Archivo de la categoría: Relatos

Relatos

Las bicicletas son para cuando no llueve

La escuela de Damián estaba ubicada a pocos metros de la casa del señor alcalde. Justo por detrás, estaba la balanza para vehículos pesados, que casi siempre estaba en desuso o con poca actividad, al menos cada vez que Damián, aburrido de las clases se asomaba a la ventana para ver si veía algún perro vagar o algún gato subido a algún tejado, o gallinero…pero la balanza estaba siempre vacía de actividad. Él siempre buscaba algo que lo distrajera del aburrido e insoportable oficio forzado de escolar.

Su hermano mayor era un aburrido adolescente, que siempre estaba estudiando, siempre claudicando entre datos y más datos, atrapado entre letras poemas y textos. La piel de este adolescente sufría de atonía… Sigue Leyendo...

Colmillos

El Chiquillo aminoró la velocidad de la bicicleta, se adentró lentamente en el bosque, cruzando por el ondulante trazado.

Los rayos de Sol se entremetían a través de alegres hojas, que habitaban en ancianos y al mismo tiempo jóvenes arboles que albergan vida animal (y que los incendios forestales provocados arrebatan impunemente).

Un poco más adelante el camino se desmarcaba del bosque pero sin desentenderse del entorno.
A lo lejos se veía una casa de campo, también se veía ropa tendida bailando gracias a la música del viento (al margen de la sociedad general de autores). Sigue Leyendo...

Midnigth V

La misma rutina en la noche

1 limpiar a Midnigth con pañitos húmedos
2 encender la estufa eléctrica
3 acomodar la cama de Midnigth cerca de esta
4 dar leche con trozos de galleta a Midnigth
5 sacar un momento al patio
6 acomodar a Midnigth

De oro y plata (Relato) (3)

La puerta del toril se abre. !Sale el primer miura a la arena que parece gritar de espanto ante su presencia!. El público guarda silencio; un silencio que rasga el bochorno de la tarde. Es alto de agujas, “agalgado” o levantado del suelo, largo, de gran caja, huesudo, manos y patas altas, fino de piel y algo lavado de cara, con un peso exacto, según la balanza de la Plaza de la Maestranza de Sevilla, de 500 kilos. Su nombre es “Molinos”. Lleva, sobre el lomo, la divisa de los colores verde y grana con la A mayúscula y dos semicírculos en ambos lados de la A. Viene desde la legendaria finca de Zahariche, en la población sevillana de Lora del Río. Su señal es un henchido y muesca en la oreja izquierda y despuntado con golpe en la derecha. “Molinos” es de color cárdeno sangre. Los ojos negros de “Molinos” tienen “la mirada de la muerte”. La gente guarda silencio sepulcral… y le toca, por puro sorteo al azar, que lo toree El Torero de Plata que ha tirado el cigarrillo al suelo dispuesto a iniciar su faena. Sigue Leyendo...

Midnigth III

Ella no puede tener más tiempo en su habitación a ese minino, se ausenta constantemente y la beca no alcanza para cubrir un veterinario, tantas cosas que aquí no se dirán porque no se quiere excusar a nadie, no hace falta. Dedica ese día a buscarle un hogar mostrando las fotos en su celular, pero a nadie le gustan los gatos y menos los negros.

“… si fuera un perrito puede ser”

“no,no, si yo lo que quiero es deshacerme del que tengo”

“no, esos son una peste, por mi casa hay varios y no los quiero”

Midnigth IV

Los dos días siguientes fueron las mismas rutinas de los días anteriores, sin embargo Midnigth superaba la infección que tenía en los ojos y por la estricta dieta de té, leche y galletas dietéticas la diarrea había cedido un poco, sin embargo aquel tono opaco no abandonaba los ojos del animalito.

Cada mañana era lo mismo para ella, pues repetía el ritual de limpieza; a pesar de ello todo indicaba que ella decidiría quedarse con Midnigth, aunque se veía tentada a dejarlo en el jardín de la universidad; pero sus temores superaban esos pensamientos, pues sentía que de dejarlo solo, este no sobreviviría. Sigue Leyendo...

Midnigth II

Llega el almuerzo y su única amiga le pregunta por el rumor de que ella habría traído un gato a la universidad, al ser la respuesta afirmativa su amiga se ríe y pide ver al gatito, ella ya lo había hecho antes y la amiga lo sabía, también era consciente de las llamadas de atención recibidas y nunca atendidas por ella.

Vegetariana y firme en sus convicciones no podía dejar a ese gato cumplir su destino tan pronto, aquel día el minino se paseo en el jardín bajo la vigilancia de su protectora que ante cualquier estudiante bromista o jardinero torpe salía al jardín para que con su sola presencia dejaran en paz a su protegido; también pudo observar que mucho se conmovieron con la fragilidad de ese pequeño ser y le brindaban piezas de pan y pedazos de carne a escondidas de todos menos de ella. Sigue Leyendo...

Midnigth I

Camina ella en medio de las calles que desde hace casi tres años ha recorrido, varios pensamientos ocupan su mente…un sonido tac… tac… tac…

Llega al semáforo junto a tres personas sin rostro; esta a punto de cruzar la calle, tiene por filosofía no mirar a los lados antes de cruzar… tac, tac, tac… miau

Se detiene en media autopista y delante de ella una manchita negra maulla, pero el sonido parece más el de una cigarra, sin razonar, sin para ella continua caminando hacia el,se inclina y entonces el pequeñísimo animal es alzado del suelo, tan pequeño que ¡cabe en una sola mano! Sigue Leyendo...

Hacia nosotros mismos… (Teatro Virtual)

– Son las 9 de la mañana mi amor, levántate y ven a mí para iniciar otro nuevo camino. Ven. Dáme la mano e iremos hacia una nueva época.
– ¿A dónde iremos?.
– Hacia nosotros mismos.
– ¿Y dónde está eso?.
– Dentro de ti y dentro de mí.
– ¿Podemos viajar dentro de ti y dentro de mí a una nueva época?
– Sí. Si mantenemos la Esperanza
– ¿Y cómo mantenemos la Esperanza?.
– Con la Ilusión en renovarnos de nuevo y con la Fe de que ese milagro se puede conseguir.

Si tú me dices ven… (Relato)

“SI TÚ ME DICES VEN LO DEJO TODO… Y A SU BARCA LA LLAMÓ LIBERTAD… Y AHÍ ESTÁN AHÍ ESTÁN VIENDO PASAR EL TIEMPO… PORQUE EL FINAL DEL VERANO LLEGÓ… Y PORQUE EL AMOR ES UNA COSA DONDE NO HAY LUGAR PARA OTRA COSA QUE NO SEA AMAR”.

Si tú me dices ven lo dejo tod y me marcho contigo hasta el centro del corazón del Universo, allí donde anida la Existencia en su forma más Absoluta del Sentir; para que el Mundo sepa que no hay ni existe frontera alguna que pueda detener a mi corazón cuando se trata de ti, Liliana de los Ángeles (Lina de los Ángeles) que eres quien gobierna mi barca… Sigue Leyendo...

Guitarra de mis 8 cuerdas

“Yo canto a la chillaneja si tengo que decir algo y no tomo la guitarra por conseguir un aplauso. Yo canto la diferencia que hay de lo cierto a lo falso, de lo contrario no canto” (De Violeta Parra, poetisa chilena de San Carlos, en Nuble, nacida en 1917 y suicidada de un pistoletazo en 1967.

Guitarra de mis 8 cuerdas. Guitarra de mi Verdad. Yo canto sólo a gorriones que viven en la ciudad y, al salir a los campos, le canto a todas las flores que a mi paso hallo por ver si en ellas estás.

Joven septiembre en el mar.

“La calle de los Carmelitas, un tranvía azul, sol, septiembre, primer día después de las vacaciones, algunos volvieron de largas travesías, divisiones acorazadas entran en Polonia, los niños van a la escuela con ropa bonita, blanca y azul marino como las velas y el mar, como la memoria y la inspiración y las vides. Lo árboles se enderezan con respeto ante el poder de la mente joven, que aún no ha conocido el fuego ni el sueño, pero si se lo propone no va a tener dificultades (sin contar las fronteras invisibles)”. (De Adam Zagajewski). Sigue Leyendo...

De oro y plata (Relato) (2)

Aquello que se decía de que en Sevilla nadie sabía nada del Torero de Plata era falso. De su vida privada no se sabía nada, excepto algunos chismorrers y cotilleos productos de la envidia, que eran todos falsos… pero de su vida pública sí había alguien que sabía algo… por ejemplo, aunque muy poco, un tal conocido como “Nandito El Merenguito” que estaba sentado, para mejor ocultarse, en los tendidos de la sombra, junto a la Señorita Mora.

– Yo creo que es él. No puede ser cierto lo que veo. Parece un milagro. Pero esa mirada que tiene no la puedo olvidar aunque me empeño en hacerlo. Esa mirada tranquila y bohemia es la de él. Sigue Leyendo...

La Chica de Arriba

Llega la hora de salir del trabajo; ya es más de media tarde. La empleada sale a la calle, en su otra mano lleva una bolsa de plástico, color verde. Entre otras cosas hay una rosa que se asoma, ladeada y casi cayéndose al vacío de asfalto. La empleada camina cabizbaja, con cierta indiferencia. Tras sus gafas con montura de pasta color negro se esconde con timidez, un rostro amargado, serio y tristón. Su cabello parece grasiento y poco cuidado.
Es posible que la rosa que lleva en la bolsa forme parte de un juego social, de un mero ritual social.
La chica camina con apatía y al mismo tiempo con cierto ritmo psicosomático y automatizado. Su vestimenta carece de vida, de chispa, de naturalidad… Posiblemente sea de algún familiar de otra generación anterior, quien sabe. Sigue Leyendo...

Si tú me dices ven… (Relato)

“SI TÚ ME DICES VEN LO DEJO TODO… Y A SU BARCA LA LLAMÓ LIBERTAD… Y AHÍ ESTÁN AHÍ ESTÁN VIENDO PASAR EL TIEMPO… PORQUE EL FINAL DEL VERANO LLEGÓ… Y PORQUE EL AMOR ES UNA COSA DONDE NO HAY LUGAR PARA OTRA COSA QUE NO SEA AMAR”.

Si tú me dices ven lo dejo tod y me marcho contigo hasta el centro del corazón del Universo, allí donde anida la Existencia en su forma más Absoluta del Sentir; para que el Mundo sepa que no hay ni existe frontera alguna que pueda detener a mi corazón cuando se trata de ti, Liliana de los Ángeles (Lina de los Ángeles) que eres quien gobierna mi barca… Sigue Leyendo...

De oro y plata (Relato) (1)

Uno viste de oro y el otro viste de plata. El que de oro viste es pura apariencia majestuosa y arrastra a las masas que vociferan su nombre en medio de la caliente tarde sevillana de la Maestranza; donde tantas tardes de gloria dieron los mejores de todos los tiempos: Curro Cúchares, Pepe-Hillo, Espartero, “Gallito”, Pepín, Juan Belmonte, Antonio Ordóñez, “Chicuelito”, Pepe Luis Vázquez, “Cagancho”, Curro Romero, Arruza, César Girón, “Manolete”, José Tomás, “El Gallo”, Morante de la Puebla… Sigue Leyendo...

César y Don Antonio (Teatro Virtual)

PERSONAJES IMPLÍCITOS.- César Vallejo y Don Antonio Buero Vallejo.
PERSONAJES IMPLÍCITOS.- Ramón María del Valle-Inclán, Pío Baroja y Fernando Vallejo.
VOZ DEL VENDEDOR AMBULANTE.- Andrés Castillo.

Los señores César y Don Antonio se encuentran en el rellano de la escalera de sus viviendas.

César.- Dias negros, Don Antonio… días negros éstos que trae la prensa.

Don Antonio.- ¿Y se puede saber de qué prensa me está usted hablando?.

El Señor Rodríguez.

El Señor Rodríguez sufre de un dolor de cabeza insoportable. La noche del insomnio es larga, muy larga para él. Se mete en la boca una aspirina. Se acerca al velador y abre el primer cajón. Saca una fotografía. La mira. La vuelve a guardar en el primer cajón del velador. La noche sigue siendo un largo insomnio para él. Así que toma la determinación de quitarse el pijama y vestirse para salir a la calle. La noche es oscura.

El Señor Rodríguez pasea por una alameda donde jóvenes parejas se están besando. Ellos ensimismados mirando los ojos de ellas. Ellas entrecerrando los ojos para que los besos sean más profundos. Sigue Leyendo...

La abuela de los ojos con tristuras verdes (Diario).

Y en el infinito de las noches está siempre durmiendo esa especie de infancia que se quedó para siempre en el estanque humilde de los patos y el surtidor; en la rosaleda llena de flores por estar pensando en ti; con las puertas granadinas del retiro madrileño abiertas de corazón a corazón; con los ojos de la abuela buscando siempre la sombra de los atardeceres pensando en su hombre muerto hacía ya tantos años que el polvo del tiempo había cubierto su rostro de una tristura grande, tan grande como aquella fotografía en que estaba él, bien trajeado, en su día matrimonial… y yo, ajeno a los sueños de la abuela, siempre manteniendo la esperanza de encontrarte en ese pasear lento entre castaños de Indias, entre moreras enhebradas en las raíces del suelo, entre los arbustos siempre perfectamente recortados del parterre donde escondía mis pensamientos en una especie de juego que me era tan ajeno a su tristura que convertí mi infantil bohemia en una sonrisa blanca. Sigue Leyendo...

Café, tabaco y unas huellas de carmín (Relato corregido y reeditado)

Aquel viernes no era, desde un principio, igual que los demás. Para empezar, Laura no había citado a Luis en la misma cafetería de siempre. Esta vez era un nuevo local para él, una cafetería situada en los extrarradios de la ciudad que Luis no conocía de nada. A mucha distancia de la cafetería del barrio central donde todos los viernes Laura le citaba para comenzar el fin de semana juntos. Una cafetería muy lejana de aquella donde todos los viernes reiniciaban su romance idílico. No. Aquella cafetería de este viernes era totalmente extraña para él. Sin embargo, ella, Laura, estaba allí completamente serena, segura de sí misma, completamente a gusto. Así que él dedujo que no era la primera vez que Laura tomaba café y fumaba un cigarrillo allí, ante una de aquellas mesas de madera de color caoba. Era una manera de comenzar el fin de semana enteramente nuevo para Luis. Sigue Leyendo...

Lo violeta de tu sueño (edición actualizada)

Lo violeta de tu sueño es hoy un color y no un dolor que, escondido en la bahía, da rienda suelta por la espita del llanto. Lloras. Cae la tarde. La barca se ha ido sin ti. Me acerco a la orilla a invitarte a pasear por los sueños. Hay pájaros amarillos que sobrevuelan los álamos y nos acompañan. Ahora duermes en la humilde cabaña de nuestra bahía. Yo, mientras tanto, me voy al puerto. A solucionar tu sueño. Regreso a casa. Sueñas. Mañana el violeta de tu sueño será de color azul porque, al fin, vas a conocer los misterios del mar. Te doy un beso en la frente y la luna despide un reflejo de majestuosa presencia. Sonríes. La lluvia ha dejado de llorar. El viento fresco mueve las ondas de tu cabello y el mar se ha vuelto blanco, tan blanco como tu corazón por dentro, tan blanco que ppuedo escribir sobre él mil veces la palabra AMOR… y yo me vuelvo a la bahía para, por el camino, arrancar unas cuantas amapolas y unos cuantos trigos verdes para hacer un ramo de flores con las violetas que hay junto a la cabaña. Lo violeta de tu sueño es hoy una realidad dorada. Y yo, mientras tanto, me voy al puerto a seguir inventando sueños y escribir la palabra AMOR sobre la blanca superficie del mar. Sigue Leyendo...

REMINISCENCIA

Tal vez nunca nos vamos totalmente,
se nos quedan pedazos
en las vueltas de la vida,
y así se me pegó tu sonrisa
estará allí para simepre
como un girón de atardecer,
la curbatura de tu mentón como
cosa deliciosa,
…añoranzas indecibles…
¡Qué lejos estas!

Sueño ilícito

Anoche tuve un sueño atroz e ilícito. Estaba en un gran salón de fiestas, con altas columnas de mármol blanco y profusas decoraciones doradas. Creo que era un baile de máscaras. Bailábamos juntos. Llevabas puesto un vestido blanco de tul volátil y una careta con plumas negras y plateadas. Tu belleza trascendía la comprensión del instinto. Muy cerca de mí tenías tu rostro y yo respiraba tu aliento y su sabor me hacía arder el corazón en un fuego delirante. Girábamos ceñidos. Sostenía tu pequeña mano derecha en mi izquierda, palma contra palma, con nuestros dedos entrelazados; recuerdo que estaba húmeda y tibia. Aquel tacto hermoso absorbía todo mi ser con una intensidad que jamás experimenté antes. De pronto me despertó una garra invisible estrujándome la garganta. La infausta atmósfera real envolvió mi ser sin tregua. Y descubrí que aún tenía la humedad y el calor de tu mano grabados en la mía. Sigue Leyendo...

Es una tarde conocida (reedición)

Dos caracolas con quienes escuchar en una playa donde se confirma que algo de nuestros sentidos se ha unido con la arena. El manojo del espacio es algo de nostalgia bajo el peso de una caliente tarde tan frágil como el herrerillo común con su plumaje azul y amarillo: mar y sol en el centelleo de la playa. Recuerdo sólo algunos sueños en medio del tiempo blanco. No me hace daño hoy recordar ese momento de la mucha luz escribiendo a alguien un “suelo llamar a todo un volver aquí”. Estoy en ningún sitio especial salvo aquel lugar en que escucho dos caracolas en la playa. Sigue Leyendo...

El otro y yo (Relato).

El otro y yo, niños todavía, seguíamos el mismo camino de las rojiblancas albas, buscando entre el rojo y blanco del amanecer, a la misma Princesa que habíamos soñado las noches anteriores. Él iba siempre el primero y por eso le llamaban El Señor de Oro. Yo iba siempre detrás, situado a cierta distancia, y por eso me llamaban El Caballero de Plata. Él me servía de guía y de faro en aquel voraginoso transitar por las calles. La chica del reloj nos servía de cronómetro para saber a cuánta distancia estábamos de la costa y cuándo sería la hora de llegar a la cima. Él y yo soñábamos con la misma Princesa, pero el problema, imposible de solucionar, era que la Princesa sólo amaría a uno de los dos. Sigue Leyendo...

Otro día en París (Relato reeditado y corregido)

Dicen las noticias que la ciudad está bloqueada. Los accesos y las salidas de la capital se encuentran cerrados a cal y canto debido a las espesas y gruesas capas de hielo y nieve que hacen imposible el tránsito vehicular en todas las direcciones; así que he determinado tomarme el asunto con la mayor tranquilidad posible y quedarme, otro día más, encerrado en el salón del hotel donde, ahora mismo, todo es una barahúnda de idas y venidas, con los mozos de los equipajes yendo de un lugar a otro sin acertar, definitivamente, a quiénes dar prioridad en estos momentos de angustia general declarada. Sigue Leyendo...

Yasuní (Cuento Japonés)

El joven Yasuní se descalzó las sandalias y entró en el templo más antiguo de Kobe, el templo shintoísta de Ikuta. Fundado por el emperador Jingú muchos años antes, fue construído por orden del Gran Poderoso Dios Wakahiru-me (El Sol Naciente) y superaba con mucho a los templos de Hirota (dedicado a la Gran Diosa Ama-terasu, la Diosa de la Luz) y de Nagata (dedicado al Gran Dios Ebisu, el Dios Pescador).

Toda aquella pesada carga de Dioses del Panteón Japonés le aplastaba materialmente el cerebro al joven Yasuní, el hijo del viejo samurai Nikoto Nakajima. Sigue Leyendo...

“Melchorín”, “Gaspariño” y “Baltasaro” (Teatro Virtual)

SE SUBE EL TELÓN.

Tomasa.- !Menudo trío de pájaros, Tomás!.
Tomás.- !Pajarracos más bien, digo yo, Tomasa.
Tomasa.- !Mira!. !Mira a “Melchorín” dándoselas de jefe!.
Tomás.- Parece el Mago José Luis, sí.
Tomasa.- !Demasiado magro para mi gusto, que no tiene más que tripa y pellejos!.
Tomás.- ¿Y qué te parece la cantidad de flechas que lleva en su uniforme?.
Tomasa.- Pues que combinan muy bien con sus lecturas.
Tomás.- ¿Es que el tal José Luis “Melchorín” lee algo?.

“ligonauta” y “vivirín” (neologismos)

Ligonauta, en el Diccionario Vorémico Dieseliano, es todo aquel que se las da de “guaperas” con las niñas quinceañeras porque con las de dicesieis años en adelante es incapaz de comerse una rosca. Dicen a los demás que ligan mucho cuando lo único que logran, alguna que otra vez, es dejar con la boca abierta a una niña de quince años o de menos de quince años de edad. Se miran y se remiran mucho en el espejo antres de salir de “cacería menor” (niñas menores de quince años) porque la “cacería mayor” es un imposible para ellos. Cuando a sus parientas les dicen que van de “caza” intentan engañarlas tomando una escopeta de ferias (ya que escopeta de verdad son incapaces de coger pues se asustan en cuanto una chavala de 16 años de edad se pone en frente de ellos). Esta palabra está relacionada directamente con “vivirín”. Sigue Leyendo...