Trato de no pensar en tí,
de hacerme creer a mí mismo
que no me haces falta,
que no te necesito,
que puedo ser feliz sin tenerte,
que nada sin tí, es distinto.
Todo esto es nada
para lo que tú te mereces:
la luna, el sol,
el mundo entero a tus pies;
mil poetas que te escriban,
o uno sólo que te quiera
como te quiero yo…
Te nombro y es todo olvido salvo tú,
que te perfilas, tan perfecta
contra el fondo opaco del recuerdo.
Tú, que sólo eres invento mío,
cábala impuesta en lugares y espacios
que recreo para hablarte,
te nombro
y, tan remedo como eres,
me enamoro de nuevo al verte tan viva.
Si morir fuera caer en las espinas
de un rosal en vez de inyectármelo,
moriría con gusto con el recuerdo
de una mirada dulce
con el calor efímero de tu abrazo.
Moriría resignada en la vejez más espantosa
recogiendo apresurada los momentos
que derramaste
(Si entraran en mi bolsillo)
Recordando….
Me absorvió el olor a ceniza que
dejaron los rayos que deajron tus manos.
Me consumió la fragancia de tu piel ausente
ocupando el vacío.
Me apunta la mano colgada en la pared.
La mafia de la culpa me persigue,
y le llueve a la sopa cuando me doy cuenta
que en nuestra mesa sobra un puesto
La cama está confundida:
¿Corderos verstidos de lobos o lobo svestidos de corderos?
Hoy se ha alzado Cupido
a lo alto de la cima
y mi boca se aproxima
a este sueño cumplido
que es tu corazón unido
a mi alma en la encina
donde se han reunido
todos los versos del clima
ardiente que hay en su nido.
He aquí, la noche callada y cálida,
y en la negra nitidez, Selene,
con su resplandeciente tez ilumina,
un camino de plata sobre el mar,
por el transita ebrio mi espíritu
cuando visito mi terruño junto al mar,
luciernaga azulada soy
y pierdo la verguenza y el pudor,
y copulo con la pálida diosa de lo cielos
con el corazón enternecido.
Despierto entonces,
la pluma temblorosa entre mis dedos
balbuciendo una poesía.
El salto, el vértigo,
el paraíso y el infierno perdidos,
el amor y el odio,
el puño que golpea,
los sueños de grandeza
y las palabras que envenenan.
El borde de la locura .
Escucha esta música lejana a tu oido,
en principio sin ningún significado para tí,
escuchala, es el delfín de mi corazón
vagando extraviado por aguas inhóspitas,
el/yo estamos en la búsqueda de tu clave,
escucha nuestro llamado desesperado,
por fin deja los imposibles a un lado,
tente fé y dale alas a tu amor,
Miré una flor abrirse al sol
y era toda una Creación,
a la gaviota sobrevolar el arrecife
y era el dinamismo creador, espiral,
pero adentro mi espíritu era
aquel tigre de piedra milenario
agazapado por siempre entre la maleza
vigilando impasible los astros
mientras la vida,
mutada en sinfin de formas,
carcomía mi piel de mineral.
El viento desmenuzaba el gemido
que me brotaba por los ojos aquel día.
¿Cuántos son los hombre ya caídos?
¿A cuántos le destruyó sus huertas,
el filo, la bala, el gas, la bacteria?
Algún otro poeta ha perdido sus apuntes.
Algún músico su viola,
algún orador su lengua.
La tarde se dibuja entre la arena.
No hace frío, porque nada impide que se sienta
la luz como una caricia.
Las palabras, abandonadas a las olas,
son espuma de verbos.
Permanece la quietud,
significando el aire.
Esta noche es noche callada,
silenciosa, llena de arpegios
y en los cielos brillan las estrellas
llenas de destellos regios…
y pienso en vosotras, pequeñas
que habéis remontado los vuelos
y me llenáis de alegría
con vuestros sueños y anhelos.
Para vivir felizmente sólo es necesaria una condición ineludible: la compañía de otros.
Todos, en ocasiones, nos quejamos de la gente. Las muchedumbres, a algunos, nos aterran. Somos incapaces de acudir a esos recintos cerrados como estadios de fútbol y sentirnos rodeado de decenas de miles de personas hasta el punto de sospechar que el oxígeno circundante será insuficiente para tantos. O esas playas abarrotadas donde parece que la tierra seca se ha agotado y que algunos nos tendremos que reconvertir en la especie acuática que fuimos para refugiarnos bajo el mar todavía despejado.Sigue Leyendo...
Todos los terrícolas deberíamos elegir dos colores preferidos: el azul y otro.
El cielo es azul por la interacción de la luz del sol con la atmósfera. La luz solar se dispersa por las partículas de aire como Newton comprobó mediante un prisma de vidrio, según el fenómeno físico de la refracción. Podemos ver toda la gama de colores, al igual que las gotas de agua producen el arco iris: Desde el violeta y azul, hasta el amarillo y rojo. La desviación es máxima para los rayos de longitud de onda corta (violeta y azul), y mínima para los de longitud de onda larga (rojo y amarillo), que casi no se desvían. La luz violeta y azul son las que más se separan o difunden de la dirección del blanco, por lo que son más visibles en el cielo, llenándolo y tiñéndolo de su color por las continuas difusiones. Sigue Leyendo...
Si a veces piensas que soñando
te conviertes en pétalos de olvido
y te perduran las ausencias del recuerdo
vagando entre sombras y caminos…
si a veces piensas esos sueños
posiblemente te habrás ido…
y llegará el momento del retorno
entre anhelos de soles vespertinos.
Dejádme entre los silencios
que esculpen mis propias sombras
donde el rumor de lo eterno
desgrana leves estrofas
más allá…
más allá de los espejos…
más allá de las esporas
que habitan entre los versos
de meses… de días… de horas
que reverberan reflejos
entre sus rimas sonoras.
Portal Literario Independiente
Uso de cookies
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies