Dentro de poco entramos en la temporada, mientras miramos al cielo y observamos que las frondosas arboledas se llenan de pájaros que cantan más de la cuenta, de la recogida de las picotas… así que voy a picotear recuerdos de última actualidad siempre entendiendo que la actualidad es lo que actualmente me ronda por la cabeza que la tengo para algo más que llevarla sobre los hombros. De esta manera, dejando de pensar en las musarañas por una vez en mi vida, voy a dar unos cuantos picotazos ya que son muy beneficiosos para la salud ya que reducen las ansias, el estrés y hasta el colesterol.
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Diarios
El teatro y yo.
Desde que tengo uso de razón he mantenido una fuerte y firme relación con el teatro. Recuerdo que la primera vez que tuve ocasión de ver representar una obra teatral fue acompañado de mi abuela materna Doña Rufina Sáiz Del Arco. En el Teatro Xúcar, de la ciudad de Cuenca, en la llamada Carretería (que viene a ser como la Calle Mayor de la capital conquense de España) se representaba una famosa zarzuela titulada “Agua, azucarillos y aguardiente”. La zarzuela “Agua, azucarillos y aguardiente” es una de las muestras del género que tienen por escenario la ciudad de Madrid. El libreto fue escrito por Miguel Ramos Carrión y la música la compuso Federico Chueca. Se estrenó en el Teatro Apolo de Madrid el 23 de junio de 1897. Sería aproximadamente por 1959 año más o año menos cuando mi abuela me invitó a ver dicha obra en el ya citado Teatro Xúcar de Cuenca. Ella y yo, a solas, entramos a ver la función y se me quedó grabada en el subconsciente la forma y manera de hacer teatro.
vovlerte a ver
cada año te veo… sin exagerar cada año recuerdo
que te kise tanto… que por ti empeze a escribir,
y que despues casi deje de sentir
Verte de nuevo tan cerca tan maduro
me hace castigarme pues pude estar a tu lado
y mis actos me llevaron a perderte…
Solo te pido una cosa se feliz.. . ama intensamente
vive como kieras… y tu alma llegue al extasis de la
felicidad
Nota para Geivi.
Hola Wersi: No es eso. Lo que pasa es que tengo muchos trabajos y tengo que estar en mil partes al mismo tiempo. Pero sigo con mi Ensayo poco a poco y ahora voy a por una Novela Corta (no sé cuánto de corta ni cuanto de larga). Ya lo irás comprobando. Ya me contarás de cuántos países nos están leyendo. Me parece que alguno de Pakistán seguro que sí… y alguno de Cachemira quizás… o de las Islas Feroces (quiero decir Feroe pero es que los tiempos son tan feroces que o nos los comemos o nos comen ellos a nosotros). Que pases el día con buen humor y aléjate de los humos de la cocina porque contaminan la atmósfera… jejeje…
Libre te quiero pero sí mía.
Estoy solo. Toby ya no está, Miguel sigue buscándose la vida y un amor con que calentarla. Wendy tampoco está. Sólo tengo una pequeña emisora de radio pero no funciona bien y sólo escucho ruídos ininteligibles. NO escucho, en la atmósfera, esta atmósfersa asfixiante, más que ruídos sin sentido alguno y tú te has ido con tus amigas.
Que sufra el dinero…
Pasado, presente y futuro. Primavera, verano, otoño, invierno. Desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre. Año y año bisiesto. De lunes a domingo. Las 24 horas de un día. Sueño o realidad. Antes, ahora y después. Siempre. Mi sabia suegra Lucy tiene un dicho lleno de conocimiento: “Que sufra el dinero pero no la persona”. Y lo mejor que tiene es que lo lleva a la práctica. Y yo siempre le respondo con eso de “Amor con amor se paga”.
Sueño que te estoy viviendo.
Sueño que te estoy viviendo en este oleaje de ondas orladas por los símbolos del arte y un sinfín de figuras femeninas desfilan por mi mente, para barajarte en mis naipes de la Fantasía, y sacar ese comodín que me sirve para saber quien eres. Barajo las horas del anochecer con las cartas siempre marcadas por la Historia y te veo repetida tantas veces que me parece que desde el As de Oros hasta el Rey de Bastos, en todas hay algo de tí, un poco de ti o un mucho de ti. Algo siempre es mucho en mis ya desgastados naipes que voy guardándome en el bolsillo porque tengo ganas de soñar. Ya está. Ya estoy soñando que sales de la baraja, tomas mi mano y señalas el As de Corazones en tu propia baraja. ¿As de Corazones?. ¿As de Oros?. En las dos barajas, tus naipes y los míos son siermpre una misma cosa y una misma causa. Hasta mañana.
Un punto de luz.
Hola, diesel InicioBusca TextosPublicarMis PublicacionesGente & AutoresPerfil
Editar sus detallesNotificacionesMensajesBorradores Un punto de luz (Diario)Publicado en Jul 13, 2010 Un punto de luz ha penetrado en la alcoba y ha rebasado la línea de los despertares. Toby entra despacio… para no declarar su presencia y yo lo acaricio lentamente y muy suave para no despertarla a ella…
– Silencio Toby, no hables, vamos a salir despacio al jardín… no hables… déjala dormir que está soñando…
Toby entiende a la perfección. Se queda en silencio mientras me visto pausadamente. Salimos lentamente al jardín y entonces inicia una rápida carrera hacia los arbustos para mordisquear las ramas.
Con sólo un minuto basta…
Después de tantas aventuras y aventuras y más aventuras y más aventuras y más aventuras… resulta de que aquello de que era imposible conquistarme era totalmente falso. A Ella sólo le bastó un minuto para conseguirlo. Y es que con un poco de pasta basta (Profidén o Gior según sea el gusto consumidor de cada lector o lectora).
Y a mí que nadie me había querido regalar una caricia.
Todo era una oscuridad. Una niebla. Una penumbra. Una ocuridad. Un despedirme del amor sin más remedio que aquella extraña soledad. Una niebla del tiempo. Una penumbra de la vida. Una oscuridad. Sólo una oscuridad y mil silencios de ecos lejanos escondidos entre las horas… entre aquellas horas en que no había más que un vacío y yo dentro de aquella especie de despedida de todos mis sueños.
Sólo al final del túnel vi el lejano y leve resplandor de una luz fugaz; como si una estrella hubiese aparecido para decir que más allá de la niebla, la penumbra y la oscuridad aún estaba la esperanza del último sueño. Un leve resplandor que mantenía su luz encendida para que no me hundiese en el vacío.
De cierto
Como dicen por allí “el poder no corrompe, desenmascara”. El poder del autor sobre su obra, o mejor dicho la tiranía de su escaza memoria sobre la universalidad del lenguaje, me hizo desprenderme de ciertas máscaras ontologicas. Y en respuesta a lo que el buen Diesel apunta sobre las interrogantes existenciales, que ya bien gastadas, siguen dando material para Hollywood primero que nada (es decir, la sifilosofía al servicio del capital porque hasta los sabios -esos hipócritas- comen); me atrevo a desenmascarar otro de esos relatos de marras, que bien valen el ruido de unos bytes más en el sistema vorémico. O tal vez sea porque aquí es el único lugar en el que siento que me lee alguien más.
Sé que es mi castigo
Y me miró, o tropezaron nuestras miradas al tiempo que latian nuestros corazones a flor de piel. Solo respiré el aroma que le rodeaba, solo eso y le dejé marchar.
¿Pues que debia hacer ante un desconocido de pelo negro y ojos castaños?
No volveré a saber de él, en la vida. A menos que corra tras el y le diga ¿que?
Si solo me cruzé con el y me enamoró su aura al igual que sentí lo que el sentia. Pero nadie dijo nada fueron solo miseras sensaciones.
Jugando a pasar el tiempo.
Años de abuelitas sentadas en el bulevar de la calle madrileña Alcalde Sáinz de Baranda y escuchando el serial radiofónico de “Ama Rosa” con niños jugando a pasar el tiempo corriendo en pos de sueños ideales. Los hombres beben en “El Paleto” mientras fuman “Ideales” intentando borrar las miserias de la pasada Guerra Civil. Entre las madejas, las abuelitas continúan su ininterrumpible labor de tejer aquellos gruesos jerseys de lana que servían para combatir las frías heladas que refrescaban el aire.
Radio Madrid y su «cadena de emisoras propias y asociadas» (la SER) emitía diariamente, a las cinco en punto de la tarde, “Ama Rosa”, uno de los seriales radiofónicos españoles más escuchados por la sociedad española de finales de los años cincuenta.
Descripción
Descripción.
Hola amigos y amigas. Mi nombre real es José. Soy0español. Madrileño por los cuatro costados pero nacido circunstancialmente en Badajoz. Joven. Casado co~ española y con dos niñqs también españolas. Mi verdadera patria es un pequeño rincón llamado Universo. Me encanta leer y escririr. Soy de profesión periodista. Me gusta la comunicación social en todas sus áreas. Siento la escritura como una pasió~ voluntaria que ejerce una atrasción similar a la Ley de la Atracción Universal. También me gusta la música (compongo y toco a la guitarra música de cantautor).
Frederick Hopkins School
Una de las grandes virtudes de mi esposa Lina (Liliana de los Ángeles) es la enorme capacidad que tiene para idear proyectos solidarios para con los demás. A veces más de un ataque de nervios me han producido sus maravillosas ideas pero siempre las he apoyado y las seguiré apoyando con mi esfuerzo personal. Todavía tengo fresco en mi memoria el día que me planteó la idea de crear una escuela para niños y niñas con la condición de dar medias becas o becas enteras a quienes no tuviesen suficiente capacidad económica para llevar a sus niños y niñas a los caros colegios de Ecuador. Así fue cómo se fraguó el Frederick Hopkins School.
Conceptos y Analogias
Entre las personas existe el numero, el numero es la representacion conceptual de la armonia, la armonia tiene su mas diafano y contundente manifestacion en la musica. El universo es musica mas alla de nuestra comprension. Nuestros pensamientos, nuestros sentimientos, nuestras ideas, la materia misma y el vaiven de los hechos historicos son como cuerdas del Harpa de Dios.
La belleza de su musica, nos toca y nos guia, si tenemos la paciencia de prestar atencion. Entonces podremos disfrutar de toda su fuerza interpretativa, mientras no caigamos presa del espejo de nuestro pensamiento. El alma es un escucha de la voz de Dios.
la última vez que…
Es la última vez que me enamoro, esta es la última; esta es la última vez que de licor bebo un vaso, esta es la última vez que doy un abrazo; es la última vez que fumo un lark, es la última vez que me pongo mal; es la última.
Es la última vez que me desangro es la última vez que me deshaucio es la última;
es la última vez que me quedo, es la última vez que me voy, es la última que estoy, es la última que soy.
Es la última vez que deseo, es la última vez que me veo en la sombra de tu sombra. Es la última vez que escribo, es la última vez que vivo, al filo de la cornisa, es la última vez que no digo, es la última vez que te pienso y la última vez que digo: es la última vez.
Un tranvía llamado Deseo.
Eran tiempos en que los estudiantes universitarios y sus compañeras las estudiantes universitarias se apiñaban en el tranvía y gozaban de la vida riendo sin parar mientras acudían a las Facultades. Era un tranvía llamado Deseo y yo, algunas tardes, me acercaba a verlo pasar sabiendo que estaba lejos… lejos… muy lejos de mi. Y yo soñaba con los ojos despiertos en aquel tranvía llamado Deseo mientras alguien, desde la cama de al lado, me decía continuamente que jamás lo conseguiría porque él había nacido vencedor y yo sólo un perdedor nada más en esto de la vida. Alguna que otra lágrima se me escurría por dentro pero yo sólo miraba aquella sombra dormida en la cama de al lado y sonreía porque Jesucristo siempre estaba presente.
Tarde de Café
Ella dijo en forma intempestiva
-Quisiera estar ya muerta y en el “cajón”
Sin sorprenderme, la miré a los ojos
-Pero tú eres claustrofóbica- musité
¿Y qué?- suspiró- He dicho muerta, no viva
-Pero tú no sabes, ni yo- dije -que sucede una vez que morimos, tal vez conservamos sensibilidad, o conciencia
Molesta, ella argumenta -¡Entonces ya no estaría muerta!.. Ni viva… ¿Que no es obvio, qué sería entonces?
-Indudablemente un “zombi” -respondí, dando un pequeño sorbo
-¡Que desagradable sería! -dice, y de pronto se ríe
Y yo también me río, pero conmigo misma, ya logré sacarla un poco de sus casillas… y traerla de regreso al mundo de los vivos al menos en lo que degustamos el café
Desde la Plaza.
Desde la Plaza, no la del Diamante de Barcelona, de la que tanto escribió Mercé Rodoreda que hasta la llevaron a la televisión en serie, sino desde la Plaza del Sueño, donde las monedas valen “al contari” (como se dice en catalán) de lo que la gente supone que valen. Suponemos. Siempre estamos suponiendo cosas y nos pasamos media existencia suponiendo y la otra media existencia siempre intentando comprender lo que suponemos. Entre suposición y suposición existe siempre un puente de palabras autónomas. “Sociedólogos” que intentan explicar el por qué la olla gitana equivale a 6 euros y los judiones con chorizo también equivalen a 6 euros. ¿Acaso no comprenden los “sociedólogos” ultramodernos que el gazpacho andaluz es diferente al gazpacho manchego?. En fin; que esta vida nos la intentan complicar con teorías “sociedólogas” de carácter político nada más.
¿Era yo Bermejo?.
De acuerdo. Sí. Mi puesto natural, como futbolista, es desde siempre, hablando del fútbol de once, el del número 8. Pero hay un error garrafal en ciertas creencias ajenas a mi voluntad. Yo no soy Bermejo y ni tan siquiera he jugado en las filas del Atleti. Ni soy Bermejo ni tampoco Luis quien, por cierto, nada sabe de jugar al fútbol (y no me refiero a Luis Aragonés). Al fin y al cabo es verdad que jugué durante un corto tiempo con los colores rojiblancos pero no en vertical (me refiero a la camiseta) sino en horizontal. Estoy dando a entender que he jugado en el Estrella Olímpica de donde pasé rápìdamente al Deportivo Olímpico como ya he contado en otro texto mío. Para mí los colores rojiblancos son como un horizonte para vivir. A veces escribo de símbolos pero no he nacido en Casabermeja, de la provincia de Málaga, pues ni he nacido en la provincia de Málaga ni me he criado en la provincia de Málaga.
De la fuente gorgorita al tren de Arganda.
No me acordaba de nada. No recordaba tan siquiera mi nombre. Sólo una extraña sensación de que estaba todavía vivo. Cuando me di cuenta de ello, la noche cruzaba su camino con mis pensamientos. Y me pilló desprevenido…
– Recuerda… una fuente gorgorita y un pavo real en la copa de un árbol. No recuerdo qué clase de árbol era.
Tuve entonces la sensación de volver a ser un niño recogiendo caramelos que lanzaba el padrino de una boda ajena. Recogiendo descaradamente caramelos. El pavo real seguía, mientras tanto, abriendo su penacho de plumas una vez bajado al suelo…
Hasta siempre Tiana.
Adiós, Tiana. Gracias a Dios que tuve la enorme alegría de conocerte y jugar contigo. Tú, ahora, donde quiera que estés me traes recuerdos inolvidables a mi memoria. Fuiste feliz el poco tiempo de vida que tuviste y eso es lo importante para una perrita tan dulce como tú. Tuve la alegría de poder jugar contigo en largas horas felices y tú, cuando jugabas con mis zapatos, me mirabas por ver si te regañaba pero no… tú sabes que me hacías feliz jugando con mis zapatos. Me mirabas como diciéndome ¡aquí estoy yo! y yo te devolvía las miradas dulcemente y te sentías feliz a mi lado.
Rij versus Rij.
Era palpable, demasiado palpable y hasta evidente, que mientras él sólo la deseaba con ansiedad morbosa y libidinosa, yo la amaba de verdad y con toda nobleza. Así que él me implantó un reto para obtenerla. Su Rij Van Looy (Emilín) contra mi Rij Van Stembergen (José o sea yo). Y así fue cómo surgió nuestro duelo por Ella a través de los ciclistas. Buscando siempre la trampa de la ayuda de sus cómplices, el oscuro Walkowiak (Boni) y el nulo Fantini (Maxi) él, con su Van Looy, intentó arrebatarme su amor planteando su lucha contra mi Van Stembergen. Tenía, pues, yo la obligación de defender “a muerte” a mi Princesa Lina (y conste que Princesa Lina sólo hay una y nada más que una aunque haya otra que quiera aparentar serlo) antes las trampas de Van Looy, el oscuro Walkowiak y el nulo Fantini. Y que hasta cajas de lata de Colacao ponía Emilín como refuerzos para correr a base de brutalidades porque estilo no tenía ninguno
Sólo un niño…
Acróbata del aire con piruetas hacia la Nada. Tragafuegos de la noche. Pasa la mano y algunos le dan unas cuantas monedas… Me lo quedo mirando a los ojos. Son ojos de Silencio como los del duro sílex de la Prehistoria. No me dice nada. Solo mueve la boca pero no dice nada. Se va al rincón de la esquina, junto a la alcantarilla de los deshechos. Toma su bolsa de pegamento y comienza a inhalar hasta que se queda dormido en la ciega Noche. Allí. En el duro asfalto de la calle de Nadie. Es uno más de los habitantes del suelo que con tanta sensibilidad presentó Grekosay hace unos días. Y me hace recordar… tiempos de angustia en las noches de Madrid. Esto, sin embargo es Quito… pero las calles de los desamparados también abundan por acá. Es solo un niño… un Niño De La Calle.
Unos coches llamados Dominó
“La primera torre de Mangana sita en Cuenca (España), era de planta cuadrada, la podemos conocer gracias al pintor Antón Wyngaerde; aunque en el dibujo que nos dejó de ella (1565) no aparecen la cruz y la veleta de hierro que, en 1532, el rejero Esteban Limosín puso en el chapitel que cerraba la torre, y que estaba recubierto de hojalata. Hay constancia de que, a fines del siglo XVI, el arquitecto Juan Andrea Rodi ejecutó unas obras en la torre; pero ni éstas ni otras obras realizadas posteriormente alteraron su fisonomía pues, según podemos observar estudiando la vista que de la ciudad realizó don Juan Llanes y Massa en el siglo XVIII, la torre era igual a la que dos siglos antes dibujara Wyngaerde.
esto sucedió un sabado 12 de febrero…
Hace 3 días en la mañana observé como te ibas y no pude detenerte, se que es lo mejor para los dos y sin embargo no puedo evitar que me duela el corazón de la manera en que lo hace, siento un gran vacío en mi, y me repito una y otra vez que todo estará bien y sin embargo no puedo calmar este dolor y pesar que siento.
Se que es por el bien de ambos, que esto ya no funcionaba, que es mejor decir adios antes de odiarse pero aun asi no puedo evitar sufrir y llorar.
Las lagrimas caen una a una cuando recuerdo el verte marchar y como observé por un largo rato como el rastro de nubes desaparecía.
Altamira
Ya sé que las Cuevas de Altamira fueron descubiertas por Marcelino Sanz de Santuola; pero esto es una Academia de Bachillerato, en la madrileña calle Doce de Octubre, a la vuelta de mi domicilio familiar, en donde no sé qué pinto yo salvo que estoy soñando con Ella. Aquí están todos deseando una Matrícula de Honor de lo que sea, de la materia que sea pues da lo mismo ya que el caso es conseguir una Matrícula de Honor para una rebaja en la matrícula del año que viene… pero yo, desde siempre, de las matrículas de los coches sólo me aprendo las letras porque de los números ni me acuerdo ni deseo acordarme para nada. Soy de Letras infiltrado, en contra de mi voluntad, en las Ciencias. ¿Qué hago yo aquí entre todos estos números algebraicos y soñando siempre conm Ella… con la Lina de mi corazón?.
Doce… (para Liliana “Lina” De los Ángeles)
Sin ti la hora doce es un vacío, un hueco por llenar, un dicionario sin palabras, un sentimiento colgado del árbol de los silencios. Sin ti esta hora pasa lenta… lentamente… mientras sueño con tu sonrisa de niña y de mujer. Pienso en ti, en tus palabras para llenar de contenidos mi alma. Miro el reloj. Tú no estás. Una sensación de nostalgia me inunda de tus recuerdos. Un paseo por Madrid, una risa en un puerto marinero, unas palabras amorosas cruzadas al borde de la carretera, un sinfin de sentimientos que están llenándome el alma cuando no estás. Y es que necesito tu belleza de niña y de mujer para seguir viviendo…
La de los ojos de color cocacola.
La de los ojos de color cocacola me tiene enamorado desde el mismo día en que nació en pleno verano. Cocacola llamó a mi puerta. Abrí y allí estaba su transitivo mirar traspasándome el corazón. Desde aquel momento la veía en todas partes y en todas partes su mirada dulce, de cocacola y caramelo, me trasponía más allá de toda cualquier otra realidad. Un desfile de ilusiones sucedía a otro desfile de ilusiones pero Ella, con sus ojos de color cocacola y su mirada dulce, me había traspasado la razón y me había envuelto con su presencia el corazón en sus pupilas. La de los ojos de color cocacola sonreía siempre mientras yo iba derribando los fantasmas del miedo. Y así fue cómo entró dentro de mi para no salir jamás.