En esta nueva dimensión, calculó las posibilidades orbitales que tenía para poder penetrar en la densa niebla de la ciudad. Le costaba caminar. La gente le miraba escondiendo sus ojos tras las gafas protectoras de contaminación. Tenía hambre. Compró un par de manzanas sintéticas y aprovechó para descansar un rato. Ahora le tocaba el turno de entrar en aquella biblioteca. En único lugar donde podría encontrar recuerdos de lo anteriormente vivido…..
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Una invitación a la literatura
Preámbulo
Quisiera ofreceros a cuantos deséis participar en esta invitación a encadenar textos. creo que es una forma de compartir, de aglutinar, o de abrir nuevos caminos creativos. Es una experiencia ya vivida por autores de otras épocas, o aquellos juegos literarios que el dadaísmo entendía como “delirirantes expresiones de su identidad”.
SIN TÍTULO
Le hubier gustado ser caminante. Algo que había descubierto en su interior. Caminar por cualquier parte, sin rumbo fijo, pero deteníéndose para ser consciente de la belleza, la fealdad, la inocencia, la debilidad de todo cuanto pudiera rodearle. Caminar como forma de encontrar el “camino”. No importaba la meta, la llegada, la estación…sino el hecho en sí de seguir hacia adelante…
¡El Castillo del conde Rousco!
La tormenta estaballa por doquier. Densas nubes se apoderaban de las almenas, donde los criados se apresuban a cerrar las cortinas de terciopelo. En mitad de la estancia, el conde Rousco busca la solución al dilema planteado por la ingratitud de los señores del condado! Se sentó en su trono de finas maderas de oriente, y acarició su pesada cruz de oro y piedras preciosas. Nada podría interferir contra sus nobles intenciones. Su profundo sentidod el a Justicia había calado hondo en el Abad del Monasterio y espera de él la ayuda inestimable en su encuentro del día siguiente. Sus menjeros habían llevado la noticia a todos los confines y sólo esperaba que en el día señalado, las campanas del monasterio tocaran a Gloria, y él, saliendo en su caballo Blanco, elevaría su Cruz sobre los campos, sobre las gentes, sobre los nobles cortesanos como paladín de una nueva propuesta: Inciar la Santa Cruzada contra los gentiles, contra los infamantes, contra los infieles y contra todo aquél que no estuviera de acuerdo con su santa voluntad.
A esta cruzada se unirían cientos, miles de caballeros y voluntarios. Banderas al viento y blasones, himnos y cánticos, y un palio traído desde la catedral darían al encuentro el carácter suficiente para que el momento fuera sublime. Había hecho traer a cientos de damas vírgenes de otros condados, que a su paso, arrojarían pétalos de rosa. Pero lo más importante estaba aún por llegar: a un gesto de su mano, se abriría el cielo, y desde lo Alto una voz proclamaría su nombre como el Elegido. Y a la espera de que éste acontecimiento celestial ocurriera se puso su gorra protectora ante un sol de justicia. sin perder la esperanza, porque en su profunda convicción el mundo sólo debía pertenecer a quienes, como él, estuvieran en la verdad verdadera.
Al alba y oliendo a tierra
En el dibujo de los colores de la luz trazados en el cielo. Aún oscuro el horizonte y la niebla frágil, como un corazón de algodón peinado. En ese comienzo del alba, se incia el más espectacular de los movimientos. Bañados en la luz los montes se alzan poderosos, siniestros castillos donde los ángeles bordean sus cúpulas con cánticos. Y la luna…esplendorosa y redonda, toda ella insinuante, como la matriz vigorosa de la eternidad perdurable. Al Alba…y oliendo a tierra, sin zapatos, sin zapatillas, con las plantas de los pies tocando tierra. De este modo se perciben las vibraciones del corazón férreo de la Esfera en que vivimos, y se vuelven zahoríes neustras manos y se nubla la conciencia para aprender a soñar en la libertad de los campos, de las serranías pobladas de jaras y brezos. Nada es comparable a este virtuosismo natural. Las arañas, convertidas en artífices de sus hilos de seda, las mariposas nocturnas deambulando entre las margaritas, los primeros lagartos que se lavan en el rocío matinal sus pieles verdes, como las algas de las que surgieron.
Y sólo dura un instante; el tiempo josto para que la noche se rompa por completo y alboree el día. Es el parto de la luz, el nacimiento de la claridad, la plenitud de lo que significa estar vivo. ¡Es la grandeza incomparable de lo que jamás dejará de ser la vida!
Concierto Barroco en un solo movimiento
Amplias estancias por donde caminar mirando los colores. El poema se diluye y se transforma en cuádrigas de caballos romanos, en ejercicios de literatura noble, resonante y certera. Borges aparece bucólico y pastoril apoyado en su bastón de plata mexicana. Minotauro esgrime su cabeza hedionda, su perfil de devorador de vírgenes, su talante de domador de hombres. Suenan los pasos a los compases acristalados; trompetería de un órgano barroco que invoca a lo divino en un baile de máscaras. ¡Venid a la celebración! Descienden por la escalinata de mármol los descendientes de los ángeles, los sabios que crearan anacondas y papagayos dorados. Todos se van sumergiendose en planos disonantes hasta perfilar la sinfonía de los invisibles. Es tan grande la intesidad que los pájaros se alejan y la estancia se cubre con velos caídos desde los párpados cerrados de Borges, de Goitisolo, de Pablo Neruda.
Pablo no deja de cantar a la noble virtud de la poética cebolla, al ajo, al escarabajo que hace de la tierra un continente virginal de vocablos.
Termina el concierto, en la apoteósis de la fusión efímera. Dalí trata a Velazquez con desdén y dibuja sobre las meninas dos rosados pechos de vírgen llamada Gala. Dalí ha renacido para ser cúbico, y ambigüo, como lo son los delfines que ahora saltan en medio de la impaciencia. Hasta donde hemos llegado, la gran Madre Selva gira en una danza embriagadora, llamando por su nombre a cada ser nacido de su vientre.
Porque sé que estás ahí
Esa tarde se había quedado solo. Ordenó sus libros y se sentó sobre la cama. Estaba cansado, porque todo le resultaba infinitamente agotador. Sentía el silencio de la tarde, el murmullo de las obras en calle, el calor pegajoso de un verano intenso. Se fijó en el suelo. Descubrió una pegatina que había perdido el día anterior. Su brillante plateado llego hasta sus ojos y pareció penetrar en su mente. Era un regalo de alguien desconocido. Era unamuestra de interés de alguien que le había ofrecido su amistad. No quiso seguir pensando. Dejó la pegatina a un lado y se puso de pie. Se acercó a la ventana y la cerró. Bajó la persiana y dejó que la tarde se convirtiera en noche artificial, en oscuridad protectora. En esa atmósfera, simplemente se dejó llevar por la respiración lenta y sosegada. Estaba solo.
Sobre la LIbertad
¿Cómo puedo enseñar a ser libre? Hemos necesitado inventar la palabra para conseguir un logro, para sentirnos serenos, para aprender de lo que está ocurriendo entre nosotros y formar parte de ello. Es doloroso pensar que lo que puede ser uno de los grandes valores de lo humano, se nos concede como derecho, pero no se nos permite desarrollarlo en plenitud. Porque muchas vidas están tendiendo a perseverar en una existencia milenaria:vivir lo más posible, a costa de lo que sea. Y la libertad se limita, queda obligada a no seguir su natural devenir.
Las noticias, llegan casi siempre…provocando la alarma social. Si en nombre de la justa ibertad humana fuéramos capaces de ser justos, esa “alarma social” perdería intensidad, y lo que hoy nos asusta, mañana sería un “anecdotario”. Hay quienes en nombre de otros deciden crear estados de alarma contra la libertad,c ontra las libertades. Recuerdo un párrafo maravillo de un autor sudamericano:
El lenguaje de los árboles
Hubo un tiempo, lejano y hermoso, en el que los árboles hablaban un lenguaje común. El viento era el camino por donde viajaban los pensamientos y las palabras. Los árboles, al reirse, movían sus copas produciendo un inmenso cosquilleo en las nubes lloronas. Los montes recogían estos ecos y todo el bosque sonaba a Naturaleza hablada, lenguaje primordial, verde o multicolor. Los más viejos hablaban de los tiempos en los que la palabra les fue dada. Los retoños crecían entre las hojas secas del otoño y las nuevas de la primavera. Sauces llorones, que no dejaban de derramar sus palabras pesimistas. El pino de montaña, siempre enfadado contra brisa constante y el manzano, durmiendo casi todo el día para que sus frutos fueran redondos.
Las acacias secas del África, sonaban a instrumentos de madera, ritmos continuados, sonoridades calientes y vibrantes. Aquellos decires dieron a la Tierra el don de la Palabra, el Sonido de las Esferas, el sentir la vida palpitando en azul.
El Curso se acaba.
El Curso se acaba. Esto es señal de que se ha podido resistir el embate de todos las últimas inquietudes que nos han rodeado al profesorado. Nadie nos dijo, allá en aquellos años de formación, que en el futuro el mundo abriría su abanico para hacernos llegar experiencias de otras culturas, vivencias, desarraigos y búsqueda de nuevos horizontes. ¿Qué sucede con todo este sentirse en medio de una complja convivencia? El que acabe el Curso sólo sitúa al profesora en la distancia protectora de las semanas del verano. ¿Acaba aquí la reflexión de lo vivido en las aulas? Supongo que en parte, pero siempre se pensará en el regreso, en ese momomento en el que, siguiendo el adagio…Debemos siempre esperar lo inesperado. ¿Quizá no nos estamos dando cuenta de que es necesario aprender a ser cada día? ¡La vida no es un album de recortables, sino un plan trazado desde la voluntad. Quisiera que el descanso nos situara a todos en esa óptima situación de pensamiento. Ojalá, el sol y el “morenito” nos haga más cercanos a cuantos nos rodean.
Hablar a los niños
Ahí están, universales, casi idénticos en sus movimientos y en sus juegos. Están los niños. Imagino que la Naturaleza nos permitió ser niños por alguna razón, pero ésta fue maravillosa y sabia. Cuando hablo con los niños descubro el nacimiento de sus palabras. Se descubre la emoción en las entonaciones. Te percatas de su sutil imitación. Nada redunda ni suena extraño para ellos, porque en esa simplicidad el lenguaje se muestra fiel a los orígenes y las palabras son las almas de las cosas.
¿Cómo cambiamos al escribir? ¿Cuánto cambiamos al crecer? Y…¿de qué forma extraordinaria pensamos con palabras? Desde que supe leer quedé prisionero de cualquier rótulo, de cualquier información, lema o señal…porque leer es alimentarse de las palabras escritas. Puede ser toda una experiencia hablar con los niños, simplificar los contenidos, adecuarnos a un sí o a un no que todo lo dicen. ¿Qué razón tuvo la naturaleza para hacernos atravesr una etapa tan extraña?
En nombre de la libertad
Negar el progreso es abandonar la idea de libertad. Abogar por los derechos humanos es una responsabilidad de todos. Nadie puede elevarse por encima de nadie y sentar cátedra sobre el bien y el mal. Las grandes afrentas siempre han nacido de la necesidad del poder y de la manipulación de los “creyentes”. Todo parece realizarse en forma de marcha: marcha en favor, marcha en contra, marcha…Les ha tocado el turno a quienes decidiendo sobre su dimensión vital, han elegido vivir su vida y su sexualidad de un modo. La voz del poder vuelve alzarse y proclama, desde su “dogmática idea de poder” que nada es tan aberrante como “elegir ese modo de vida”. Siento una inmensa tristeza porque nadie es capaz de secar las lágrimas del dolor mientras lo produce. Está claro que la presencia de “un dios en la tierra” se hace más efectiva que la de un Infinito y grandioso proyecto de Totalidad Divina. No me sorprendo, pero siento dolor por quienes sentirán que su opción pasa a ser mote, insulto, declaración de malas intenciones. Y todo porque una nueva marcha se impone frente a la mal entendida noción de “derecho humano”.Dad al César loque es del César y a Dios lo que es de Dios…¿quizá del dios en la tierra?.
Hacer de la vida un proyecto
Una cita…un extraordinario pensamiento.
Dos caminando con auriculares en los oidos
No deja de ser habitual que la moda se haya convertido en la razón más inconsecuente para seguir sus reglas. Ayer, justmente por la tarde, pasaban por la misma acera que n servidor, dos jóvenes que llevaban auriculares en los oídos. Nada se decían y si tuvieran que hacerlo no se oirian. Iban silenciosos. La música les aislaba de todo. La realidad del cerebro era un eco estremecedor y pulsional. Caminaban casi dirigidos por ese inconsciente de las aceras, de las rutinas…Seriedad en sus rostros. Una juventud con sabor a cable, con la tecnología como suplemento dietético. En ese omento podría suceder cualquier cosa…¿pero qué puede suceder cuando uno no está en este mundo?
Cada vez, la MODA, implica un deshacerse los sentimientos, de ese ser uno-mismo, y adherirse al gran rebaño donde todos deben emitir las mismas señas de identidad.Recuerdo, que hace unos años, los niños sordos llevaban prótesis colgando del pecho y dos cables que iban a sus oídos. Les daba una inmensa vergüenza hacerse notar como “diferentes”. La tecnología creó las prótesis retroauriculares. ¡Fin del problema! ¿Qué pensarán cuando vean que el mundo está al revés?
Oda a la Alegría
Aire invisible, e inalcanzable nube.
Tormentas que aplacan el calor, la ira de las olas.
Delante del horizonte
una esperanza;
bosques que se esconden para ser acariciados,
manos amigas que modelan cántaros.
Palabras que nacen de la bondad humana
y tierra abierta para germinar el fruto nuevo.
Esperanza de vida, de silencio, de historia enraizada,
nadie evita su pregunta,
ni eludes los por qués.
Una Oda a la Alegría contagiosa
de estar juntos,
unidos en la Comunidad de una Tierra
que nos ha sido dada.
Semáforos para detenerse.
Los semáforos nacieron como una exigencia para evitar el poder de unos sobre otros. Tricolores y erguidos, controlan nuestras vidas, o al menos…de quienes respetan sus ritmos de cambio. Más de una vez he sentido que al detenerme he respirado mejor, he descubierto vida y sensibilidad, personas diferentes, y sobre todo…que los conductores existen, muy al margen de las marcas y de los terribles créditos. El semáforo es una expresión detenida, la necesidad de un orden, el equilibrio de los tiempos, en definitiva…merece algo más que estar sometido a una quietud infinita.
El Paraíso Perdido
De la carta a los que se saben herederos del Sueño y la Dicha:
Hermanos:
Pues en aquellos dias la vida se tornó inmensamente digna y noble. Todo se armonizaba entre sí y las corrientes de los rios eran cristalinas. La ausencia de risa no existía, y las manos se entrelazanan para crear acuerdos entre los humanos. Se amaba en nombre del Amor. Se creía en la dicha del aquí y ahora y los frutos entraban en sazón cuando les correspondía, pues su tiempo era marcado por la Naturaleza.
En medio de tanta dicha, algunos se alejaron del Paraíso Perdido pues su misión no era la de permanecer eternamente en la abundancia, sino dar testimonio de un conocimiento profundo y personal. Ellos supieron llegar a las cumbrs del Himalaya, paseron por las calles de Palestina, danzaron con los derviches y supieron dictar leyes dignas de lo humano. Muchos sintieron la añoranza de los tiempos del gozo eterno, pero detrás de las colinas cálidas, estaban otros muchos mundos donde la ignorancia pervertía cualquier acto y la necesidad del Amor era insaciable.
Así pues, tan solo recordaros, queridos hermanos que recordéis a quienes fueron testigos de aquellos tiempos y a quienes, aún hoy, pasean por las calles sembrando de esperanzas y sonrisas la prisa incesante de quienen no saben y callan.
Paz para Todos
Las lamentaciones de Jeremías
Supongo, y siempre es desde mi perspectiva, que Jeremías tuvo que pasarlo mal. Es una frase hecha que se escuaha casi “constantemente”. Alguien, muy cercano y sabio, me recomendó no hacer uso de mis pesares para incrementar mi sentido negativo de la vida y del ser. El caso de Jerías es tan implacable que se va a ver superado por todos los que espeaban de los políticos grandes cambios, por todos los que proponen créditos en 24 horas, por cuantos se dicen estar echando la casa por la ventana…Es un poquillo loco esto de andar por casa valorando el sentido del puchero y la maravilla de la sartén; el vaso que sacia mi sed y esa ventana queme permite ver el sol y la luz. El Optimismo es ellado opuesto de Jeremías…y no encuentro a nadie que pudiera representar este papel…¿Quizá alguien podría sugerirme un personaje?
El bosque del Optimismo
Europa es un bosque optimista. Todo tiende a una igualdad, a una unidad, a un sentido de hermanamiento…que en su Bosque del Optimismo Francia ha roto. Pero los niós aprenden muy pronto a decir No, y sus razones, muchas veces son las propias del No (las no razones). ¿Qué haremos hora ante el dilema? Nos sorprendemos de lo mucho que todavía queda flotando en el aire de los largos viajes del Papa ausente. Europa se acerca hacia otra primavera y Roma calla. Sólo Francia se aleja del acuerdo de los demás y dice no, rompiendo así el gorjeo de sus pájaros, pobladores del Bosque del Optimismo. ¿Deberemos decir más veces No?
Decir para quien me lea
Ojos que se posan en las letras.
Palabras aprendidas en los años.
Libertad de pensamiento,
momento para ensoñar poesía.
áboles que, cuajados de ramas,
son testigos de la usencia.
Y digo para ti, y calla,
porque ambas dimensiones me son dadas.
Palabras que nacieron para dar vida,
para ser vida, para decir…
Y cuando pierdan su sentido,
todo habrá sido un juego fácil,
sencillamente poético.
¡Comentarios!
En muchas ocasiones…veo pocos comentarios a los trabajos que se aportan en esta página de libertad y crecimiento personal. Me encantaría disponer de ideas y de tiempo para responder a todos, para conjugar tntas ideas como palabras apiladas en líneas y párrafos. ¿Por qué no lanzar una campaña de lectura detenida sobre lo que los demás escriben? Voren…es como un camino plagado de lugares privilegiados. En unos, el corazón exalta la vida; en otros…se suscita el temor a la existencia. Libertad, críticas, filosofía de la aútentica, de la no reglada por Universidades ni tijeras de recorte. Vorem…se alarga y en sus bucles genera una espiral plagada de ADN. ¿No lo habéis sentido? La suma de cada texto es la explosión de una parte del sentimiento de la vida.
Quizá…ese peque STOP, ese comenterio leve sobre lo que más nos llame la atención, es la llamada a la presencia del otro, ese que también está ahí…y que te escucha, yq ue te siente. Detenerse es la mejor manera de sentir el aquí y el ahora: con todos, con todas…con el universo.
Palabras en el desierto
Adoro el desierto. Me recuerda todo un tiempo pasado, aquello que siendo forma ahora es otra forma más menuda, intensa y cálida. Las palabras que sonaron en los tiempos pretéritos se han fundido con las arenas y formado rosas del desierto. De ahí que la poesía árabe sea un deleite para los oídos, de ahí que toda sensibilidad recuerde en Granada el aroma de los jazmines, los pasos perdidos, las alamedas llenas de limoneros. Hablar en el desierto es toda una experiencia. Las palabras cobran un calor especial La voz se torna intensa y gutural…Pero lo mejor, es un silencio final, un no eco, una divagación estremecedora que te hace sentir parte de la mayor de las solaledad, aquella que experimentó Thomas Merton: el verdadero sentido de las palabras en el desierto.
La Conspiración
Se me ocurre que esos libros que salen al mercado y alcanzan cimas increibles de ventas, de público de intriga…son el producto de algo más que el buen hacer de un autor. El Código Davinci me defraudó; encontré tantas imposibilidades, tanta necedad que opté por no leerlo. Descubró que ha salido el tercer libro de este prolífico autor: La Conspiración. Presiento que será todo de lo mismo y que el final nos prepará para un cuarto y un quinto…donde, una vez conscientes de que el Universo se va a derrumbar entre nuestra impotencia, no quedará títere con cabeza. ¡¡¡El tiempo es un producto de consumo!!!¿Por qué no elegir buenas historias?
Despertar
Se quedó dormido entre el ruido de la calle y la necesidad de abandonarse al sueño. Se sentó en un rincón, en un hueco, entre cajas que ya eran inútiles para nadie. Dormir le suponía ser alguien, despojarse de la realidad y fabular en medio de la nada. Las cajas de cartón le parecieron hermosas estructuras y el suelo tan acogedor como una cama. Esta seguro de que nadie se daría cuenta, y en esta sencillez de caja y suelo…se quedó dormido.
¡¡¡Perplejo y anonadado!!!
¿Qué se pretende con tastas vueltas alrededor de los Palacios? ¿Qué naturaleza extraña obliga a ser de una utra manera? Hemos entrado en un estrecho callejón donde desde lo alto, desde ese pináculo celeste se increpa la libertad. ¿Quizá la herencia del areté…del estado virtuoso sea un valor en extinción? Una mujer está embarazada. Es la señal de quela anturaleza de las cosas ha seguido un curso: el suyo propio. Pero, el acontecimiento en sí, lo circunstancial…hace que miles de personas sintamos que “algo diferente está por nacer”. Es la esperanza de los mitos perdidos, la gran razón por la que Cenicienta nació y Blancanieves pudo perder la vida. Mi naturaleza observada no se asombra, pero si se expande en una inmensa duda cuando se hace de lo natural un inmenso monumento a las grandezas.
Habilidades para la vida
La vida, así…sin más y con minúscula, se está convirtiendo en una árdua tarea, en un proceso para el que es necesario ser hábil. Alguien acaba de contarme en unas cuantas horas…que diez son las bases esenciales para habilitarse y ser capaz de alcanzar un “empoderamiento”. Vivir ha sido una mezcla de existencialismo y dígame usted a cómo está el precio del pescado, cuando de pronto se nos avecinan avalanchas de propuestas vitales, ódas hábiles y ábilmente conseguidas. Pensemos en la vida, como propuesta vaticanista. La vida desde el tabernáculo político. La vida como noche sin saber qué hacer. La vida como exclusión social. La vida en sus múltiples variantes desafiando todo rigor y todo derecho. Ya no es sencillo nada que se proponga desde un decálogo. ¿Y la muerte? ¿Qué nos aproxima a las habilidades para la muerte? ¿Quién presupone que lo temporal, aquí, no deja de ser una cuestión de habilidad?.
Reflexión para un lunes de Mayo
Despertemos ante las gracias inmensas que la vida nos otorga. Eiijamos quiénes son los destinagtorios de nuestro amor y miremos con calma la impaciencia de los que sólo se aman a sí mismos. El Sol está ahí. ¿No habéis sentido su luz como una caricia? ¿Qué otros aditamentos han añadido a la vida? En mitad de la hierba procuremos no pisar las flores. En medio de las plazas respetemos el agua, la fuente y el árbol. Semos parte de una colectiva que mide sus grandezas por los saludos de la mañana y los de la tarde. Y cuando se enciendan las farolas, mirad las nubes y alcanzad su plenitud, porque tan sólo el milagro se ha ocultado para resurgir de la mano generosa de un mundo que se regenera del dolor.
…Desierto para indagar en uno/a mismo/a
¿Qué tienes tú que mi amistad procuras…?
Benditos aquellos que encuentran en su desierto interior la verdad de su existencia. El sueño de la razón produce mónstruos…y Goya lo sabía. Mis mónstruos pasan por no saber de modos de vida, de ansiedad constante, de botellón de fin de semana, de encerrados en casa jugando a la play estasión. ¡Todo porque la vida los lleva en su tumulto! Y tú…peregrino a Compostela…¿Qué has hallado en tu camino? Finis Terrae…¿y qué más da? Pues da lo mismo. Es el camino que empieza y acaba. Ningún Papa es capaz de dejar de ser humano. Ningún papa es mujer. Ningún Papa da la mano a los miserables que mueren sin Compostela ni Santo…¡La noche abarca con su manto a cuantos saben de desiertos y osadías!
¡Otro día vendrá…y Dios con todos!
¡Oh, Don Quijote Agotado!
¡Si tú supieras de qué vá este inmenso marasmo!
Un hombre en mitad de la llanura.
Armadura hecha añicos.
Caballero de una España Hidalga.
Todo apunta hacia tu origen, y tu locura
es la única razón para que los demás seamos cuerdos.
¡Cuerdos en el el día de hoy, ayer y mañana!
¡Que todos digan tu nombre!
Y el que no…se lo harán decir.
¿NO notáis su silencio?
¡Shisss! Casi nada resuena entre las paredes vaticanas. Siempre ha sido como ÉL deseaba. Un silencio que ahoga el pisar paulatino del Viajero de los Mundos. Papeles y libros viejos. Verdades como Templos…¿Dónde está el Padre? Nada reclama su presencia sino la ceremonia de ingreso en la larga lista de los “fumatos”. El cielo reclama su paso firme, su hidalguía a la española. ¿Dónde dirá lo que su pluma escribe a fuego? ¿Dónde será para ser? La Alemania Madre reclama en su seno al hijo que donó a la Madre Iglesia. ¡Esta vez el Silencio ha sido su lema! Nada que decir que no sea necesario. Sobriedad y aliño en las bambalinas. Los purpurados nada temen, pues las llaves de Pedro están bajo la almohada del Canciller de HIerro. ¡Shisss…! Nadie perturbe los labios cerrados de un Pontífice electo, pues es de rigor esperar su primera encíclica….”Silens…silentis”.