales. Sigue Leyendo...

Hoy

Hoy no es un día indiferente en mi vida. Hoy me he levantado a las 8 de la mañana y después del aseo diario me he puesto a desayunar lentamente junto a mi café con leche. Hoy he estado en la cocina escuchando el rumor de las hojas del castaño que hay en el jardín. Hoy he estado metido dentro del cajón de mis pnesamientos, buscando materiales para visualizar el mundo. No el mundo del ayer ni el mundo del mañana, sino el mundo de un hoy sin pasado ni futuro. Hoy he sido una mañana tranquila y sosegada y solo he pensado en una ocasión con la hipotética tesitura de ser juzgado por un hecho no cometido sino sólo pensado. !Qué sería de nuestro mundo si nos juzgasen no por nuestras acciones sino por nuestros pensamientos!. Pero bueno. Está bien. Después de todo sólo ha sido un momento de entretenimiento nada más. Sigue Leyendo...

MI ANGEL

PARA MI ANGEL

Bello por fuera, bello por dentro
Ilumina cualquier lugar con su sonrisa
Su mirada irradia ternura a los cuatro continentes
La suavidad de su piel es como la de un ángel
Si eso es, mi ángel de la guarda
El que siempre ha mirado por mí
El que siempre me ha cuidado
En el que siempre he basado mi vida
El que siempre ha estado ahí.

Números de la vida.

Al colgar en Vorem mi décimo escrito, quiero plantear una disquisición Alfanumérica que espero que os parezca interesante.

Si:

0=nada, 1=yo, 2=tú, 3=nosotros y 4, 5, 6, 7, 8 y 9 son elementos que conforman el entorno en que se plantea nuestra existencia, se dan una serie de lecturas innegables. Os voy a plantear una cuantas y las otras teneis libertad y facultad de pensamiento independiente para poderlas formular igualmente.

Los tres tiempos del alma poética (en especial para Carolina y Dinora)

Hola amigos y amigas del Vorem, de manera muy especial Carolina y Dinora que comentan sobre mi anterior texto titulado “Esencial” una inquietud personal: saber qué es lo que yo defino como “los tres tiempos” del alma poética. Comienzo por decir que es una teoría particular mía sacada de las experiencias propias y ajenas que he podido observar a través de las composiciones propias y de las lecturas de poemas ajenos. Pues bien, yo señalaba en mi texto que para mí “los tres tiempos” del alma poética son: crear, atravesar y trascender. Voy a ver si puedo explicar adecuadamente a qué me refiero con todo esto. Sigue Leyendo...

Retorno

Me recuerdas, sí, de cuando me apretabas entre tus manos con fuerza.
Me recuerdas.
Tu tacto me recuerda.
Mi cabeza de metal no te olvida y no te olvida jamás mi cuerpo de madera.
Voy silbando al girar del aire, bailando mi forma de pera.
Tras el pasar de los años, aún mi silbido se escucha en la acera.
¿Lo oyes? Recuerda.
Cuando pasabas el día en las calles.
Mi silbar se escucha cuando en la infancia ya no queda nadie.
Resuena el repicar contra el suelo.
Resuena el gozo de vivir cada tarde.
Resuena, con solemnidad, el juego.
Aún resuena, recuerda. Sigue Leyendo...

El momento eterno de besarte

La conciencia se me desnuda de alma
en esta ineludible huella de la vida
y lo que la razón me desconoce ahora
es el verdadero sentir que me interpreta.
No es el último sonar de los verídico
sino el principio de un humano sentimiento
y aunque el tiempo se desgrane junto a tu boca
se hace algo eterno el momento de besarte.

Positivismo Vorémico

Pensando en una cuestión que me plantea nuestro amigo Grekosay en un comentario a mi texto titulado “En este mismo punto” del pasado día 15 de abril, yo me pregunto ¿desde qué espacio anímico escribimos en Vorem, para Vorem y desde el Vorem?. Mi respuesta reside en que las palabras vorémicas siempre brotan del ámbito interno de cada uno de nosotros y nosotras: un espacio anímico/diacrónico que va realizando su proceso de religar y desligar desde lo humano hasta concebir y sentir la realidad metafísica de nuestras experiencias. En el pensamiento interno de todos nuestros textos (sea cual sea el género y la sección a los que pertenecen) hay cada vez una mayor maduración producida por la intensidad de nuestros misterios virtuales. Sigue Leyendo...

reflexiones

Cuando miro hacia atrás, me he dado cuenta que siempre me he comportado de la manera que se esperaba, primero como una niña con muchos hermanos en casa,… ayudar a mi madre… cuidar de mis hermanos, estudiar, trabajar demasiadas horas, era la mayor, tenía que dar ejemplo.
Fui creciendo, más de lo mismo….. el día era pequeño para todos mis quehaceres. No viví mi niñez como el resto de los niños, yo salía del colegio y directamente iba al negocio familiar a ayudar a mi padre. Recuerdo esa época……nueve años usando la calculadora, bueno… aquellas “sumadoras” que hacían un ruido enorme, salía el papel con los números escritos por ti….. parecía un milagro que las teclas que pulsabas se reflejaban en el papel. ¡que recuerdos de niña con un juguete que sumaba facturas! Me sentía útil, lista….. Sigue Leyendo...

Tennaj

Iuto

El director de la sección de mantenimiento de clima de la nube Iuto, el más grande de todos los países flotantes, estaba sentado en el único escritorio de su pequeña y obscura oficina cuando Oilut entro en ella -me mando llamar señor- pregunto el joven, mientras cruzaba la puerta, pregunto con voz tenue pero firme. El director no contesto, se encontraba viendo unas graficas en su escritorio, se inclino a su derecha y saco de un cajón una pequeña placa de vidrio, la toco con sus grandes y gruesos dedos en varias ocasiones, la placa se lleno de luz que ilumino la cara del director, la observo por un momento y la dejo sobre el escritorio –los informes reportan que nos estas retrasando, no soportas la carga y por si fuera poco comes mas que la mayoría, lo siento pero tendrás que irte- Sigue Leyendo...

El oso.

En los montes de Somiedo,en Asturias, el verdor abunda por doquier, los helechos y las plantas umbelíferas, cubren los suelos de los bosques de hayas, que coexisten con tejos, acebos, abedúles,distintas clases de robles y castaños; también abunda la zarza, el arándano, el avellano, el pino y el madroño. Según se adentra uno en la montaña aparecen los prados, las majadas,los pastizales y el matorral.
En los dominios del aguila real y el alimoche, habita el oso pardo, y en sus bosques abunda el urogallo, el rebeco, el jabalí, el gato montés, el tejón, el zorro, el lobo, el corzo, el ciervo, la nutria y un sinfín de insectos, aves y pequeños mamíferos y roedores. Sin duda nos encontramos en un paraíso natural. Sigue Leyendo...

vacío

Cuando no encuentras tu sitio
sólo la nada
todo es un vacío
que no se llena con nada
Ahora, en este momento pienso, siento
descubro un mundo distinto
en el que yo no me siento cómoda
en el que no encuentro salida
sólo el paso del tiempo
curará las heridas,
el alma soñará de nuevo
quizás…..
por ahora el silencio es mi amigo
es lo único que tengo….
vacío…..

Hacia otros lugares

Se han cumplido ya 50 años de la fundación de la NASA y nuestro actual sabio plegable Stephen Hawking, desde su silla de ruedas, hace un llamamiento al espíritu sde Colón que anida en los humanos para que iniciemos, seriamente ya, el camino hacia otros lugares (hacia otros planetas) porque ya aquí en la Tierra la vida se está hacie ndo insostenible. No seremos nosotros, sino algunos de nuestros descendientes, en el siglo menos pensado, quienes abrirán nuevas rutas en el cosmos para que el hombre y la mujer descubran paraísos.

Anacoreta

De las tinieblas salgo,
distorsionado rostro,
cabizbajo y andrajoso,
el espejo muestra.

El ansia de beber me lleva
al pozo de los deseos,
alzo en mis manos el agua,
donde la luna destella.

El horror está ahí fuera

Tenía quince años, vivía en un pueblecito alemán cercano a Hamburgo. Se desplazaba por la carretera que va desde su pueblo hasta otro cercano para reunirse allí con un grupo de amigos y recordar a una amiga y componente del grupo, recientemente fallecida por atropello en la misma carretera por la que ella circulaba, unos trescientos metros más adelante.

Pequeña idea

La sala era grande, alta y silenciosa; y blancas eran sus esquinas, infinitas. Tenia el aire un toque celestial, como si aquellas paredes fuesen una nube y el menor suspiro las hiciera desaparecer.
En medio de la sala, sobre una mesa, había un pequeño reloj que trinaba. Caminé con paso distraído y lo observé de más cerca. Tenía tres picos: el más grande de ellos, de un color negro algo oxidado, apuntaba acechante al número doce. El segundo, algo más fino y alargado, señalaba un espacio vacío donde, supuse, alguna vez hubo un cinco pintado.
El pico del despertador descansaba en el seis.
– Esto no es posible- me dije,- ¿por qué suena este reloj, si no ha llegado a su hora? Sigue Leyendo...

Aquellos días…

Aquellos días apenas podíamos permitirnos una mirada de complicidad, hasta que caía la noche y hacía acto de presencia el deseo del beso y entonces entrelazábamos la boca en el laberinto de las horas. Con un gesto aprendido entre los sueños, nos tomábamos las manos y acariciábamos los rostros con la ansiedad anidada en el corazón. Aquellos días estábamos como hipnotizados por el tono veleidoso de los sentires y no teníamos preferencias concretas de lugar. Todo lugar era una faceta singular para mirarnos a los ojos. Aquellos días no eran iguales a los otros sino que la alegría nos invadía de risas espontáneas, Aquellos días supimos que estábamos enamorados. Sigue Leyendo...

Deambulando por las sombras de los olivos pardos.

Deambulando por las sombras de los olivos pardos
veo el gris contorno de la vida prieta
y entre los huecos de los dedos de mis manos
contemplo el aire que las mueve inquietas.

Veo una especie de cuerpo con sonido leve
en medio de la tarde que yace en la floresta
y escucho la música de una nota breve
que se eleva entre las ramas duras y enhiestas.

De la vida

Salvar la vida, entraña condenada
a ser un punto perdido entre lo eterno;
aquello que se muestra débil, tierno,
enteramente atado a la vida amada.

Una relación del humano con la sagrada
cuestión del tiempo -primavera invierno-
el último afán de no ser un infierno
para el alma de esta vida entrelazada.