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Relatos

Continúa…

El respeto que quería conseguir lo tenía frito tal vez no tenía los ropajes ni la estatura, ni el timbre grave de voz ni el dinero, ni las medallas o el poder que se necesitan para inspirarlo; en todo caso esto era mejor que querer morirse todas las noches en verdaderas luchas contra sueños apretado a su almohada en agonizantes quejidos que más de una vez lo vieron tirado en un bar de copas o siendo presa de algún inescrupuloso bandido del lugar en el que estaba. La máxima expresión de respetabilidad que un poco lograría es por su corazón de buen cristiano aunque muchas veces negara su verdadera existencia en este mundo terrenal; tal vez terminaría creyendo en que Jesús era real por el hecho de haber propiciado que su filosofía del amor se hiciera carne en las personas o por la esperanza de que esa promesa fuera una única alentadora respuesta a esta miserable miseria en la que todos vivimos – quizás-. Sigue Leyendo...

y sigue… no para!

A lo mejor tenía muchas opciones en las que respirar por la herida era una de las que había desechado; cuando se cansó de vivir y de probarlo todo en la vida y ya la motivación no llegaba a él, eligió descubrir en lo desconocido, una esperanza alentadora para poder seguir; seguir, sin culpabilizar a nada de nada y así se animó a ver entre las líneas de la metafísica y de la cuántica, al ser espiritual al que siempre quiso llegar a ser. De chico, su padre le llevaba al estadio a comer empanadas y a ver al equipo de sus amores jugar al fútbol y éste fue llevado también a asistir a las corridas taurinas por lo que son cosas de las que no podría desembarazarse tan fácil hasta entrada su edad de la razón en la que tenía claras las películas y al mismo tiempo, cada día fuera el inicio nuevo de romper más paradigmas para poder avanzar en ese mar de emociones y vivencias que significan nuestro paso por este mundo. Sigue Leyendo...

Ana Grama

Está ya felizmente solo; no sabía que podía sentirse así, se puso a recordar desordenadamente todo lo que había vivido y pensaba que era hora de, rebosante, verter. Conoció a destellos a todo tipo de gente y quería relatarlo todo desde el bobo que fuera su mejor amigo hasta sus pensamientos más mórbidos o costumbres más ocultas como cuando metía sus narices bajo la camisa mientras defecaba para oler profundamente sus propias pestilencias; era un sujeto diferente -quién sabrá cuan diferente- cuando cada persona lleva su propia particularidad sobre su coronilla. Sigue Leyendo...

hasta entonces Parte 3

Verdades

Solo te hace falta un paso para salir de mi vida
que irremediable no crees?
pienso que no debí dejar que te fueras, por que
todo lo que te he dicho no son solo palabras
tu te convertiste en el impulso elemental en mi vida
eras la chispa que encendía mi respiración.

El hombre ideal…

… Y después de tantas situaciones complicadas en su vida, ella creyó tener enfrente de sí a ese hombre ideal, el cual la miraba con unos ojos llenos de ternura, y mucho amor, con tanta paz, como nadie antes la había visto, es entonces cuando ambos se funden en un beso y…

Suena el despertador avisando que es hora de ir a trabajar jajaja… jajaja… ^_^

(Todos en algún momento hemos soñado con ese hombre o esa mujer ideal, pero la verdad cuando lo encuentras en la realidad, es lo mejor de nuestra vida, con todo y sus defectos y virtudes!!! ^_^) Sigue Leyendo...

Hasta entonces (Parte 2)

Partida…

Como te enredas en la vida de alguien?
Peguntaste mientras esperábamos turno.

No se responder a eso pero usualmente ocurre al abrir una puerta,
Dije sonriendo (recuerdo que nuestros mundos colisionaron de aquella forma)
habíamos acordado tantas cosas y fuimos forjando otras tantas en secreto,
nos hicimos a la idea de combatir el desengaño, de seguir hasta donde fuera posible

Hasta entonces (Parte1)

Eres Feliz?
Te pregunte mientras andábamos, quería que la pregunta surgiera
de pronto, como un hueco inesperado en el camino, no deseaba un si,
y no anhelaba un no.
Lo soy, respondiste naturalmente, que significaba aquello? eras feliz
en aquel momento?, eras feliz conmigo?, o eras feliz por otras razones,
no debí preguntarlo nunca, escapo como un suspiro contenido,la retórica
de la respuesta me tenía dando vueltas, terminaste aquella frase y
presionaste mi mano, eso fue el equivalente a ser tomado justo antes de
precipitarse al vacío. Sigue Leyendo...

Malvada Locura 5 (5º relato de la serie Malvada Locura)

Malvada Locura 5
(Quinto relato de la serie Malvada Locura)

Ya no recuerdo, ni cuando, ni como sucedió: sólo recuerdo que él vino una noche, envuelto en un olor a flores marchitas, tomó mi voz y se fue dejándome mudo para siempre. Desde entonces no he vuelto a pronunciar una sola palabra.
Quisiera volver a escuchar mi voz, quisiera gritar bien alto mi nombre… pero sobre todo, quisiera pedirle que no se vaya, cuando entra cada mañana en mi habitación para hablarme como si yo pudiera contestarle.

Testimonio, sobre un hecho real y raro. Breve.

Me lacera el alma saber que estoy en lo cierto. Era tan hermosa la duda, ahora, habito una certeza absoluta, ¿eso me convertirá en un inhumano o en un fundamentalista? Ya no creo en Dios. Estoy seguro de Él. Ocurrió una noche rara, donde me sentía mal pero mucho. Entonces tomé la Biblia, para encontrar una frase al azar, fuera la que fuere.
Leí una frase: “Yo veía a Satanás caer como una estrella, antes que el mundo existiera”. La había dicho Jesús, en el evangelio constaba. Caminé hasta la ventana, meditando hondamente esa frase única. Miré al cielo y en ese momento…..¡zas! cayó una estrella. Entonces, me sentí bien. Pero mucho. Sigue Leyendo...

Malvada Locura 4 (4º relato de la serie Malvada Locura)

Malvada Locura 4
(Cuarto relato de la serie Malvada Locura)

No lo entiendo Max, lo único que me tomo en serio es justamente lo que no me sale. No sé como hacerlo, ni sé si algún día lo conseguiré, pero si hay algo en este mundo que deseo, es que lo mío con M. empiece a funcionar realmente, sin peleas, sin discusiones. Lo deseo con todas mis fuerzas, te lo juro, así que me detengo a pensar seriamente antes de actuar, hago lo posible por no cagarla y terminar metido en una estúpida discusión, pero haga lo que haga, al final, terminamos arrancándonos el pellejo ¡Maldita sea! L., te quiero y deseo pasar lo que me queda de vida a tu lado porque no soy capaz de imaginar mi vida sin ti… pero no tengo agallas para decírselo. Eso me jode, me cabrea, me enloquece y entonces, de repente, en medio de todo el follón, ella me dice que no sé que es lo quiero. No soporto que me diga eso, me entran ganas de escupirle una llamarada de fuego y reducirla a cenizas, ¿cómo que no sé lo que quiero?, ¿a qué coño se refiere?, sé muy bien lo que quiero, tanto que me siento permanentemente frustrado: ¡Te quiero a ti so” zorra”! ¿Te has tomado la molestia de pensar en ello, aunque sólo sea por un instante? Sigue Leyendo...

Pasaron los años…

Pasaron los años y los meses y esas pequeñas cosas que llamamos días de esas grandes cosas llamadas horas. Y pasaron los largos minutos con sus cortos segundos. Y yo me fui quedando… quedando… me fui quedando en la orilla mientras todos, a mi alrededor, se hicieron grandes, se hicieron mayores, se hicieron viejos. Y entonces tuve que aprender a hablar con los árboles de las alamedas ciudadanas, con los gorriones de las calles ciudadanas, con las palomas de las plazas ciudadanas… para tener compañía.

Experiencia de tercer mundo

Estando la noche oscura, atravesando la neblina, se encuentra en la esquina del barrio un viejo bar, de no muy buen aspecto, de bajo presupuesto decorativo, con karaoke y un guachi en la esquina. Casi mala-muerte. La salonera era hermosa, joven, con sus tetas ajustadas y el jeans rebosándole los gorditos por encima.Eso la hacía ver algo acostumbrada a una vida desinteresada.
— Ud no es de aquí ¿verdad? – me dijo un roquito junto a mí. Tenía una ligera sonrisa de idiota después que me vio discutir con la lacra del guachi.
No le hice caso, y seguí en mis pensamientos. Y es que en ese momento, pensaba en cómo deshacerme del bendito guachi y su cómplice que me venían calculando para asaltarme. Sigue Leyendo...

Buen Día

Son las 7,50 de la mañana de hoy. Buen día para vivirlo como único e irrepetible. No dejéis nunca de escribir tal como lo sentís y más allá… mucho más allá… de los que se otorgan el derecho divino (porque como dioses se creen que son) de cómo se debe escribir según sus normas vejestorias tan cambiantes como las veletas. Buen día amigos y amigas de lecturas, Escribid libres y haced de este día un buen día para vivirlo como único e irrepetible. Por ejemplo escribid y hablad del canto de las cigarras, el sueño de las cigarras, el amor de las cigarras y dejad de seguir la senda de las aburridas hormigas dirigidas por el hormigón armado de las Academias. Sigue Leyendo...

SHIBAM, una descripción imaginaria

Algunos dicen que la legendaria ciudad de Shibam es una ilusión, un espejismo visto por exploradores enloquecidos, una alucinación.
A primera vista, en verdad parece un espejismo, una ciudad de cuento. Sus colores azul y blanco contrastan con el dorado del desierto. La puerta de la ciudad es de bronce bruñido. Por ella no pueden pasar la muerte ni los incendios, las hambrunas ni las desdichas, las enfermedades, el frío penetrante, la angustia ni la locura. La puerta está protegida por el hechizo de un haddah.
El gran mercado de la ciudad está compuesto por una serie de puestos multicolores y pabellones con anchas rayas que se extienden más de un kilómetro a la redonda. En ellos, mercaderes de todo el mundo negocian y conviven con absoluta normalidad. Sigue Leyendo...

Esta noche no se me acaba el alma…

Esta noche no se me acaba el alma, sino que empeñada en seguir soñando no se detiene por nada. Andamos y andamos caminos soñando sobre la almohada. Ese es nuestro Destino. Es cosa de esas albas en donde todos sufrimos alguna que otra mañana. Pero llega después el mundo, con su sol en la explanada donde vamos caminando más allá… más allá de las montañas… y en llegando a la ciudad nos convertimos en calma. Calma. Esta noche no se me acaba el alma.

Mi Mundo

Una mujer de ojos claros y piel morena deambulaba entre callejuelas abandonadas, cuando de un maltrecho callejón, alguien salió de allí como si la estuvieran esperando. Era un muchacho desaliñando por fuera, pero con unos ojos que trasmitían la limpieza de una mirada trasparente y pura que pedía a gritos un segundo de compañía, pero a la joven mujer de ojos claros se le volvieron turbios presa del miedo por no saber las intenciones de aquel alma en solitario. Quiso echar a correr todo lo lejos que sus piernas la llevasen pero su cuerpo no reaccionó y el pánico dejó a sus pies clavados en el suelo. Sigue Leyendo...

UN DEDO EN MI AGUA

Fue un instante, un momento en que una vereda hizo que nuestros destinos se cruzaran, tus anteojos negros disimulaban la orientación de tu mirada pero sé que me viste, lo sé y yo, con un leve temblor en las piernas, apenas te miré, mi parálisis fue intensa.

En segundos pasó por mi memoria toda nuestra historia, momentos apretados como cuando dormimos y el tiempo se tuerce, se hace arbitrario, se distorsiona, en un minuto en nuestros sueños puede transcurrir media vida hasta que un sonido nos despierta y juramos haber estado allí.

Historia de Alison Lilian (Guión Literario de Cine).

Story Line.- Una jovencísima y bellísima periodista llamada Alison Lilian vivirá historias inolvidables cuando elija como compañero de aventuras a uno de los cuatro periodistas masculinos que tratan de acompañarla.

Sinopsis.- Alison Lilian es una soltera bellísima que está trabajando como reportera “freelance” en Tailandia. De pronto la cortejan dos periodistas profesionales: uno del “National Geographic” y otro del “Times”. Tiene que elegir uno de los dos. Mas todo se complica cuando aparece un tercer periodista del periódico “Cerros Verdes”. En esos momentos recibe una llamada de su Director diciéndole que lo deje todo y vaya a Afganistán como corresponsal de guerra y que la compañe el periodista que elija. Sigue Leyendo...

Los trece capullos (Novela Corta – Guión Literario para Cine) Capítulo 2.

Cuenca, 18 de abril de 1939.

Onésimo Ledesma de Rivera y sus doce correligionarios de la Falange Auténtica pro nazi, caminan dando bandazos de un lado para otro, por culpa de su borrachera, por Carretería mientras vocean, derriban todos los cubos de basura que encuentran a su paso y disparan, de vez en cuando, con sus pistolas. al aire para asustar a los pobres conquenses que tienen la desgracia de encontrarse en su paseo.

Los trece capullos (Novela Corta – Guión Literario de Cine).

Cuenca, 18 de abril de 1939.

En el humilde bar del Tío Eulogio, hace ya un buen rato que Onésimo Ledesma de Rivera y sus doce correligionarios están armando bronca mientras que, al fondo, en la penumbra, se encuentra un anciano tomándose una copa de anís para intentar olvidar…

– ¡Pon la radio, Eulogio1 -chilla, con su voz de afeminado histérico, Onésimo.

– Es que prefiero la paz del silencio.

Seré breve

-Sé breve.
-Dicen las malas lenguas, que la cogió de un brazo, la levantó y empezó a abofetearla de manera tan ruin que hasta las paredes del cuarto sintieron ira al verlo.
-Hijo de la gran puta.
-Pues si, hay que ser un desgraciado para propinarle esa paliza y salir de allí como si nada.
-¿Como está ella?
-Pues mal, hace ya semanas de eso, y aun no concilia el sueño. ¿sabes como le ha quedado la cara?
-No me digas que con tan solo veintidós años ya tiene cicatrices en la cara.
-Cicatrices… apenas puede abrir el ojo derecho, le faltan dientes, tiene la nariz torcida y varios cortes en las mejillas. Sigue Leyendo...

4ºD

Le conoció allá por el año mil novecientos noventa y cinco, un mes de noviembre.
A ella le pareció el hombre idóneo para acompañarla en esos momentos de su vida, y confió en él.
Las miradas directas de ese hombre, que le doblaba la edad, le hacian sentir diferente, especial, casi única, Sí.
Le hacían sentir exactamente una princesa.
Quedaron en verse a la semana siguiente, y luego a la siguiente también. Dos veces a la semana, los Lunes y jueves.
El lugar elegido era un piso en el centro de la ciudad, una cuarta planta, un 4 º D.

El niño que escribió a las estrellas… (Reedición)

Buenas noches Luz: !cuánto me gustaría saber si no me habéis olvidado nunca!. Soy yo, el mismo niño que os escribió desde aquella roca del Berninches. ¿Os acordáis de mí?. Habíamos llegado desde Sacedón y desde Auñón. Todos estaban escuchando al viejo toledano Rogelio narrar leyendas del río Tajo y se oía la voz de Dyango (Nostalgia de sentirse enamorado y pensar que otro a su lado pronto pronto le hablará de amor). Yo me subí a la roca arropado con el anorak y con dos mantas para combatir el frío nocturnal mientras mis pies quedaban colgados sobre el vacío… Sigue Leyendo...

No sé quien eres… (A mi esposa)

No sé quien eres. No acierto a dibujar tu rostro en mi memoria. No sé como te llamas, No acierto a grabar tu cuerpo en mis recuerdos. No se dóndes estás. No acierto a ubicarte en ningún sitio exacto. Pero sé qe existes, Y te seguiré siempre porque siempre estás a mi lado dentro de mi corazón.

A las nueve de la Noche

La oficina va a cerrar ya mismo, en la calle hace frío y para colmo falta poco para que empiece la película de terror ,y María del Mar es una enamorada de ese tipo de películas que tanto afectan y condicionan a ese niño tan necesitado de paz y cariño, que llevamos en nuestro interior.

Ella sale de la oficina con prisas, debe llegar antes de que empiece lo que le atrae; paredes mugrientas, fracturas de huesos, asesinatos, amputaciones, hemorragias, gritos, llantos, estados depresivos, y malos tratos.
El ascensor del edificio se avería entre dos pisos, no hay nadie con ella, su garganta traga saliva por la asfixiante situación…
¡Por fin!, el ascensor reanuda la marcha vertical…En dirección a la calle. Sigue Leyendo...

Historia de Alison (Guión Literario de Cine) -1-

La jovencita y bellísima Alison Lilian Teenager se encontraba en su despacho del diario Daily News de Bangkok repasando los últimos datos recogidos para su reportaje periodístico sobre la vida de los elefantes blancos de Tailandia. Alguien tocó en la puerta.

– Adelante.

Era Diana, la hermosa secretaria privada de Boniface Morris.

– Alison, el jefe quiere verte.