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Relatos

Son cosas del amor (Segunda Parte)

!Cuánto deseo de estar vivo junto al precipicio de tu presencia tan sutil como el recóndito cariño de tu inacabable fuente amorosa!. La sed se me hace oficio para beber de tus labios alimentados de horizontes y hacia allá, hacia esos horizontes continuos, camino con las horas del congraciente encanto al igual que la sinfonía del suspiro se va elevando hacia la cumbre. Y me ajusto a tu diario alimento como un acto astral lleno del sentido de la existencia.

Con el beso penetrando en la razón

Los mirlos han callado pero su canto anterior repercute en el eco de esta mi memoria de lluvia de pájaros silvestres. No cesa el sol de calentar las copas de los árboles y existen sonidos del alma dentro de mi corazón. Estoy creando una distancia repetida entre mi ser y mi estar en este día de brillosa luz solar, con el beso penetrando en la razón tal como lo conozco yo.

Espejo de Estrellas

La playa negra acariciaba la planta de mis pies marchitos. El mar, encierro de misterios, volvía a hablarme como lo hacía con el hombre en tiempos ancestrales. Las pequeñas luciérnagas, titilaban a mi paso, demostrándome como la vida, por dónde debía caminar. No había estrellas fugaces, ni fogatas, ni tesoros escondidos descubiertos bajo tenues luces de lámparas de queroseno. Solo estábamos la oscuridad y yo, tertuliando en silencio con la playa de mi corazón. Las luciérnagas mágicamente me abrían paso a una transición, un portal. Mis ojos vidriosos y ajados, brillaban como queriendo entregarse. Mi piel, oxidada por la vida salina y por la ausencia de mi amada, se entregaba a las sensaciones astrales que ofrecía aquella noche. Sigue Leyendo...

Sin cabeza

María se despertó con un fuerte dolor de cabeza. Se había pasado toda la noche en vela puesto que había perdido la cartera donde llevaba el Documento Nacional de Identidad y el Pasaporte que le eran completamente necesarios para su anhelado viaje a Tailandia. Llevaba décadas soñando con el viaje y ahora debía darse prisa… pero mucha prisa… para sacarse un nuevo Documento Nacional de Identidad y un nuevo Pasaporte. Se tocó la cabeza. Le dolía terriblemente. Así que se levantó rápìdamente y se dirigió al lavabo.

Abrió el grifo del agua fría y metió la cabeza debajo del agua. Notó como si le pincharan con agujas en las sienes y poco a poco levanto la cabeza para mirarse el espejo… Sigue Leyendo...

E l Esperado Tesoro.

Cada día, pendientes de su hora de llegada, esperábamos mirando por la ventana antes que golpeara la puerta con sus grandes manos,estaba yo con la puerta abierta para que entrara con su cargamento de tesoros recolectados de la basura de otros.Pero no todo eran tesoros,también venían los infaltables pasteles de la pastelería Mozart, y el tostado y crujiente pan que acompañaría la comida.
No hubiéramos saboreado nunca esos pasteles de no ser porque se los regalaban, pues si algo siempre era poco,era el dinero en aquella época y con una familia tan numerosa.
Al momento de descansar mi padre ponía el tesoro a nuestro alcance y nuestras pequeñas manos hurgaban hasta encontrar una pieza de valor que podía ser unos libros,pulseras, ollas usadas,sártenes, botellas vacías, trozos de cañerías de metal,carteras, zapatos, joyas de plata u oro que seguramente por distracción alguien tiró en la basura. Sigue Leyendo...

El carruaje

El adoquinado de la calle se clavaba en mis pies casi descalzos, mientras mis pequeños pasos me conducían hacia la vieja y destartalada casa donde me cobijaba desde hacia poco tiempo al llegar la noche. Una lluvia fina había caído casi ininterrumpidamente a lo largo de todo el día, y ahora, una espesa niebla envolvía las calles acompañando la llegada de una noche que se adivinaba intensamente oscura.

Me aparte hacia un lado al escuchar el sonido de los cascos de los caballos y del traqueteo de los carruajes que transitaban sin descanso a esas horas por la calle. Observe como alguna rata sorteaba a los caballos para acabar escapando calle abajo. Mis ojos vidriosos por la fiebre quedaron prendados de los dos caballos blancos que se acercaban al trote, majestuosos y perfectamente acompasados como si de un baile nocturno se tratara. Sigue Leyendo...

Cuando la luna se equivoca

Cuando la lluvia se equivoca es que ha venido a mojar mi corazón mientras yo dormía con los besos llenos. ¿Cuántos abrazos en la noche habré dado mientras la lluvia se equivoca de lugar?. Quizás cientos o quizás miles… pero las caricias de los encuentros amorosos siguen viniendo cada noche en que la luna se refugia en el fondo de tus ojos.

Cuando la lluvia se equivoca no ha cedido mi espíritu y ha seguido amando la complicidad sin temblor, alegre, con un poco de magia tan simple como querer seguir besándote.

Mi mundo.

Aniquilé mis recuerdos como si no fuesen míos y si del viento y del atardecer de otros.

Contemplé el calvario de la ciudad desde la simple y desinteresada imagen de mi mundo.

Nada iba conmigo, nada robaba a nadie. Ni tan siquiera en el compartir de los días. Así que partí. Cogí mis cosas y marché lejos de aquí hacia una nueva era. Hacia mi auténtico y glorioso yo.

El existente definido

Los ojos se abrieron de improviso, como si fueran los de un robot que acababa de ser conectado. Al incorporase leyó en el suelo un gran titular. Tres varones blancos y uno negro, de edades comprendidas entre los 25 y los 40 años, habían asaltado el generoso banco de la Asunción. El resultado era de tres muertos y cinco heridos sin que ninguno de los asaltantes hubiera sido detenido. No quiso poner la radio suponiendo que aquello sería un tema hiper-presente en los noticiarios de la mañana. Necesitaba reducir el mundo a las cuatro paredes de la cocina y al aroma plástico del café soluble. Después bajó a la calle y se dirigió a la parada del tranvía. Todos los rostros eran grises, agrios, y tan solo podía verlos como a varones que oscilaban entre los 10 y los 75 años, altos, delgados, de manos grandes, y como a hembras rubias, morenas, castañas, pelirrojas que oscilaban entre los 6 y los 55 años. Sigue Leyendo...

La Dama…

Cuentan en un pueblo una vieja historia sobre una dama… Una dama que siempre anda vestida de negro y que vigila un bosque que hay por el lugar. Dicen que solo se la ve durante el invierno, cuando las copas de los árboles se tiñen de blanco y la hierba se vuelve pálida y frágil. Es entonces cuando se la puede ver vagando con su vestido negro que resalta sobre la palidez de su piel y de sus labios, blancos como la nieve misma. A veces, suele aparecerse ante viajeros que pasan por el bosque o jóvenes perdidos que no encuentran su camino… Es en ese momento cuando, acercándose a si víctima, extiende sus blancos brazos mientras susurra:<>. Sigue Leyendo...

Cachitos de una vida (20)

Justo a la semana les llegó la documentación completa de la admisión de la niña junto con el libro de calificaciones en el que le irían poniendo las notas en los posibles cursos, el libro era de tapas gruesas de cartón rígido en color azul, lo abrió y en la primera página estaba su foto con el sello del centro en la siguiente página estaba la nota que sacó en el examen y una serie de escritos que no eran relevantes para ella. Estaba más feliz que el día que tuvo su primera muñeca, esta vez su sueño era realidad.
Al día siguiente en la escuela solo hablaban de ella y la suerte que tenía de ir al instituto , debía de empezar lo antes posible para no perder el curso , así que esa semana sería la última en el colegio que tanto le había dado , pero del que estaba deseando de salir . Sigue Leyendo...

Donde se mecen los renaceres

Una bandada caliente de nubes melancólicas viajan hacia el oriente y van inflamando esta hora de mi existencia. Hora roja sobre la yerbecilla verde crecida junto a la barandilla perenne donde las sombras quieren llenarse de luz. En el rosado poniente laten los pájaros. Hay una vida que recuerda pensamientos y el alma canta como grillo sobre los trigales de la pradera.

Desnuda está la primavera con su cuerpo hecho de agua y viento. La seda blanda de los algodoneros envuelven la carne de la música loca. Y bailan todos los frutos en las ramas frescas mientras las mariposas hacen bromas con sus serenas sonoridades de mata en mata, de rama en rama, de flor en flor… Sigue Leyendo...

Quiero

Quiero estar cerca de ti, quiero ser capaz de reconocer tu voz entre miles de ellas. Quiero dejar de soñar y que todo se haga realidad, quiero conocer aquello que te disgusta y todo aquello que te encanta. Quiero poder mirarte a los ojos, quiero ser alguien en tu vida, quiero que lo que yo sienta sea lo mismo que tú sientes. Quiero conocer el sabor de tus labios, quiero cruzar miradas contigo en las que tan solo con mirarnos sepa qué me estás diciendo, quiero tocarte, quiero saber tu olor y que se mezcle con el mío, quiero que conozcas cada rincón de mi cuerpo, quiero acariciar entero todo tu cuerpo, quiero que tus labios rocen los míos, quiero perderme contigo, quiero que tú quieras… Sigue Leyendo...

Marionetas

La agónica tarde llega al colapso de su taquicardia de luz. En circulación los aleteos de algún gorrión que celebra, de forma retardada, los últimos minutos de las palabras del viento. Una especie de interpretación de títeres colgados de las ramas de los árboles parecen los reflejos de las sombras de los enamorados que se besan mientras pintan corazones en la corteza. Es hora de llegar a alguna parte. El paseo itinerante se alarga bajo la luz de la luna y un relámpago nocturno anuncia lágrimas del cielo. En este caso nadie es culpable de nada…. solo la inocencia de estar reconociendo que somos marionetas bajo el cielo que maneja un Dios invisible. Sigue Leyendo...

Cerdos Vegetarianos

¡Por allí, por allí arriba!, Sí, sí ahí. Eso es. En aquella casa vive José. Quizas tenga unos 58 años, más o menos.

Al otro lado de la montaña, tiene su granja de cerdos, para él todo un orgullo.
Cuando puedas escucharlo hablar del asunto, sabrás a que me refiero.

Pues bien, no se cuantos animales tendrá allí dentro… Aquello es grande.

Esta dividido en departamentos…

El último deseo de Nencini

Ambroggio Nencini levantó la cabeza y descubrió a la pistola apuntando directamente a sus ojos.

– !Llegó tu hora, Ambroggio!. !Ya no te queda otra que morir!. !Pídeme sólo tu último deseo en esta vida y te juro que lo cumpliré!.
– ¿Seguro que lo cumplirás?.
– !Te lo juro!. !Lo cumpliré como me llamo Carlo Negroponti!.
– Entonces… te pido… como último deseo… que no aprietes el gatillo.

Así fue cómo salvó su vida Ambroggio Nencini…

Nunca es tarde.

Perdí la razón hace mucho. No recuerdo el momento pero sé que era otra.
De pronto mis paredes se pintaron de blanco, mi suelo se puso frió y mis pies se descalzaron.

El techo quedaba alto, aunque con los días bajaba. Llegué a pensar que moría. Que moriría sin ver la luz.

No había puertas, no había ventanas. Y de pronto sucedió lo inevitable. Morí. O por lo menos creí morir. Yací en el suelo sin alma, sin sangre y sin más.

OLVIDADO LUGAR

En medio del frio de la noche me dirijo hacia aquel olvidado lugar donde me siento protegida, donde la única muestra de afecto que siento es el viento acariciando mi pelo… Camino bajo la lluvia y entre mis manos llevo el amuleto que tanto desee entregarte. Ese amuleto demuestra lo que te quise, lo que me importabas, ese amuleto me acompañó en todos los momentos que creí que estabas conmigo pero, una vez más, descubrí que me encontraba sola.

Pienso que sentí demasiado rápido, tan rápido como el segundero del viejo reloj de mi cocina, tan rápido que no supe ver lo que realmente había…pero ahora es todo lo contrario, ahora todo va tan lento, ahora, justamente ahora que creí haber logrado ese momento tan esperado, la persona a la que quise entregarle mi amuleto me demostró que no se lo merecía. Sigue Leyendo...

El vuelo de una mariposa.

A paso lento un niño aparece de entre los árboles. Su inocencia le conduce hasta una hermosa mariposa de vivos y plateados colores.

Con sus pequeñas y suaves manos la agarra con la ligereza de una pluma.

Cierra lo ojos y al querer besarla el viento sopla y sopla, las ramas crujen y las aguas se alzan hacia el cielo. Y de él no queda nada. Más que una mágica estrella iluminando a la negra noche.

De pronto, aparece en mi oscura habitación un ángel. Un hombre con mirada de niño y profundidad clara escondiendo mis manos entre las suyas.

En lo hondo…

En Lo Hondo
En lo hondo hay un agua despierta que se brisa en las miradas de las espigas calientes. La gran sabiduría del silencio discurrre acompañada del olor salvaje de lo eterno. Braman las olas en lo hondo de las espumas que sitúan su tiempo en mi barca navegante. Los verdes haldares de los árboles costeros contagian de luces de madera a la mar silente. Es la historia inolvidable de la claridad del oreo azul. Cielo y mar se acunan para darle llamadas a las tierras. En el aluvión de este hondo sentimiento se detienen los momentos circulares de la vida y las horas refugian sus minutos en las velas blancas. Sigue Leyendo...

Cachitos de una vida. (19)

Ni se acordaba de que tenían que darle la nota de la prueba, no esperaba haberla pasado, ya no hacía ni caso al tema del Instituto. Pero a los 20 días del examen llegó una carta certificada, el cartero hizo firmar a la madre la entrega de la carta, con esmero la abrió pensando sabe dios que nuevas llevaría la misiva. En silencio la leyó, en ella le hacían saber que la niña era admitida para estudiar en el centro los estudios de bachillerato ya que había sacado una de las notas más altas , debía pasarse por las oficinas del centro para entregar datos de la niña y una foto para la ficha. Buena cara no puso ya vería lo que hacía pues quedaba consultarlo con el padre al regreso de su trabajo. Sigue Leyendo...

Miré tus ojos y ví…

Miré tus ojos y vi una frontera infinita en la que no había barreras porque estaba destinada a ser la apertura de la música de tus miradas. Ví un inmenso territorio de excursiones por los valles profundos de tus pupilas y vi un amor intenso en el color de sus iris. Miré tus ojos y me quedé soñando…

Un extraño…

Había un alboroto a su alrededor, el paso de la gente, una bolsa que arrugaba un niño, alguien mascando chicle, el sonido de un teléfono móvil de alguien que esperaba la llamada con mucha ilusión, una chica mordiéndose las uñas a la espera de que le dijeran una noticia… pero él permanecía paciente en aquel lugar, el era toda señal de tranquilidad en medio de todo aquel ruido. Se encontraba aislado de la realidad, como si fuera inconsciente e ignorante a todo lo que pasaba a su alrededor, miraba como si no estuviese mirando, volvía a mirar como si algo se le hubiera escapado y de repente agachaba la mirada hacia el suelo. Sigue Leyendo...

!Cuántas historias para comprenderte!

!Cuántas historias para comprenderte, amor, en este singular viaje por la vida!. !Cuántas historias llenas de sucesos y de aventuras mágicas para saber quién eres y en cuántos lugares vivimos nuestras existencias que siguen forjándose en este viaje en común alrededor de eso que llena nuestros momentos íntimos e intensos!.

Más allá de todo tiempo vacío tú llenas de contenido mis horas pausadas en el compás de tu presencia. Un paseo que se me hace contexto de poesía, lectura de un bello cuento; el epicentro de todos mis sueños. Mil y un relatos nacen de tus vivencias y son tus hechos movimientos giratorios que dan impulso a mi barca como brújula de los vientos. Y así, ella navega hacia el horizonte que otean tus profundos ojos. Sigue Leyendo...

Destellos

Luego de una larga espera, la lluvia paró. Ahora se escuchaban a los grillos escondidos en la noche. Ciertas gotas golpeaban las piedras atrapadas por charcos. Algunos postes iluminaban la neblina casi disipada. Aunque hacia mucho frio había una misión que cumplir. Con el paraguas, por si el cielo quería llorar, la abrí y empecé a caminar, como temeroso del firmamento y sus sorpresas. De algunas casas salían pasos, casi inseguros, pero entusiasmados; también seguirían. El cielo estaba de luto, eso parecía sugerir. Con los niños, estrellas en la tierra, se respiraban las ganas de potentes sonidos que iluminen el gran manto negro. Y con sus ponchos andaban persiguiendo la dirección de “los castillos”, eso escuche decir. Sigue Leyendo...

UN OBJETIVO COMUN

El C.F. Barcelona se proclamó, por tercera vez en su historia, campeón del torneo mas prestigioso que un club de fútbol puede conseguir: la Copa de Europa. Con ello ha culminado una gran temporada, posiblemente la mas exitosa de su dilatado historial.

Hasta aquí todo tiene una explicación muy sencilla. Practican un gran juego. Alegre, de ataque, de apoyo continuo entre todos los jugadores, y de una altísima calidad técnica; con UN OBJETIVO COMUN muy simple: marcar mas goles que el equipo contrario.

El camarada Océano

El camarada Océano se ha salido de sí mismo y es ahora un mar de palabras con paráfrasis fotovoltaicas que se comunican con todo lo relacionado con las olas de la mar. Allí, rodeado de lobos marinos, se ha transformado en pirata de los vientos, llenando su vida de corsarias amantes para convenirse en ciudadano independiente en todas las islas del Caribe.

El camarada Océano ha contemplado las orgiásticas coreografías de las ninfas sobre los “mares de cartón” del teatro acuático y él, un héroe de la antiglobalización, se ha rodeado de delfines intelectivos para aproximarse a los textos diletantes de los viejos marineros. Sigue Leyendo...

Galería

Este fue el primero de la cosecha. Aunque más bien debo decir que este fue el que inició la posibilidad de la cosecha, pues a éste lo encontré de casualidad. Roque Pillastres, ¿se acuerda? Sí, efectivamente, el que cantaba BLACK DANCING IN THE DARK. ¿Sabe que le gustaban los helados de fresa rociados con cocaína? Yo le complací. Pero ahora nadie se acuerda de su segundo single FURIUS WOMAN. ¿A que no? Las cosechas solo duran un año, a lo sumo dos, como me ocurrió con éste. Una cosecha de un año siempre suele ser buena, pero si se estira para un segundo la cosa degenera. West Anfibiuos vino a mí siendo un buen actor que estaba a punto de realizar un papel en una Telecomedia y necesitaba a alguien que le ayudase a negociar el contrato. ¿Se acuerda? Sí, efectivamente, el que siempre repetía la coletilla al final de capítulo. Sigue Leyendo...

Noche espesa

Entre estas palabras de sonámbulo pactante con las estrellas bohemias me hallo soñando pleamares de profundidades que se mezclan con la realidad para tranformarse en un ciclo de pasión entre los brazos del Sueño. Sí. Del Sueño apalabrado con la misma magia de la luna titilando en el consumo necesario de las letras. Y me siento en el viejo banco de madera que existe en el parque para verme a mí mismo en los reflujos del agua que surge del surtidor de la fuente. Aquí. Más cerca del corazón. Más lejos del mundo. Más mezclado en el universo de los sentimientos en esta noche espesa de luna con estrellas avizorando las fantasías de un poeta que se duerme en el Sueño. Sí. en el Sueño de las estrellas bohemias… Sigue Leyendo...

La mancha roja

El móvil de Laura sonó a las nueve de la noche en punto…

– ¿Sí?.
– Hola Laura. Efectivamente, como ya te había avisado, Elena acaba de salir de viaje de negocios por todo el fín de semana. Vuelve a casa el lunes por la tarde… así que… vístete todo lo más guapa que puedas y
vente a casa… que te estoy esperando con las hormonas a tope…
– Carlos… !me da un poco de miedo!.
– No vamos a ser descubiertos por nadie. No te preocupes, Laura, Elena no se va a enterar jamás de nuestras relaciones sexuales… Sigue Leyendo...