Yo estaba viviendo en Quito (República de Ecuador) cuando en el año 1998 el Marcelo Tinelli, junto con Hugo Issa, Eduardo Gamarnik y Juan Simón bajo el nombre de Sport Managment, anuncia la compra del club Deportivo Badajoz, que militaba en la Segunda División del fútbol español. El grupo adquirió el 57% del paquete accionario, la inversión mas la deuda implicó un desembolso de 3.500.000 dólares. El equipo contrató para esa temporada a 9 jugadores argentinos: David Bisconti, Alejandro Mancuso, Oscar Limia, Martín Romagnoli (1998-1999 11 partidos), Giustozzi, Ezequiel Castillo (1998-2000 62 partidos, 4 goles), Mauricio López y los hermanos Fernando y Patricio D´Amico, más a 2 jugadores brasileños, Sandro y Luis Fernando, y un paraguayo, Carlos Torres. El entrenador era argentino: José Raúl “Toti” Iglesias secundado por Hilario Bravi y Héctor Galiano también argentinos. El debut se produjo el 15 de Agosto de 1998, en El Vivero, ante el Orense.
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Un ser entrañable e inolvidable llamada Rufina.
De mi abuela materna ya he escrito y hablado muchas veces; pero no me cansaré nunca de hacerlo porque su recuerdo es, para mí, del todo imborrable. Se llamaba Rufina Sáiz Del Arco y Dios la tiene en el Reino de los Cielos. Nunca podré olvidar jamás su limpia forma de mirarme y de protegerme cuando las cosas a veces salían bien o a veces salían menos bien. Aún me quedan mucho minutos de mi vida ocupados por ella.
Recuerdo cuándo los fines de semana nos llevaba al cine o al parque según le pareciese lo más oportuno. Tenía una gran habilidad, antes de entrar a un cine, de observar y escudriñar los fotogramas de las carteleras: si le parecía bien entrábamos al cine y si no le parecía bien recorríamos las calles madrileñas hasta encontrar otro cine donde le pareciese bien a ella entrar.
Nuestra cabeza.
“Nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección” (frase de Pikabia tomada de Vorem.com). Hablemos de nuestra cabeza. A primera vista la podemos ver de muchas maneras diferentes según el gusto del consumidor. Lo que debemos procurar es que no nos la consuman tanto que la reduzcan al tamaño de un garbanzo nuclear al cual le han quitado su núcleo principal que se llama pensamiento. Si conseguimos salir bien librados de esa amenaza podemos entonces mirarnos al espejo para ver, si una vez indemnes, podemos decir que nuestra cabeza funciona en plenitud.
Tierra de pájaros.
Jungonadas freudulentas (II) (Corregido y reeditado)
Refiriéndonos al maestro de Jung, el ateo y malhablado Sigmund Freud, hay que decirle unas cuantas cosillas para que no se vaya de rositas y no tontee tanto con los picos pardos, ya que este filosicópata, aparte de sosaina, aburrido y soporífero, levanta tal dolor de cabeza que hablar de él en momentos románticos a una chavala supone rompimiento total de toda aspiración a salir con ella.
“La interpretación de los sueños” de Freud (su obra más extensa) es una pérdida de tiempo lamentable. Según él, la excitación amorosa depende de ciertos peajes que son transformaciones absurdas. Las transformaciones verdaderas y gratificantes son siempre milagros de Jesucristo (o de Dios en nombre de Jesucristo y a través del Espíritu Santo aunque me llamen por eso antiguo que no lo soy) y no, por supuesto, derivadas del aparato psíquico de las personas…
Andenes.
En en interior de los caminos
vamos siendo actores de nuestro afán.
Andamos como por andenes del sueño
surgiendo en el fondo de nuestro ser…
para saber quiénes somos o quienes parecemos
en el éter de las sombras…
Condenadas las épocas de los augurios
llega la hora de andar andenes
entre los márgenes de nuestras pasiones
escritas en el rostro de nuestro caminar.
Secretos.
Todos tenemos secretos guardados en rincones escondidos de nuestros sentimientos; rincones en donde sólo llegan a penetrar nuestras memorias cuando, al llegar el nuevo día, despertamos después de habernos enlazado en un sueño de batallas con todos ellos… con todos esos secretos que van acumulando sus esencias en ese rincón mágico donde todo es posible menos la indiferencia; en esa caja de sorpresas que consiste en abrir los ojos y encontrarnos con que se han convertido en relatos del amanecer.
Amanecer en el Bar Panadería Musu de Murcia. Hay tiempo, todavía, para celebrar algo así como una ceremonia de recuerdos hoy, martes día 17 de abril del 2012 después de Jesucristo. Y es que después de Jesucristo podemos seguir soñando con secretos guardados en el fondo de nuestro corazón.
Latitudes y expresión humana.
Vivimos en un mundo contemporáneo en donde las diferencias entre las latitudes que lo constituyen son, en contra de lo que dicta la lógica del desarrollo humano, muy diferentes. Por eso, ante esta situación de diferenciaciones, la expresión humana difiere grandemente entre unas latitudes y otras. No es mera cuestión geográfica sino, mas bien, producto de los diversos caracteres y actitudes con los que los seres humanos se enfrentan ante las imponderables circunstancias que les rodean.
Pasaron los años…
Pasaron los años y los meses y esas pequeñas cosas que llamamos días de esas grandes cosas llamadas horas. Y pasaron los largos minutos con sus cortos segundos. Y yo me fui quedando… quedando… me fui quedando en la orilla mientras todos, a mi alrededor, se hicieron grandes, se hicieron mayores, se hicieron viejos. Y entonces tuve que aprender a hablar con los árboles de las alamedas ciudadanas, con los gorriones de las calles ciudadanas, con las palomas de las plazas ciudadanas… para tener compañía.
Porque decimos que sí; porque decimos que no.
1 de abril de 1967. Palomitas de maíz. Hay una paloma a la que persiguen un palomo mensajero ugetero y varios pichones de palomos ugeteros que creen en que lo justo es justo. Cueva de lágrimas. En la cueva de los archivos generales algunas lloran. Soldaditos de plomo. No tienen autonomía propia porque tienen toda su voluntad sometida al justo general que conoce todos sus historiales y, de vez en cuando, publica informes sin compasión. El valor de 6 penikes. Por el denigrante pago de 6 penikes como acto de compensación, se venden los pichones ugeteros al justo general, inventando historias falsas que se descubren en el rastrollo del laboral cada día.
Verdad (pensamiento)
Catalejo Mundia (7 septiembre 2010)
El último de la fila de los descolgados sabe que corre con una lesión en la pierna. Lo ha sentido al subir las empinadas cuestas donde se rompen los corazones débiles… pero él tiene el corazón fuerte… muy fuerte… y aunque sabe que está lesionado está seguro de que llegará antes de que cierren la frontera de los vencedores. Sabe que llegará en el último lugar. Pero sabe que llegará porque su fe mueve sus piernas y las calienta con el ánimo propio. Es un ejercicio de propia y libre voluntad. No mira nada más que adelante. Lo que va dejando atrás sólo es dolor pasado… adelante siempre está la meta. Así son las cosas de los corredores de fondo.
Es totalmente incierto, Marian…
Es totalmente incierto, Marian. No tengo ningún resentimiento pero soy un ser humano y como ser humano también siento dolores porque si no fuese así sería un monstruo. No estoy resentido, de verdad puedes creerlo, con nadie sino que con algunas personas prefiero no compartir nada de lo que en su día compartí porque, insisto, no soy un monstruo sin sentimientos y como tengo sentimientos tengo mucha alegría y me gusta mucho la vida pero también tengo dolores que ya están en el pasado pero prefiero no vivirlos de nuevo así que por eso despejo mi corazón contando verdades que sucedieron no por revancha, no por resentimiento, no por nada sino para hacerme un gran bien a mí mismo…
Madrid… ¡claro que sí!.
Claro que sí que mi ciudad es Madrid. Claro que aquí, en Madrid, la lluvia es lluvia y el sol es sol y también los gorriones son verdaderos. Posiblemente alguien dude de cual es la ciudad más bonita del mundo. Cada ser humano tiene un corazón distinto pero quienes hemos vivido existencias verdaderas y principales es que somos de Madrid… ¡claro que sí!… la ciudad más bonita del Mundo.
Quien piense que la barriada de Abrantes no significa nada se confunden. Escribo desde Madriz (sí he escrito Madriz terminado en z y no ha sido un error ortográfico sino una forma de hablar con el corazón), porque, como en Madrid sí que existe la calle de la Libertad (¡y cuánto luchamos por conseguirlo algún día!) nos permitimos el lujo de escribir Madriz. Y es que hoy, a las siete y media antes del meridiano, juego naipes sobres las mesas imaginarias con el as de corazones de las vidas humanas. Porque la ciudad libre, la ciudad que más me representa mi corazón (que se escribe con z de Madriz) es Madrid.
Tres Pensamientos: Infancia, Hábitos y Juventud.
No matéis nunca jamás las ilusiones de los niños y las niñas ni su imaginación a la hora de jugar y soñar.
Los hábitos no hacen ni a los monjes ni a las monjas; pero los hábitos sí hacen a los escritores y a las escritoras.
Para poder ser eternos es necesario no crecer nunca más allá de la sana juventud de nuestros cuerpos ni de nuestras almas.
Yo quiero seguir en las calles.
Yo quiero seguir en las calles, envuelto en la neblina de los anónimos; abierto el corazón a esas madrugadas con miradas de mujeres perdidas, farolas encendidas a cuya vera poder encender un cigarrillo y combatir el sentimiento escribiendo un poema en el dorso de la mano de un imaginario vagabundo; yo quiero seguir siendo ese que camina sin saber dónde está el final de todos mis caminos, yendo hacia el infinito de las compañías aisladas, las compañías del lucero y el perro vagabundo, poder sentarme a soñar cuentos en los bancos de los parques madrileños y comenzar el día leyendo los misterios de extenderse entre los gritos del silencio de esos seres que se pierden en el vacío de la noche anterior nada más que comienza de nuevo el amanecer porque no recuerdan en que estación de tren estuvieron vivendo sus últimas historias.
Buen Día
Son las 7,50 de la mañana de hoy. Buen día para vivirlo como único e irrepetible. No dejéis nunca de escribir tal como lo sentís y más allá… mucho más allá… de los que se otorgan el derecho divino (porque como dioses se creen que son) de cómo se debe escribir según sus normas vejestorias tan cambiantes como las veletas. Buen día amigos y amigas de lecturas, Escribid libres y haced de este día un buen día para vivirlo como único e irrepetible. Por ejemplo escribid y hablad del canto de las cigarras, el sueño de las cigarras, el amor de las cigarras y dejad de seguir la senda de las aburridas hormigas dirigidas por el hormigón armado de las Academias.
Algo sobre Calígula.
Yo no soy Julián.
Fuensanta no hace más que confundirse conmigo llamándome Julián como si Julián fuese mi nombre de pila. Eso es un error. Yo no me llamo Julián. Yo no era Julián. Julián era otro.
Recuerdo que allá por entre los años 1968 y 1969 yo trabajaba en el Centro Compensador del Banco Hispano Americano, Oficina Principal de Madrid, antes de que destinaran a dicho Negociado a Pili. En aquel entonces yo tenía un compañero que se llamaba Julián. Julián no era yo ni tampoco tenía nada que ver con mi familia puesto que si hubiese sido un familiar mío yo recordaría sus dos apellidos o, por lo menos, uno de ellos. Y no recuerdo ninguno de sus apellidos.
Aquellos tiempos del vivir Día a Día…
Eran tiempos duros y ya vivíamos los 4 (mi esposa, mis dos hijas y yo) en la Calle San Roberto, número 10, habiendo dejado, hacía ya algunos años, la torre de pisos de “lujo” (lo de lujo es un decir y por eso lo pongo entre comillas) que existe cerca del Metro de Batán, en la calle madrileña de Villamanín; la torre de pisos en cuyos bajos fondos (porque de verdad parecían bajos fondos de ladrones y rateros porque hasta ratas había por allí) se encontraba el establecimiento correspondiente de Día. Así que había que subsistir Día a Día como se podía. Gracias a Dios que no morimos de inanición.
Alí.
Sucede que mi chavalilla (La Princesa) está fuera del país ecuatoriano, realizando un trabajo de servicio especial en los Estados Unidos. Sucede que hay una fiesta navideña en casa de los Montenegro Sosa. Sucede que yo estoy allí realizando un trabajo de servicio especial en los alrededores de La Gasca. Sucede que se mosquean todos conmigo como queriendo ocultarme algo. Sucede que yo no estoy fijándome en nadie ni en ninguna. Sucede que todos ellos están equivocados. Sucede que no me da la real gana de decirles de qué me estoy riendo porque siempre he defendido mi libertad de expresión sin tener que dar explicaciones absurdas a nadie. Sucede que se siguen mosqueando conmigo creyendo que me estoy riendo de alguno de ellos y que me estoy fijando en alguna de las suyas. Sucede que no me estoy riendo de nadie ni me estoy fijando en ninguna porque estoy pensando en una que está mucho mejor y que es mi esposa. Sucede que sólo estoy pensando en Ella (mi Princesa).
El último millonario de la Tierra.
Lo primero que Tomás descubrió al abrir los ojos fue un profundo silencio. Algo verdaderamente inesperado para él. La penumbra era total en la alcoba y sintió una especie de congoja interna que no sabía, amodorrado como estaba, a qué achacar. Alargó el brazo para tocar el cuerpo de ella, pero no encontró más que un vacío. Repentinamente asustado comenzó a tantear sobre las sábanas. No. María no estaba allí, dormida a su lado como siempre… así que, todavía con los ojos dolidos por la oscuridad, encendió la lucecita de la mesita de noche. Eran las dos y media. ¿Las dos y media de la madrugada y María no estaba allí, dormida a su lado como siempre?. Se levantó más asustado todavía y dando un bote en la cama. Se acercó a la ventana, descorrió el visillo y levantó la persiana. La luz cegadora del sol le hizo cerrar brevemente los ojos. Se los frotó. ¡Eran las dos y media de la tarde!. Había dormido durante diecinueve horas exactamente.
Yo he visto a Dios diciendo adiós.
He mirado a los ojos de millones de hombres y mujeres y he visto a dios así, en minúscula porque es un dios derivado de la palabra día. Le he visto alegre y triste, interesado e indiferente, interrogativo o afirmativo, plácido y airado. He mirado a los ojos de millones de seres humanos y he visto a dios, derivado de la palabra día, en cada uno de ellos. O quizás no sea un solo dios minúsculo sino millones de minúsculos dioses diferentes porque… ¿hay un sólo dios minúsculo para cada día de la Humanidad o en cada día de esa misma Humanidad existen millones de dioses minúsculos diferentes?.
Catalejo Mundial (2+3+3+22=30).
Atardecer en el Campamento. Están los de la 44 Compañía realizando el Salto de Altura. El Soñador va viendo cómo derriban, uno tras otro, el larguero sus rivales. Él sólo está concentrado y en silencio y cuando le toca saltar salta olvidándose por completo del rodillo y del fosbury. Sólo emplea la tijereta pero va dejando enmudecidos a sus rivales.
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1.- Casado.- De acuerdo. Sí que estoy casado y eso nunca lo he negado desde que me casé.
Maricastaña (según Wikipedia)
Hay quienes afirman que, efectivamente, existió en la provincia de Lugo (España) una Maricastaña quien, junto con su marido y hermanos, encabezó un partido de extracción popular que se oponía al pago de los tributos exigidos abusivamente por el obispo del lugar. Incluso, se afirma que habría sido ella misma la que ordenó matar -como represalia- al mayordomo del prelado.
Aparentemente, la fama de esta mujer se cimentaba no tanto en sus principios morales y actitudes de arrojo cuanto en su aspecto muy varonil.
Algo sobre Calígula.
Respondiendo a Morado.
Hay dos clases de seres humanos: los que a veces sufren y los que a veces no sufren. En realidad, existen dos puntos de vista sobre el amor: el que impacta y el que no impacta. Los seres humanos se dividen en dos grupos: el A y el B. El A es el del Amor. El B es el Babieca (y ya se sabe que Babieca era un burro). Jejeje.
El año que descubrí a Belmont
Yo ya sabía de la existencia de Juan Belmonte, uno de los toreros más grandes de la Tauromaquia a nivel mundial; pero no tenía ni idea de que existiera Belmont. Fue sólo cuando me atreví a cruzar el “charco” (entiéndase Océano Atlántico) que me ecnontré con él. Vestido de azul y blanco, sin más adorno especial, a Belmont le conocí en el año 1994 después de Jesucristo, aunque ya antes había tenido algunas referencias de él allá por 1986 antes de Jesucristo aproximadamente. Así fue cómo me hice amigo de él para no aburrirme en los días pesados. Conocer a Belmont fue un placer inolvidable. Pasamos doce o trece años interesantes Belmont y yo. Mientras él escuchaba mis historias, se encendía de entusiasmo. Y es que Belmoont era mi confidente favorito.
Cartas a José Luis: Marzo.
Estimado José Luis:
Somos personas y como personas que somos (sangre, huesos, carne y corazón, además de alma y espíritu) tenemos siempre una respuesta a todo aquello que nos sirve para reflexionar sobre aquellos tiempos en que la amistad no era necesario disfrazarla de melancolía ni mucho menos de tristeza. Sabemos que hay que esforzarse un poco más para volver a reencontrarnos con aquel camino donde dejamos nuestra afán común para ver qué resultado dio esto de separarnos.
La fotografía mentirosa.
Era el mediodía de un día de verano. Toda la familia junta (papá, mamá, la abuelita, los cinco hermanos, Bernardo y el infaltable Benito que por aquel entonces se apuntaba a todas las excursiones para sacar provecho de lo ajeno) estábamos comiendo en la montaña cercana a la aldea de Molinos de Papel, en Cuenca-España, junto a la fuente donde los pastores y los viajeros bebíamos de la fresca agua en una especie de pequeño bote de lata. El caso es que hicimos una competición de tiro con escopeta de perdigones. Por supuesto que les dí a todos un verdadero recital de cómo dar en la diana de papel manteniendo el pulso firme. Y llegó la hora de las fotografías.