Ahora es un tiempo en el que está el dibujo de la tía con cachos para picardía del artista pequeño de 5 años, hoy es el tiempo en el que existen tantos hermanos a los que dar amor puro y verdadero.
Es el tiempo en el que lo lejano y pasado ya no es más que eso y se puede ver con los ojos de adentro como todas las heridas son curadas.
Lo bueno de estos tiempos es sencillamente que puedo verte en un sueño y puedo demostrarte mi amor sin verte, ni decirte nada, ni tocarte; sino solo mencionándote en mi conversación de soliloquio.
Ya no importa nada cuando todo es perfecto porque el acorde natural te avisa como moverte y lo haces y todo fluye en una energía casi divina…
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Diarios
Josele.
Fue una tarde de verano. El sol nos asfixiaba la respiración. Y entonces fue cuando mi padre y yo decidimos ir a Palomeras para refrescarnos con una buena cerveza. En Molinos de Papel todo era silencio en aquella tarde de siesta castellana. Por el camino andábamos hacia el destino. Mi padre me señalaba los puntos estratégicos de los riscos. Llegamos. Por fin llegamos.
En el único bar de Palomeras, el que tenía siempre la puerta abierta para superar el bochorno de la calor, entramos como dos vencedores del silencio. Habíamos roto la distancia y, juntos los dos, mi padre y yo como siempre, recorrimos la distancia entre el zaguán y la barra de madera desconchada y desportillada. Estábamos ya en esa distancia donde las confidencias se hacen eternas.
Donde las dan las toman.
Conocí la Academia Jorge Juan de Madrid en sus dos versiones: la de Jorge Juan propiamente dicho y la de Caballero de Gracia. La de Jorge Juan propiamente dicha no tuvo ningún significado importante para mí. Yo no estaba entonces dentro del cupo de los aspirantes a oficial de primera ni a oficial de segunda ni a ningún otro tipo de oficial. Así que, sin apenas entender qué hacía yo alli salvo descubrir que Encarnita se había enamorado de verdad y de que la chavala del Edificio de Serrano me defendía a capa y espada, no dije nada. Guardé silencio. Pero no era Luis L. sino Luis D. el amor de la vida de Encarnita y la chavala del Edificio de Serrano me daba un lugar junto al autobús de las imaginaciones. Entre el 42 y Tofts dejé mis huellas sobre las aceras, sin más recuerdos que alguna que otra sensación de que Madrid era mucho más amplio. Así que busqué otros horizontes urbanos…
con lo bonito que es tu nombre…
Dejé en mi ventana las mañanas de un ayer, tosco y frio. Sin importarme cuanto ni cuando, mientras las nubes se llevan el soul. Mi maleta vacía lista para embarcar.
Si me entierras la mirada, ¿como quieres que recuerde el sabor de tu copa de vino?
No. No y punto.
Tal como me llamas a tus brazos, me tropiezo con un torpe rubor. -¿Y ottis? Dejad que suene-
Te pienso regalar el sol, te prometo respetar tu piel, te quitare las ganas de dormir para que sueñes con razón, te haré libre, te brindaré un suspiro por cada mirada sincera. Si tu quieres, te haré vibrar, soy capaz de ser tu elección, de besarte sin boca, de tocarte sin manos..
4.128 supervivientes.
Estoy experimentando una nueva sensación en mi caminar por el mundo variado y variopinto de mi existencia. Me refiero a que, de momento, me he instalado, con todo mi equipaje a cuestas, en la localidad guadalajareña de Yebes-Valdeluz. Y aquí me encuentro formando parte de los 4.128 supervivientes que nos resistimos a claudicar ante la galopante crisis que está atravesando nuestro planeta. ¡Hasta un planetarium tenemos en los alrededores para entreternos en visiones estelares!. Una estela de polvo, sudor y no sé qué más, se ve en los cielos. Es tiempo de reflexionar sobre el futuro de nuestra localidad. Se prevé que para el 2014 lleguemos a ser, a este paso indetenido, 5.005 supervivientes. La supervivencia nos hace ser más más fuertes, más altos y llegamos a lo más lejos que, como se sabe, es el lema oficial de los deportistas olímpicos; a saber “Más Fuerte, Más Alto, Más Lejos”.
Cada día un sintagma.
Nueve de enero de 2013. Cada día, cuando la luz hace su presencia, un sintagma ilumina el porvenir. En los caminos de la existencia humana, los sintagmas de vida recorren, siempre día tras día, este transitar entre luces y sombras. Las luces iluminan el porvenir. Las sombras oscurecen las dudas. Y entre el porvenir y las dudas sólo tenemos dos vías: la vía del dolor o la vía de la felicidad. El dolor es antítesis. La felicidad es tesis. Y cada día escribo un nuevo capítulo de esta tesis que me sitúa en la tesitura de ser quien soy. Al ser debo llamarlo presencia humana. Tesis de Doctorado en este ejercicio de existir.
Abandonado
Y se fué
Otra vez Galicia de mis entrañas
Hola de nuevo amigos voremios, he tenido una serie de percances de los de hospital y por ello no he estado con vosotros, pero ahora me encuentro en Espasante A Coruña las gaviotas graznan a mi alrededor y la mar esta enfurecida, me contó el otro día un aldeano una historìa digna de ser contada.
Resulta que a eso de las doce se fue a acostar y cuando encendió la luz del cuarto vio para su sorpresa que sobresalian dos zapatos con pierna incluida de debajo de su cama, su pavor y sorpresa fueron inmensos, llamo a voces a Valentín su marido.
– Valentin Valentín ven que aquí ay un señor.
Valentín subió raudo las escaleras y cuando vio los dos pies no tardo en tirar de ellos para descubrir que se trataba del vecino que estaba algo mas de la mollera.
Todo quedo entre amigos que ya sabiendo las rarezas del vecino no hicieron mas que mandarlo para su casa con las mil disculpas consavidas de toda la familia, un saludo amigos desde aqui terras galegas que os valla muy bien, besiños
¿Quién era el cerdo?
Años duros del tardofranquismo. Muy cerca de la Transición a la Democracia. Años duros del Banco Hispano Americano de Madrid. Años en que era mejor sonreír o partirse a carcajadas ante los ímprobos esfuerzos de “El Jotaele” por amargarme la existencia cosa que, jamás, lo conseguía. ¿Era o no era “El Jotaele” un cerdo como decía “El Loren”? Yo me limito a saber lo que ví, lo que escuché en directo y lo que me contaron como realidad. “El Jotaele”, paleto ignorante a más no poder (puesto que tenía que contar con los dedos el día en que nos encotrábamos cara a cara para que no me olvides ni tan siquiera un momento), había ascendido, no sé ni cómo ni mucho menos por qué (aunque me lo supongo) de simple ordenanza a despótico jefezucho del Negociado de Transferencias a donde fui yo a parar (en una de mis inolvidables aventuras bancarias) después de salir de la mili.
Cuando me hice dibujante…
Había aprendido, yo entonces, la técnica que Ella empleaba para diseñar dibujos con los que expresar significados, significantes y toda su exhuberante creación de ideas simplemente dibujando líneas y, sobre todo, algunas curvaturas que otras para equilibrar todo el escenario con unas simetrías compuestas de paralelismos, equidistancias cortadas de vez en cuando y, de vez en cuando también, líneas parabólicas que yo introducía para dar mayor profundidad al mensaje.
… Y Elvira entró en casa (corregido).
Pasada la infancia llega siempre la adolescencia y de los sueños con niñas con más o menos trenzas se pasa a la realidad de chavalas con tipología de mujeres. Gimi seguía perdiendo terreno en su hegemonía dictatorial y, aunque seguía mandando en aquello del “hit-parade” de nuestros primeros discos musicales de vinilo, ya comenzaba a declinar su poder. Estábamos en un nuevo barrio y los tres pequeños empezábamos a vislumbrar una nueva existencia de liberación.
Otro de los inventos modernos que minaron y socavaron, ampliamente, grandes parcelas de la prepotencia de Gimi fue la televisión. Él había escrito, en la barandilla de la terraza del tercer piso de Pizarra número 3, ecalera izquierda, lo de “no se puede vivir de ilusiones” pero yo contrarresté su frase (que no era suya por cierto) con lo de “pero sí se puede vivir de esperanzas”.
El Jabato y los ye-yés.
Ya había pasado de moda El Guerrero del Antifaz (recalcitrante represor seudorreligioso), estaba de capa caída Roberto Alcázar (facineroso machista y fascistoide) y se encontraba pasando su apogeo El Capitán Trueno (iniciador de aperturas sexistas) cuando apareció nuestro héroe El Jabato. Hablo de tebeos de infancia, cuando todas las semanas, en medio del marasmo laberíntico del Lenguaje, las Matemáticas, la Aritmética, las Ciencias Naturales y la Formación del Espíritu Nacional franquista, los colegiales corríamos por las calles, emocionadamente ávidos, para adquirir el número correspondiente de aquella serie que tanto excitaba nuestra imaginación. Apareció El Jabato, aquel indómito ibero que, con su inseparable amigo Taurus, hacía estragos -Astérix hispano- entre las filas de los imperialistas romanos. El mismo Jabato que le arrebató Claudia al sanguinario Marco y luego se enroló en cientos de aventuras por selvas africanas, territorios hititas, estepas siberianas, desiertos calcinantes, océanos profundos… para guiarnos, con sus intrépidas hazañas, a los territorios de la mágica liberación.
El PAQUIDERMO
Y ahí…
en el fondo de una caja, envuelto en servilletas de esas de papel que se usan en los bares, estaba escondido.
Lo desenvolví con cuidado y leí la nota: Marian,este pequeño detalle es para tu nueva casa,te traerá suerte
Ah….
pero lo tienes que poner con la trompa mirando hacia la entrada, eh?
besos.
En ese momento, dos lágrimas como dos soles resbalaron por mis mejillas…
Miré a mi alrededor, y nada encontré con más valor que ese paquidermo.
Y una mañana azul me hizo…
Y una mañana azul me hizo saber que volví a sentir… así de sencillo… así de profundo… así de real… lo mismo que de nuevo siento.
Un jardín contigo al lado. Una playa contigo al lado. Un trabajo forzado de administrativo singular contigo al lado. Un autocar hacia Madrid contigo al lado. Una pista de tenis contigo al lado. Un mundo entero siempre contigo al lado y con una canción para los dos, Princesa de mi Sentimiento…
Eres la esposa que Dios, a pesar de esos berracos que se van de la boca con palabras soeces sobre él… y que el alba mañana les pille confesados porque ni son hombres ni nada parecido… la fiel, joven y bellísima mujer de Siempre…
Todo fue por ti.
Último tiempo de los duros 70. Para conseguir alcanzar el título de los campeones aún tengo qe enfrentarme a Caorve. Muchos lo señalaron como “el combate del siglo”. Para mí, a pesar de que estaba en juego el título mundial, sólo fue uno más, solamente uno más, de las docenas y docenas de combates que había tenido que librar quedado imbatido. Las apuestas estaban divididas… pero a mí el mundo de los apostadores y las apostadoras nunca jamás me han interesado y por eso no les hacía ni caso. Solamente entrenaba en silencio. Sólo buscaba el título mundial nada más y Caorve sólo suponía un combate más. Nada más que un combate más o menos difícil pero sin importancia vital definitiva.
Deseo
La sensación de calor me despierta en la madrugada
Sé cada síntoma que acompaña al vértigo
mis labios locos buscan los tuyos
mi nariz rastrea el olor de tu pelo
Las yemas de mis pobres dedos no alcanzan a tocar tu piel, por completo.
………………….. y adoran tocarte……
Me vuelvo egoísta, mi cuerpo no quiero respetar tu descanso
hormiguero continuo en mi vientre y vuelos de mariposas en mis pechos
Madrugada del deseo más insoportable…..
Y entonces regalé colores…
Para salir definitivamente de aquel laberinto cretense en donde los cretinos de siempre me habían querido introducir… era necesario no echarse para atrás sino salir hacia a adelante. Así que tiré a la papelera de los desperdicios mis dos relojes equívocos. ¿Para qué quería yo saber las horas de mis dolores y los minutos de mis decepciones si sólo estaba interesado en los eternos segundos de mi felicidad?.
El “affaire” Somoza.
Todavía seguía considerando a Gimi como mi ídolo de la infancia… pero ya habían sucedido algunas cuestiones que iban alejándome de él. Uno de esos asuntos, no tan grave como matar inocentes gorriones pero que también contribuyó a mi total independencia de él y al desarrollo de mi propia autonomía es el que llamo “affaire” Somoza. ¿Fue justo o fue injusto lo que hicieron Jaime y Gimi con Somoza?. De acuerdo que Somoza era más bajito y no tan atractivo como Gimi pero… ¿por qué tenía que ser siempre el portero suplente de aquel equipo llamado Los Pinos en el cual, gracias a Dios, no llegué a debutar por sólo unos minutos?. Fueron, en realidad, minutos salvadores para mí.
Fiel Estrella.
Era época de los 12 años quizás. Puede que fuesen 11 o quizás fuesen 13 pero digamos que era época de los 12 años más o menos. Es igual. La edad es siempre relativa. Fue un veraneo largo en la casa de Pedro el Olivos de Valverde de Júcar. Yo, por las mañanas, la saludaba y me entretenìa en jugar con ella; después me iba a seguir con mis aventuras, diversas aventuras basadas en realidades y en recuerdos. A la hora de comer ella siempre esaba allí, a mi lado, y comía todo lo que yo le regalaba a manos llenas. Agradecida se quedaba esperándome todo el atardecer, con melancolía, aguardando mi regreso. Yo seguía con mis aventuras basadas en realidades y recuerdos.
EL FUTBOL
El futbol, hoy he tenido que dejar de escuchar a lole y manuel, porque jugaba el Barcelona, como puede ser tan importante un “deporte”, en el que los jugadores ganan mas que media España y siempre para mas inri están lesionados, estoy indignada, pues mi música no estaba tan alta como estoy oyendo ahora mismo el golgolgolgol de la tele y sin embargo ya ves lo que realmente importa es el futbol de los coyons con perdón, estoy mosquateras perdonarme se la vie, esto ya se que no se escribe así, pero que mas me dá con mi humor y las letras saltando porque este ordenador ya necesita jubilarse, como mi marido que se ha jubilado y ahora estaremos mucho más en Espasante, pues eso chavalotes y chavalotas nos tendréis que aguantar, aunque me quitéis el flamenco para ponerme la mierda del futbol, no me hagáis caso besotes.
La Fuente de El Berro.
Domingos de El Berro. Yo recuerdo, desde mi infancia, que el berro es una planta acuática que crece en las fuentes, riachuelos y en las aguas limpias a la orilla de los arroyos, pero también pueden ser cultivados. Es una planta que, según pude descubrir yo, en compañía de mi abuelita Rufina, mide de 10 a 50 centímetros de altura, con tallo suave y muy ramificado. Sus hojas son alargadas, de forma oval y con nervaduras muy marcadas. Vi cómo sus flores, amarillas o blancas, tienen cuatro sépalos, cuatro pétalos, seis estambres y un único pistilo (todo esto lo aprendí en la clase de Don Florencio Lucas Rojo), agrupadas en inflorescencias axilares y terminales, El fruto de los berros es largo y delgado; algo así como éramos nosotros, los nietos de Rufina.
Operación LINA.
De las muchas y muy variadas excursiones que he realizado a lo largo y ancho de España, algunas verdaderamente muy interesantes y de las cuales sólo es una pequeña muestra las recogidas en mis textos titulados “Aventuras Españolas (A-K)” y “Aventuras Españolas (L-Z)” la mejor de todas, con muchísima distancia sobre las demás, es la vivida y vívida que realicé en el año de 1983 junto con mi ya entonces novia Liliana.. Desde la salida de Madrid en autocar hasta nuestro regreso a Madrid en autocar, pasando por la estadía en Cuenca y Molinos de Papel, fue todo inolvidable por cuestiones tan privadas que mejor no las relato con detalles. Me limito a señalar que fue un noviazgo como Dios manda y ordena y dentro de esos mandatos y órdenes no son pecados los besos sino todo lo contrario… porque, cuando se está enamorado de verdad, saben a gloria bendita… luego, por lo tanto, si pertenecen a la gloria de los jóvenes guerreros, no pueden ser pecados ya que si lo fuesen entraríamos en la contradicción de llamar pacado a lo que es gloria.
Ya no se
Confieso mi cansancio de tanto advertirme innecesario cuando la tristeza se apodera de ti.
Confieso que siento mi impotencia y la necesidad de silenciarme ante tu dolor.
Porque?… Por no saber emplear la palabra correcta.
Por quedarme impávido, silente, nervioso, incomodo, cuando más necesitas siquiera un abrazo.
Por eso, confieso que me vuelvo inoficioso por estéril, por inútil cada vez que el dolor se apodera de ti…
Hoy doy cuenta de esta rabia.
Ya no se, si es cobardía….
Quiero gritar, gritarles a todos ustedes, que deseo profundamente abrazarte, recostarte en mi pecho.
Acariciar tus cabellos mientras bebo en tus lágrimas el dolor de tu alma y te hablo de la vida.
Pero lo triste, es que ya no se, sí tu dolor es mayor que mi vergüenza.
Macarrones…
A veces mi madre decidía darnos de comer unos buenos platos de macarrones, aunque muy de tarde en tarde. En los días que había macarrones para comer una sensación de interminables juegos con los indios y vaqueros del Lejano Far West recorría los surcos cerebrales de mi imaginación. Entonces era cuando comenzaba la ardua tarea de entrelazar los macarrones de plástico con intención de elaborar llaveros de dos colores diferentes que podía ser amarillo y azul, verde y naranja, rojo y amarillo, azul y rojo, verde y azul, amarillo y verde, naranja y azul… porque debo aclarar que había dos clases de macarrones: los de comer y los de jugar.
A mi sombra
A una persona especial… Cuestiones del internet
Pareces una payasita de función teatral
que montada en una barra es montaje de entablado
y humillando tus actuares al diario vanal
es actriz, es bailarina de un primer acto tramado.
Es ver una foto normal con todo lo pensado
y hacerla portada de un film cinematográfico
es mi pensar anhelado, reiterado y divagado
plasmado hoy en un imaginado cartel gráfico.
Lolita (Diario)
Lolita se ponía muy contenta cuando me veía aparecer. Era buena y generosa. Se dejaba acariciar, se dejaba abrazar, se dejaba besar y hasta dejaba que yo apoyase mi cabeza sobre su cuerpo. Lolita y yo éramos expertos en husmear los agujeros donde se escondían los viejos topos. Lolita era una fantástica investigadora que hacía que mis fantasías creasen mundos mágicos junto a ella. Jugábamos sin importarnos lo que dijesen los demás. Nos divertíamos, después de haberlos localizado, en echar tierra en sus madrigueras para que no pudiesen escapar. El resto sólo era imaginación mientras mi tío Ángel construía relojes de sol para saber cuándo llegaba la hora de regresar a casa para almorzar. Lolita era propiedad de mi tío Ángel y mi tía Amparo. Tenía un brillante cuerpo de color blanco con manchas marrones. Nunca la olvidé.
Éramos de caballería.
Andrés y yo éramos tan de caballería que hasta entrábamos en el estanco montados a caballo mientras la estanquera se quedaba mirándonos con la boca abierta. Era nuestra forma de rebasar la frontera del quicio de la puerta. Más allá del quicio desquiciábamos a los barrigudos jefes del Banco y a las viejas cotorras de los Negociados con nuestras camisetas “Rolling Skates” (amarillas las mangas, negro el fondo y el patín blanco) que hasta se hacían cruces viendo cómo sí era cierto que cumplimos con la palabra dada (y no como el miedoso de Fernando).
mi pilar
En el reino del mas alla mi angel guardian mira mi alma desorientada,buscaun corazon materno donde ya nunca volvera,feliz sueño en aquella sonrisa me transmitia todo de aquella manera,mi alma se desvanece.Como tu cuerpo en la tierra,tu recuerdo profundo,amor,ternura,respaldo paterno incondicional sin medida,presente en mi subcociente.DAria un instante por parar el tiempo ser un feto y parte de ti en tus entrañas,quedar unidas para siempre.Solo contemplo tu duelo,mi vida cambia por horase instantes,todo como encerrado en un bote frio de cristal en el que agitarias todp y cada cosa esta en un lugar distinto y diferente donte todo esta hay dentro y saliera de forma inesperadamente…