Marta, de niña, era un angelito vestido con ropas del siglo XX. Con una cara muy dulce, unos ojos grandes e inocentes, una sonrisa que nunca se borraba de sus labios. Venía a pasar a mi casa algunos fines de semana y era encantador tenerla con nosotros.
Hoy día, Marta es esposa y madre de dos hijos, de 16 y 20 años respectivamente. Sigue teniendo una cara muy dulce, una sonrisa que traspasa. Ahora parece un ángel vestido con ropas del siglo XXI.
He asistido hace un par de semanas a una conferencia muy interesante que trataba sobre la relación existente entre las enfermedades del cuerpo y los sentimientos y emociones que afectan negativamente al organismo y pueden llegar a producir esas enfermedades. Se viene descartando desde hace años el antiguo concepto dualista en el que el cuerpo era algo totalmente separado de la mente y estudiados por diferentes disciplinas.
Aristóteles (siglo IV a.C.) afirmaba “No hay cambio en la mente y en el alma que no se refleje en el cuerpo). Quevedo, por su parte, decía: “El que quisiera tener salud en el cuerpo, procure tenerla en el alma”.Sigue Leyendo...
Mi ego, mi dragón (como en El Caballero de la Armadura Oxidada) siempre sale cuando menos lo espero. Algunas veces se desmanda. Es mío, es cosa mía, pero sin embargo debe tener algún poder sobre mí. Llevo años intentando domesticarlo para que se convierta en una mascota cariñosa y sumisa, pero no hay manera.
Me alegró que cortaras el silencio. Debí quizá haberlo cortado yo, pero no sabía cómo iba a ser acogida. Debería haber pensado, como en otras ocasiones lo he hecho cuando me he aproximado a alguien sin estar muy segura de la acogida, que ése no era mi problema: que el problema era del que quizá diera la espantada. Que yo tenía que hacer lo que sabía que tenía que hacer y que al final no hice, bien que lo siento. Siempre me ha gustado pensar que he fomentado y fomento la concordia en cualquier ambiente, es una muestra de cómo puede uno equivocarse.Sigue Leyendo...
Si son nuestras voces tan airadas
Que la voz del viento no escuchamos…
Si de nuestros labios las aniñadas
Palabras llegan, hieren, y partimos…
Si olvidamos las consignas dadas
Y por querer dañar las desterramos…
Si, en fin, en nuestras madrugadas
El insomnio nos oculta que herimos,
Más valdría entonces que acalladas
Las voces fueran si no nos acusamos.
José
“Afortunadamente no he tenido por fin que ir al Frente. Van chicos de mi edad, diecisiete años, pero me he librado por enfermedad. Una antigua dolencia de oído, secuela de una enfermedad infantil mal curada, me ha producido una tremenda infección que me ha hecho estar ingresado meses en un hospital.”
Antonio
“Me han asignado la vigilancia nocturna de un colegio de monjas. Me paso la noche dando vueltas por el jardín, con el fusil presto, para evitar que prendan fuego al convento. Paso muchísimo miedo, sobre todo cuando sopla un viento fuerte porque me parece que detrás de cada árbol, de cada arbusto, hay alguien que viene a sorprendernos.”Sigue Leyendo...
“En la decoración interior, ya que no en la arquitectura exterior de sus viviendas, los ingleses tienen la supremacía. Los italianos apenas tienen algún criterio, salvo en lo relativo a mármoles y colores. En Francia, meliora probant, deteriora sequuntur (veo lo mejor, mas sigo lo peor); los franceses son una raza muy inestable para mantener ese talento doméstico, del que no obstante tienen una delicadísima percepción, o al menos el sentido elemental y justo. Los chinos, y, en general, los pueblos orientales, tienen una imaginación ardiente pero mal empleada. Los escoceses son demasiado malos como decoradores. Los holandeses puede que tengan una vaga idea de que no se hace una cortina con retazos (“cabbage” tiene en inglés el doble sentido de col y retal).Sigue Leyendo...
Como cada día amanece más temprano, los pájaros (mirlos, palomas, gorriones) de las zonas ajardinadas que rodean mi casa parece que madrugan cada vez más. Cuando todavía está oscuro se les empieza a oír, piando y revoloteando a sus anchas por los jardines, en lo que imagino son sus llamadas de unos a otros, o quizá contándose sus planes para el día que está comenzando.
Me encantan los pájaros en libertad, no los que están enjaulados. Aunque rezo para que a mis vecinos se les ocurra antes tener pájaros que serpientes, tarántulas o algún otro animalito que pueda escaparse y venir a hacer una visita.Sigue Leyendo...
Este texto lo hice siguiendo directrices de “punto cero a lo vorem”.
Empiezo poniendo el título (que no sé por qué se me ha ocurrido) y no tengo ni idea de cómo voy a seguir. Debe ser algo que llevo en el subconsciente y que quiere ahora salir. Porque nunca me he considerado aprisionada más que exteriormente; en mi interior, por limitadoras que fueran las circunstancias del entorno, siempre he sido mentalmente libre.
Así que una vez dicho esto y con la mente todavía en blanco, estoy tecleando lo que se me ocurre. Espero que el ejercicio de los dedos, que como una vez me dijo la dueña de un restaurante chino es considerado en China como algo muy benéfico y propicia un mejor funcionamiento del cerebro, venga en mi ayuda y me saque del atolladero. En este caso, un atolladero en el que me he metido solita.Sigue Leyendo...
No sé cómo nos las apañamos, pero siempre que salimos a cenar fuera acabamos en uno de esos restaurantes andaluces, fenomenales por otra parte en cuanto a gastonomía, en cuya decoración entra como condición de obligado cumplimiento el tema taurino en forma de cabezas de toro disecadas, fotos de toreros, alternativas, paseíllos, orejas cortadas, vueltas al ruedo, salidas a hombros y saludo a las autoridades.
John Hoyer Updike (18 de marzo 1932 Shillington, Pensilvania) es un importante escritor estadounidense y autor de novelas, relatos cortos, poesías, ensayos y críticas literarias, así como un libro de memorias personales. Es grande su fama como “cronista del adulterio suburbano” (“Un asunto que,” escribió en una ocasión, “si bien yo no lo he agotado, sí me ha agotado a mí”).
Estoy leyendo un libro suyo, “Lo que queda por vivir“, que es un compendio de relatos cortos y que me está gustando mucho. Sensacionalmente traducido por Maria Luisa Balseiro. Cito a continuación un pasaje de uno de esos relatos, “Hermano Cigarra”:Sigue Leyendo...
“Anda, y que te ondulen
con la ‘permanén’,
Y pa suavizarte
Que te den colcrem”
Así era el estribillo del chotis del Pichi de “Las Leandras”, famosa revista compuesta por Francisco Alonso en 1931. El estribillo continúa haciendo alusión a Victoria Kent, abogada y política republicana española.
La “permanén” se refería a la permanente, que al parecer se empezó a practicar desde comienzos del siglo XX. La “colcrem” es en realidad la “cold-cream”, la crema hidratante como hoy se la conoce. Sigue Leyendo...
“El cielo es un lugar donde los policías son británicos, los cocineros españoles, los mecánicos alemanes, los amantes italianos y todo está organizado por los suizos.
El infierno es un lugar donde la policía es alemana, los cocineros británicos, los mecánicos españoles, los amantes suizos y todo está organizado por los italianos.”
Permaneced alegres y en compañía
Y con la luz del día y el aire;
La tumba está ya demasiado llena
De hombres que fueron buenos y valientes
Y murieron por serlo.
He dado un paseo por el parque. Un día espléndido, han replantado el césped en las lomas y los llanos de la parte alta y era maravilloso pasearse por allí. Sobrevolaban el fastuoso césped unas mariposillas blancas que yo siempre he asimilado a buenas noticias por llegar. Los sentidos alerta: la vista captaba el verdor, sin solución de continuidad; el olfato el aroma del césped y de las demás plantas, algunas en floración; la ligera brisa acariciaba el oído con el contrapunto de los surtidores de la fuente monumental cercana.
El estanque lleva cerca de dos años sin agua, por miedo a la gripe aviar. En primaveras anteriores llegaban patos, que permanecían allí alojados haciendo un pequeño alto en su marcha hacia el Norte. Me preocupa pensar dónde pararán ahora, cuando nuestro estanque está vacío. Espero que su instinto les dicte el camino para llegar a los grandes estanques, el del Retiro, el Lago de la Casa de Campo, y allí puedan coger fuerzas para seguir viaje. Espero que sí, patitos míos, espero que lo consigáis.Sigue Leyendo...
¿Dónde queda mi umbral de dolor psíquico? ¿Cuál es el nivel de mi afán de supervivencia? ¿En qué rincón vegetan mis ansias de evolución? ¿Dónde enterrar mis emociones negativas? ¿Dónde desterrar para siempre mis reacciones adversas? ¿Cómo, al tiempo que amo a la humanidad en bloque, amar también a cada uno de sus componentes? ¿Cómo despreocuparme realmente del futuro? ¿Cómo otorgar el perdón a cada afrenta recibida y, sobre todo, cómo perdonarme las mías a los demás? ¿Cómo convencerme de que no siempre he podido prever lo que podía pasar? ¿Cómo convencerme de que casi nunca se podía remediar nada?Sigue Leyendo...
Este poema de San Juan de la Cruz tiene al menos dos niveles de lectura. Por una parte estaría la simple interpretación de un encuentro de una joven con su amado; por otra, San Juan de la Cruz nos estaría relatando una experiencia mística, la de la iniciación que sigue a una serie de experiencias por las que indefectiblemente ha de pasarse: la vía purgativa, la vía iluminativa y la vía unitiva.
Para mí, es comparable este proceso al de la alquimia: cuando el alquimista está centrado en su Obra, que en un primer momento consiste en conseguir convertir el plomo en oro o plata, poco a poco va consiguiendo su propia transformación: después de muchas operaciones fallidas, su dedicación y esfuerzo logran que se presente la “nigredo” (ennegrecimiento de la materia) para que posteriormente se presente el “albor”, que indica que la Obra está realizada.Sigue Leyendo...
En el mismísimo centro del Madrid de pre-guerra, por los alrededores de la Plaza del Carmen y de la calle de la Salud, se paseaba el Chulo de la Onza, un individuo no debía tener más ocupación que esa. El nombre se lo habían puesto porque llevaba una onza de oro colgando de una leontina, una de esas cadenas de las que antiguamente colgaban los relojes de bolsillo y que todos conocemos por el cine.
Eran tiempos de mujeres muy flamencas que por los alrededores de la calle de la Montera iban con su navaja en la liga.
Tengo una amiga. Bueno, tengo algunas amigas y amigos más, pero a la que me refiero es especial. A lo largo de los años he ido conociendo a muchas personas, en su mayor parte en ambiente laboral, que es, a mi modo de ver, una prueba de fuego para cualquier amistad. En ese ambiente la conocí a ella y a su marido.
Esta amiga en particular es sobre todo leal. Me ha dado buena prueba de ello a través de los azares de la vida. Ha estado a mi lado, sin agobiar, en mis peores momentos, se ha enterado, no por curiosidad sino por interés, de mis asuntos, nunca ha intentado convencerme de nada que yo no quisiera ver por mí misma aunque ha expresado su aprobación cuando ha visto que yo era razonable. Ha sentido mis pesares como yo he sentido los suyos. Ha sabido acompañarme, a veces desde la distancia, por teléfono, haciéndome sentir que estaba ahí.Sigue Leyendo...
Acabo de terminar de leer “El libro de Rachel”, de Martin Amis. Me ha llamado especialmente la atención el siguiente pasaje:
“Necesidad de que R. sea testigo de todo lo que hago, que lo experimente, que mire por encima de mi hombro; un deseo de estar permanentemente en presencia de ella (que no es lo mismo que estar con ella); pero la tengo siempre aquí.
Y llegué a darme cuenta de esto debido, en parte, a que yo actuaba como si ella estuviera, en efecto, a mi lado. Si ella hubiera estado en realidad observándome durante esas dos semanas, no tendría nada que ocultar. Únicamente me sentía solo cuando entraba en el baño y cerraba la puerta.”Sigue Leyendo...
Desde aquí quiero dejar el testimonio de mi recuerdo de todos los que fallecieron hace cuatro años, tal día como hoy.
El dolor por ellos no se apaga; siguen presentes en nuestro recuerdo. Ciudadanos que creían vivir en un mundo seguro y que quizá murieron sin enterarse de que no era así.
No todo el mundo sabe que la melodía que hace unos años identificaba la conexión de las cadenas nacionales con Eurovisión fue originalmente compuesta por Charpentier como preludio de una obra suya, el Te Deum.
Marc Antoine Charpentier (Paris, 1634 – 1704), uno de los músicos franceses más importantes del siglo XVII, compuso alrededor de 1692 este Te Deum, probablemente para la iglesia jesuita de San Pablo en la Rue St. Antoine, donde era Maître de Musique y estrenado con motivo de la celebración de algún acto significativo. Mantuvo una rivalidad patente con Lully, que ejercía una abrumadora influencia en la corte, especialmente en el campo de la composición teatral y la operística. Sigue Leyendo...
Esta novela de Oscar Wilde (llevada al menos dos veces al cine) es una comedia de enredos. El título es un juego de palabras que se produce con la idéntica pronunciación de Ernest (Ernesto) con earnest (enérgico). El título puede traducirse igualmente, atendiendo a la fonética, como La importancia de ser enérgico.
La importancia (el tema me lo ha sugerido un comentario de Diesel) de las cosas siempre es muy relativa. Es, salvo en asuntos realmente trascendentales, aquella que uno o unos quieran buenamente atribuirles. La importancia de las personas únicamente es aquella que los demás les quieran conceder; la que uno se atribuye a sí mismo no vale para nada. Hay personas “importantes” en un momento dado que en el siguiente quedan relevadas de toda importancia. Como estoy convencida de que no hay nadie insustituible desde el punto de vista político, ni laboral, ni empresarial, ni industrial, ni en ningún otro, creo que la única importancia verdadera es la que nuestros allegados nos atribuyan, que no deja de estar condicionada por su afecto.Sigue Leyendo...
“Si puedes bromear sobre algo muy importante, has alcanzado la libertad.”
— Maurice Béjart
Yo añadiría que si puedes reirte de tí mismo y de tus circunstancias, has alcanzado la mayor libertad. Y si te ríes, además, de tus meteduras de pata, mejor todavía.
La Leona era una gachí la mar de maja del barrio de Lavapiés. De momento no tenía novio, aunque había un gachó que la encandilaba. Sin embargo, un randa del barrio que estaba achicharrado por sus huesos la perseguía. La Leona, cuyo nombre no le habían puesto en vano en la pila, le respondía dando zarpazos a diestro y siniestro.
Pero él siempre andaba poniéndose moños, no fuera a ser que en una de esas Leona se rindiera, aunque bien es cierto que la temía más que a un nublado. Y mira que la Leona le decía que no le buscase cuestión, que como ella atinara a atizarle bien en cualquier momento no le iba a salvar ni la paz ni la caridad.Sigue Leyendo...
En estos días, en los que al menos por aquí el viento no tiene nada que ver con ese “suave céfiro” (como sabrás, Diesel, Céfiro, hijo de Astreo y de Eos, era el dios del viento del oeste en la mitología griega) de que hablan los poetas desde el Siglo de Oro, me ha entrado curiosidad por saber los nombres de los diferentes y principales vientos.
Valle del Duero: el Regañón
Gerona o Menorca: la Tramontana
Valle del Ebro : el Cierzo
Con motivo de la puesta en marcha, en 2006, del nuevo Circo Price, se ha pretendido dotar nuevamente a Madrid de un circo estable. El nuevo Circo Price está situado en la Ronda de Atocha. No puedo decir si corresponde a la idea que tengo del anterior, porque no he llegado a visitarlo. Al que existía en la Plaza del Rey he ido en infinidad de ocasiones porque mi padre era muy aficionado al circo y siempre sacaba sillas de pista, con lo que estábamos expuestos a algunas calamidades cuando los animales hacían sus números justo delante de nosotros. Lugar entrañable, por tanto, cuya fachada principal era perpendicular a una de las fachadas de la Casa de las Siete Chimeneas.Sigue Leyendo...
Hoy día apenas cosemos. Sólo cuando es por afición al bordado, o cuando se nos cae un botón o si se escapa algún punto de una costura, por ejemplo. Además, han proliferado las casas de arreglo de ropa, a lo que ahora se dedican mujeres que antes eran modistas: al parecer, sacan mucho más dinero así, aparte de que la ropa confeccionada sale más barata que la hecha a medida y presenta la tremenda ventaja de que puedes salir del comercio con ella puesta.
“Cada hecho de la ciencia fue en algún momento maldito. Cada invento fue considerado imposible. Cada descubrimiento supuso un shock nervioso a alguna ortodoxia. Cada innovación artística fue denunciada como fraude y locura.”
La he encontrado por ahí, en Internet.
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