Fue duro mirar aquella ventana sabiendo que seria la ultima vez, fue duro incluso disfrutarlo. Me rendi esa misma mañana y arroje por aquella maldita ventana toda la ilusion que habia en mi.
Cierto que es una decision cobarde, pues quizas, podria cambiar las cosas con una simple charla. El problema es que las palabras son solo palabras y me dicen mas las insulsas miradas de ojos ajenos…
Veinte largos años marcan mi vida, veinte años fugaces, jamas comprendidos por cualquiera y todo lo que arrastro es lo que me hace ver la vida como la veo hoy en dia.
Huire de este mundo esta misma noche justo en el momento que tire mi orgullo a la basura.
Archivo por meses: enero 2009
Imaginemos un mundo en Paz
El 30 de enero de 1948, mientras se dirigía a su habitual rezo de la tarde, fue asesinado “Mahatma” Gandhi por Vinayak Nathura Godse, miembro de un grupo extremista hindú.
Por la importancia de Gandhi en el camino hacia otro mundo posible esa fecha fue elegida por las Naciones Unidas como día mundial para conmemorar el Día de la Paz.
“La violencia es el miedo a los ideales de los demás.”
Un pequeño cuento que encontré navegando y me pareció ideal para el día de hoy.
Había una vez un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta. Muchos artistas intentaron.
Tus cartas sobre la mesa
En la puerta me dejaban,
trozos de ti para mí.
El señor que los traía
nada más podía decir:
Buenos días aquí las tienes
hoy llegan dos para ti…
y mis manos temblorosas,
no sabían cual abrir.
Me metía para casa,
me sentaba en el jardín
o en el patio de vecinos
que mas daba donde ir…
Si ya llevaba en mis manos
lo que me hacía sentir…
Secreto
Los cinco dedos de la mano se pusieron a discutir sobre cuál de ellos sería capaz de tapar el sol. El dedo gordo fue el primero en afirmar que lo podría hacer sin problema, por su contextura precisamente. Pero el dedo del medio aclaró que, de cerca, el sol es más grande de lo que parece. Al escuchar eso, el dedo meñique decidió que ni siquiera lo intentaría. El anular, en cambio, estaba convencido de que lo podría hacer con un poco de esfuerzo. El índice no dijo nada, prefirió no contar que el secreto era tocar el hombro de la luna para que se despertara.
Verano.
Me levanté con el canto de un gallo que ahora me suena lejano… la ventana estaba abierta, probablemente se me olvidó cerrarla el día anterior. Me asomé por ella, todo es tan hermoso. Esas nubes blancas y blanditas surcando un cielo azul intenso. ¡Es verano! La época del año que más adoro… Tres meses de descanso y alegría. Las fiestas del pueblo y la piscina con los amigos. Ains… cada vez uno mismo se hace más grande, cada año miras con añoro esos días de niñez que tan bien te lo pasabas. Cuando jugabas inocentemente con las ranas en el río, cuando ponías furiosas a las avispas y luego acudias a casa con alguna que otra picadura. Echo tanto de menos esos momentos… ahora miro al cielo y me siento niña otra vez… aunque se que eso no durará para siempre, que mi cuerpo cambiará convirtiendose poco a poco en una mujer. Pero sé que en mi mente siempre seré esa niña inocente que jugaba con sus amigos en días de verano.
Tú por las calles negras… (perpetuo desencuentro)
Tú por las calles negras y yo por las negras calles; los dos bajo una lluvia ácida de alma densa. Jamás podremos abrazarnos en el laberinto ni tú ni yo que andamos por las calles negras y las negras calles de nuestro perpetuo desencuentro. Se interpondrá siempre, entre nosotros, la nada tuya y la nada mía y entre la doble nada de nosotros dos los días serán un ahogarse sin medida. Y se apagará todo lo de alrededor. Y la luz, cuando vuelva, nos volverá a mostrar una vez más cuando nos crucemos tú por las calles negras y yo por las negras calles. Total: un perpetuo desencuentro. Quizás (y a lo sumo) un cruzarse sin mirarnos…
Con seco movimiento
Sin mujer, sin amigos, sin fortuna,
locamente enamorado de una bailarina,
está sumido en el alcohol y la morfina
debajo de la negra noche y de la luna.
Recordó cuando era niño y en la cuna
trenzaba un sueño de loca bambalina
y ahora se encuentra solo y en la esquina
de la vida perdida en medio de la hambruna.
En vivo
Y sigo pensando….
En esta luminosa mañana que se levanta ante mis ojos, un reflejo del sol que ilumina mi estancia, me hace ver como un pensamiento se abre paso en mi mente.
¿De qué nos sirven disputas con nuestros allegados?
Si al fin y al cabo no tenemos conciencia de saber si en las próximas horas estaremos disfrutando de su compañía o viceversa.
Por mucho que nos lo repitan, no queremos dar nuestro brazo a torcer, ni claudicar en nada….
¡¡ nuestra razón ha de prevalecer ¡¡¡
Como no imaginarte, como no recordate hace apenas dos años (8)
No podía creerlo. No podía creer que tenías leucemia.
Asi que para salir de dudas, llamé a tu mamá… quien al escuchar mi voz, rompió en llantos.
No puedo dejar de recordar todos los momentos que vivimos juntos. Las carreras bajo la lluvia de Valdivia; cuando entraste a ese restaurant a buscarme; o ese helado en el puente Calle-Calle… los paseos por los jardines de la que ahora es mi universidad… tantas cosas que, a pesar de que han pasado más de 2 años y nuestra relación fue corta, nunca han sido borrados por el tiempo ni por la distancia.
Hay…
Hoy dime que…
Se inicia el poema
Detrás del tiempo, el árbol difumina su figura
y vuela sobre el aire la ternura
de cualquier palabra, verso o poema.
Sin nada que decir, el alma quema
su opacidad de bronce y equilibra con acierto
el frágil llegar a puerto de la existencia.
Miro hacia distancia, allá donde el árbol quedó mudo,
allá, donde el nudo atenazó mil cuerpos en un día.
La vía dolorosa, no es la hermosa pisada del poeta,
sino el rumbo incierto de los muertos silenciados,
de los cuerpos acabados tras la sinrazón heróica
de los triunfadores.
Si las letras salen solas y la música aún se espera.
¡¿Cómo voy a olvidar todos esos momentos contigo?!
Es mi decepción y la vívire como yo quiera:
echándote de menos o no,
ese es mi problema
Las calles me gritarán tu nombre
y las olas se harán eco de nuestras voces.
Así será imposible hacerlo.
Si al doblar la esquina me encuentro
con los besos que allí nos dejamos olvidados
¡¿Cómo pretendes que lo haga?!
¡¿Cómo me voy al olvidar?!
Sentir…
Deseos
Que las noches se tornen infinitas
Que los recuerdos me parezcan cada vez más absurdos
Que la melancolía me invada por completo
Que se los autobuses se detengan un instante
Que los suspiros desparezcan durante el día
Que me suenen tristes las canciones
Que las fotografías se desvanezcan
Que los ruidos se estremezcan en uno solo
Que se cancele el licor en las licorerías
Que las manos no se extrañen mutuamente
Que el insomnio se mantenga en huelga
La vidaen un eco
Un eco. Sólo un eco. Y después se cierra el callejón y nadie que llegue atrasado entra ya. Todo esto es, en realidad, un momento entretenido, detenido y sostenido, por el reloj alargado de los años enmarcados en la telaraña del preámbulo de los paréntesis de la existencia. Un eco. Sólo eso. Un eco prolongado a través del callejón del ardor de las exhalaciones de las horas y los minutos; acompañado y ocupado, eso sí, por los aromas del tiempo dispersando todas las esencias que adornan este callejón de los discursos de las vidas de los simplemente humanos.
Más allá del principio…
En el palacio de la memoria soy un rostro encendido, mi cuerpo se hace humo y me avento en la incesante eclosión de todo lo habitado para conventirme en pequeña transparencia de sombra quebrada por lo rojizo del atardecer. ¿Me ves?. ¿Me intuyes en este sueño brioso del crujir de los árboles bajo el viento, de la paciencia de lo inmóvil sobre las horas y de lo coloreado de mi sangre en su especie?.
Dentro de mí corre el pequeño concierto de la blanda tarde en que este cielo, lúcido de paisaje con vida, rezuma en el fuego de esas palomas que, como flechas, pasan raudas por encima de la iluminada fuerza del paisaje.
El regreso de aquel que no se marchó.
Yo quiero ser mañana…
Yo quiero ser mañana…
tu hora conocida en la nostalgia;
tu música oída en los rumores
de ese ligero aire llamado sentimiento;
el perfil de ave combando
distancias de silueta entre tus ojos.
Yo quiero ser mañana…
la danza de las lilas deslumbradas
en el artesano abismo del diáfano
laurel mezclado en tus sonrisas.
hoy
SOLA
El reloj de arena
Desde lo alto del estante en que fui colocado cuando el hijo de mi dueña me trajo como regalo para su madre a la vuelta de uno de sus viajes, presido el salón y he estado presente en multitud de celebraciones felices con amigos y familiares, cenas de Nochebuena y Nochevieja, comidas de Navidad y Año Nuevo, cumpleaños, etc. También he estado presente en momentos tristes, de esos que prefiero olvidar porque mi principal misión es decorar. Bueno, también observar, pero esto me lo he atribuido yo.
Puede decirse, por tanto, que mi utilidad inmediata es nula. Quiero decir que mi funcionamiento es arcaico y poco fiable según las normas vigentes hoy día, al no estar regido ni por la mecánica ni por la electrónica.
Las pajarillas del alma
Una vida en la encrucijada, capitulo 4
Capítulo 4 – Chantajeando a mis abuelos.
No lo pensé más. Aproveché la ausencia de mi padre – que estaba trabajando en el campo – y salí directamente hacia la estación de tren como alma que lleva el diablo.
Sólo llevé la poca ropa que tenía, algo de dinero que sustraje a mi progenitor para poder pagar mi pasaje y algunos alimentos para consumir en el viaje.
Subí al primer tren que pasó sin importarme el destino del mismo; lo único que pensaba en aquel momento era poner la mayor distancia posible entre los dos. Tenía demasiado miedo y la certeza de que si me encontraba me mataría.
El Barrio de las Casas Baratas 1
El barrio de las Casas Baratas.
(Una historia vulgar)
1ª parte.
A mi mujer y mis hijas.
Isidro, febrero 96
1 gorriones y tebeos.
Las cuatro de la tarde de un luminoso día de Julio. El calor es sofocante. En la calle, debajo de una acacia, cuatro o cinco chiquillos con los tirachinas en la mano miran a la copa del árbol buscando entre las hojas un gorrión nuevo que pía llamando a los padres.
Enamorado de tí.
ENAMORADO DE TI
Me encanta que, a traición,
te acerques, me abraces y me beses
que me digas, con ternura, que me quieres,
porque siento latir más fuerte el corazón.
Y bailar contigo en la cocina o el salón
si suena en la radio una canción de amor,
de esas que nos trae el viento del recuerdo
y nos gustan tanto a los dos.