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Relatos

Una vida en el mundo (Novela) Capítulo 14

Epílogo.

Al terminar la sesión, Félix rompe el silencio…

– Bueno, hermanos. Iniciamos la sesión para otorgar el Premio de “Una vida en este mundo”. Dijimos, al principio, que una sola de estas 12 personas va a ser el único ganador del Gran Premio. Hemos visionado 12 verdaderas tragedias. 12 hombres que nos han hecho conocer la angustia, el miedo, la sinrazón del mundo en el que viven. No sabemos de dónde provienen estos 12 hombres pero nos han contado 12 vivencias espeluznantes. Cualquiera de estos 12 hombres puede ser el ganador. No hay duda alguna en que las mujeres brillan por su ausencia; así que dar el Gran Premio a un hombre no es, en nuestro caso, ninguna acción machista. ¿Qué opinas tú, Álex?
– Estoy totalmente de acuerdo contigo. Tenemos que ser totalmente honrados a la hora de dar el veredicto. Ninguna mujer puede quejarse ni presentar reclamación alguna; porque lo que hemos visto ha sido a 12 hombres desesperados. Si no ha habido ninguna mujer presente en el Concurso no es nuestra la culpa. ¿O crees lo contrario Héndrix?
– Yo creo que todos los concursantes son sinceros. Todos ellos se merecen el Gran Premio pero, según las Bases del Concurso, uno solo debe ser el ganador. De haber habido alguna mujer concursando, al menos una de ella, podríamos establecer una controversia entre el machismo o el femenismo… pero no hay lugar para ello… así que entremos ya en la discusión sobre quién debe ser el vencedor según el criterio propio e independiente de cada uno de nosotros.
– Antes de ello, os aclaro una vez más, lo que dije al principio. Nosotros no hemos creado la tragedia. No tenemos ninguna clase de culpabilidad pero tenemos algo mucho más importante que se llama responsabilidad.
– Es cierto, Félix. Los 11 eliminados quizás tengan otra nueva ocasión presentándose a otros Concursos. Nosotros sólo tenemos la obligación de ser responsables al emitir nuestro voto sin ninguna clase de complejo. No tenemos prejuicios contra nadie. Según lo que hemos estado viendo es necesario actuar con conciencia y con claridad de ideas. No podemos presentarnos ante el mundo como si ésto hubiese estado preparado de antemano. Y con esa claridad de ideas y la conciencia bien limpia debemos comenzar ya a elegir al ganador de los ganadores; porque, todos ellos son, bajo mi punto de vista, ganadores. Pero uno sólo debe prevalecer sobre los demás sin quitar mérito a los demás, Félix.
– Insisto, Álex, que tenemos algo tan importante que decidir que no podemos estar lamentándonos de nuestro fallo. No olvidemos que estamos siendo sinceros y que no conocemos a ninguno de estos 12 hombres salvo lo que hemos visto de ellos en los 12 vídeos. Sabíamos, desde el principio, que nos podríamos encontrar ante un caso tan difícil de resolver como el que se nos presenta. Pero o somos imparciales o no valemos para ser jueces.
– Como yo señalé, y dije al principio, habría sido tremendamente fácil si hubiésemos hecho lo que hacen la inmensa mayoría de los jurados de los Grandes Premios Literarios. Haber tenido ya elegido el ganador mucho antes de hacer público el Concurso. Pero nosotros no somos así. De tal manera que nuestras conciencias deben quedar limpias cuando hayamos dado el veredicto final.
– ¿Qué sucede si cada uno de nosotros tiene un favorito diferente, Félix?
– Escucha, Álex. ¡No podemos salir de esta Sala sin haber llegado a un acuerdo por unanimidad! Si no coincidimos todos con el mismo concursante, tendremos que estar horas enteras si es necesario hasta llegar a un consenso pleno.
– Totalmente de acuerdo. La mentira no tiene lugar en “Una vida en este mundo”. Y como lo que debemos presentar al mundo como ganador debe ser la gran verdad a la que lleguemos los tres por unanimidad… si es necesario estar días enteros discutiendo por uno u otro de los concursantes nuestras obligación es estar días enteros si llegamos a esa situación. ¿Empezamos ya con la presentación de cada uno de nuestros elegidos?
– Gracias, Héndrix. Eso es lo que yo quería plantearos y saber si estáis dispuestos a tardar todo el tiempo que sea necesario hasta elegir al mejor de estos 12 hombres.
– Estoy totalmente dispuesto.
– Vale, Álex. ¿Y tú qué decides, Héndrix?
– Yo también estoy totalmente dispuesto.
– Entonces empiezo yo, por ejemplo, a presentar a mi candidato.
– Adelante, Félix. Yo seré el segundo en emitir mi voto según tenemos el orden establecido.
– Está bien, Álex. Para empezar, estaría mintiendo si dijera que no todos los relatos me han llegado hasta el corazón. Me han llegado de tal forma que me han hecho temblar… pero hay uno de ellos que me ha llegado hasta el alma. He podido ver y contemplar las tragedias de 11 hombres mirando sus rostros, sus gestos, su desesperación y su angustia reflejada en esos rostros y gestos. Sin embargo, a uno de esos 12 hombres no le he podido ver en absoluto. Eso de “no veo y nadie me ve” me ha llegado hasta el alma. ¿Comprendéis la enorme tragedia de un hombre que no tiene identidad alguna para poder decir que es un hombre que siente, que sufre, que está en un mundo al cual no pertenece? Efectivamente, yo le doy el voto a GraY. Sigues tú, Álex.
– Tampoco he tenido duda alguna. Todas las tragedias que he visto y oído son hombres que sufren y que nos están gritando que hagamos justicia con todos ellos. Pero estoy de acuerdo con Félix en que Gray es el que más me ha llegado hasta el fondo de mis entrañas. Porque Gray pide una justicia para poder ser visto y expresar todo lo que le trastorna hasta el punto de no querer la libertad sino la Liberación. Por eso mi voto es también para Gray. ¿Y tú que dices, Héndrix?
– Ya nada puedo añadir a lo que habéis dicho vosotros dos. Todas las historias me han dejado sin habla pero ese tal Gray está tan marginado que no puede mostrarnos ni su rostro y, además, ha tenido que falsificar su voz para que nadie le reconozca. Por eso parece una máquina en lugar de un ser humano. Eso de “¡no soy una máquina sino un ser humano que quiere ser un ser humano!” me ha dejado sin palabras. Así que mi voto, sin duda alguna, también es para Gray. ¿Qué decidimos, Félix?
– Cada uno ha elegido al hombre que se presenta con el nombre de Gray sin haber consultado nada entre nosotros. Como los tres estamos de acuerdo, no es necesario discutir ni plantear ninguna duda al respecto. ¡El ganador de “Una vida en este mundo” es Gray! ¡Por unanimidad y sin tener que estar discutiendo para llegar a un consenso! Así lo explicaremos ante el mundo.
– Entonces… abre ya el sobre de la plica y vamos a ver quién es ese tal Gray. Sigue Leyendo...

Una vida en el mundo (Novela) Capítulo 7

Purple

Vieja taberna del barrio viejo. En la pared principal, desnuda de fotos o adornos, un viejo reloj se mantiene, incólume ante el paso del tiempo, con sus manecillas atoradas. Algún día de algún lejano año de han quedado atrapadas en la telaraña de las doce menos veinte del anochecer. Al fondo, en unas pocas mesas y sillas desvencijadas, una pareja compuesta por un joven y una jovencita mezclan besos y vino como un cóctel de la existencia.

-¡Toma… bebe un trago!.

Me aferro desesperadamente a la barra del bar cuando comienzo a ver borrosos los contornos de todo lo que me rodea. Me aferro desesperadamente pero sé que de un momento a otro voy a caer de bruces en la inconsciencia del duro suelo, rodeado de mis propios vómitos y viendo cómo las cucarachas merodean alrededor de mi cuerpo descompuesto. Bebo siempre otra copa más. El alcohol pasa a mi intestino delgado para después ser absorbido por el torrente sanguíneo. Me estoy dando, a mí mismo, una lección de fisiología porque ya no tengo a nadie que me quiera escuchar. Por cada copa que bebo voy perdiendo una amistad. Ahora ya no tengo a nadie… Sigue Leyendo...

Una vida en el mundo (Novela) Capítulo 8

Purple

Vieja taberna del barrio viejo. En la pared principal, desnuda de fotos o adornos, un viejo reloj se mantiene, incólume ante el paso del tiempo, con sus manecillas atoradas. Algún día de algún lejano año de han quedado atrapadas en la telaraña de las doce menos veinte del anochecer. Al fondo, en unas pocas mesas y sillas desvencijadas, una pareja compuesta por un joven y una jovencita mezclan besos y vino como un cóctel de la existencia.

-¡Toma… bebe un trago!.

Me aferro desesperadamente a la barra del bar cuando comienzo a ver borrosos los contornos de todo lo que me rodea. Me aferro desesperadamente pero sé que de un momento a otro voy a caer de bruces en la inconsciencia del duro suelo, rodeado de mis propios vómitos y viendo cómo las cucarachas merodean alrededor de mi cuerpo descompuesto. Bebo siempre otra copa más. El alcohol pasa a mi intestino delgado para después ser absorbido por el torrente sanguíneo. Me estoy dando, a mí mismo, una lección de fisiología porque ya no tengo a nadie que me quiera escuchar. Por cada copa que bebo voy perdiendo una amistad. Ahora ya no tengo a nadie… Sigue Leyendo...

Una vida en el mundo (Novela) Capítulo 9

Siete. Somos siete alrededor de la mesa. Somos siete sentados en el suelo mientras formamos el círculo cerrado de la ceremonia de la confusión. La confusión comienza a penetrar en mis sentidos. De repente, sin saber por qué, me pongo a reír. Miro a los demás y a las demás. Todos y todas reímos sin saber por qué ni para qué reímos. No tengo ni idea de por qué me río… pero todavía me queda un poco de consciencia y puedo observar y distinguir que hay uno que no se ríe, que sólo nos mira y que su mirada es tan compasiva que no nos dice nada. ¿En qué estará pensando el poeta? Lo último que he leído de él me hizo temblar. Lo recuerdo a pesar de que estoy perdiendo la memoria mientras le veía caminar por la playa junto a la orilla del mar mirando hacia el horizonte… Sigue Leyendo...

Una vida en el mundo (Novela) Capítulo 10

Black

– ¿A dónde vas tú, negro? ¿Qué hace un negro como tú en un lugar como éste?
– Soy un ciudadano pacífico y tengo derecho a bailar.
– ¡Los negros no pueden bailar en esta discoteca!

Me entran ganas de lanzarle un puñetazo en la boca pero prefiero dialogar con este mamarracho. Creo que los negros tenemos también la capacidad de dialogar y se lo voy a demostrar.

– Escucha bien, compañero, comprendo que tengas envidia…
– ¡Qué estás diciendo, negro! ¿Yo tengo envidia de ti?
– Sí. Tienes envidia de mí pero quiero hacerte comprender. La envidia es consecuencia de dos procesos psicológicos: el deseo y la comparación. El envidioso es un enfermo mental que no consigue nunca mantener el equilibrio emocional. Debes ser consciente de que eres un enfermo mental. Sigue Leyendo...

Pequeña fortuna

Los primeros sonámbulos pasean por la Puerta del Sol mientras el oso, sempiterno aspirante a trepar el madroño, parece estar mirando a las lucientes agujas del reloj de la torre que están señalando el destino de los hombres. Él sigue con la gafas oscuras puestas.

– ¿Cuánto pides?
– Quinientos…
– ¿Quinientos euros?
– Quinientos euros más la voluntad si es posible.
– ¿Por qué no hablamos en algún otro lugar? Aquí hay demasiado público para poder ajustar las cuentas.
– ¿Qué te parece si vamos a la terraza del Colby?
– ¿El bar de Fuencarral, 52?
– ¿Te molesta?
– No. Para nada. Puede ser allí mismo. Sigue Leyendo...

He decidido alojarte aquí

He decidido alojarte aquí

Para que andes por todas partes organizando o alterando todas las cosas

Para que hagas los trabajos difíciles poco a
poco y que disfrutemos juntos tu estancia

Tienes libertad en todos los sentidos y en todas
direcciones, puedes recostarte y quedarte dormida sin
hacer nada,

Voy a darte todo este espacio, allí vas a construir tu mundo
junto al mío y vas encargarte de elegir el sitio correcto
para las fotografías

Puedes vivir aquí el tiempo que desees, y compartir conmigo todo lo que quieras
Y ser en la medida que tu elijas la persona que quieras Sigue Leyendo...

Una vieja deuda (Novela del Oeste) -1-

– Escuche bien, señor juez… ¡es urgente y necesario que esa indeseable señorita abandone para siempre Laredo!
– ¿A qué señorita indeseable se está usted refiriendo, señora Morgan?
– ¡No disimule como disimulan todos los demás! ¡¡Usted el el juez de Laredo y tiene que ser siempre un ejemplo para todos los demás!! ¡¡¡Sabe muy bien que me estoy refiriendo a Mercedes Bank!!!
– No se irrite tanto, señora Morgan, porque veo que está usted al borde de un síncope cadíaco…

La señora Morgan sacó un frasco aromático y lo olió profundamente. Sigue Leyendo...

Una vida en el mundo (Novela) Capítulo 7

Purple

Vieja taberna del barrio viejo. En la pared principal, desnuda de fotos o adornos, un viejo reloj se mantiene, incólume ante el paso del tiempo, con sus manecillas atoradas. Algún día de algún lejano año de han quedado atrapadas en la telaraña de las doce menos veinte del anochecer. Al fondo, en unas pocas mesas y sillas desvencijadas, una pareja compuesta por un joven y una jovencita mezclan besos y vino como un cóctel de la existencia.

-¡Toma… bebe un trago!.

Me aferro desesperadamente a la barra del bar cuando comienzo a ver borrosos los contornos de todo lo que me rodea. Me aferro desesperadamente pero sé que de un momento a otro voy a caer de bruces en la inconsciencia del duro suelo, rodeado de mis propios vómitos y viendo cómo las cucarachas merodean alrededor de mi cuerpo descompuesto. Bebo siempre otra copa más. El alcohol pasa a mi intestino delgado para después ser absorbido por el torrente sanguíneo. Me estoy dando, a mí mismo, una lección de fisiología porque ya no tengo a nadie que me quiera escuchar. Por cada copa que bebo voy perdiendo una amistad. Ahora ya no tengo a nadie… Sigue Leyendo...

Casi cada tarde

Casi cada tarde, sobre la mesa una botella, allí el vino y vasos para sus pocos amigos, medio llena o medio vacía, que a fin o a principio de cuentas, resulta, más o menos, ser lo mismo.

Su rostro corporal, está ya muy anciano y colorado y ácido, pero él sigue fumando y fumando su cigarro envuelto en sospechoso humo, uno tras otro, suma y sigue.
Su rostro, pétreo, en el fondo sonrojado, diezmado.
En su rostro la soberbia recogida por el reivindicativo ayer de este homo osado, y de temperamento impaciente y suspicaz mecha, de salud muy delicada andaba el hombre de voz soberbia, crecida voz. Sigue Leyendo...

Una vida en este mundo -1- (Novela y Guión Cine).

Introducción.

En la Sala de Proyecciones se encuentran los tres hombres maduros mientras escuchan, en completo silencio, la canción.

– Escucha hermano la canción de la alegría, el canto alegre del que espera un nuevo día. Ven. Canta. Sueña cantando. Vive soñando el nuevo sol, en que los hombres volverán a ser hermanos. Ven. Canta. Sueña cantando. Vive soñando el nuevo sol, en que los hombres volverán a ser hermanos. Si en tu camino sólo existe la tristeza y el llanto amargo de la soledad completa. Ven. Canta. Sueña cantando. Vive soñando el nuevo sol, en que los hombres volveránn a ser hermanos. Si es que no encuentras la alegria en esta tierra, búscala hermano más hallá de las estrellas. Ven. Canta. Sueña cantando. Vive soñando el nuevo sol, en que los hombres volverán a ser hermanos. Sigue Leyendo...

ausencia

…Tanta soledad, eterna ingratitud, dolor en el cuerpo y el alma, sufrimiento indeleble, extraña lejanía, risa perdida y agonía vital, cristalina lagrima, profunda ironía, calmada voz arrebatada del dolor, invierno en las pupilas, intento de olvido en las entrañas, refugio áureo oscura solución fallida…

Lilas del atardecer.

En este atardecer de sol y lluvia de sueños, se derraman las lilas del viento por el mundo ligero de las mariposas que, dejando a las rosas, buscan su dulce encuentro con ellas… con las lilas de este atardecer que, de tan caliente que existe, es la fuente donde bebo la luz de mis versos. Una flor. Sólo una de ellas es la mejor. Y yo, presto, me presto a suavizarla con el tacto de mis dedos y escribo… escribo en la memoria del tiempo un soneto:

En este atardecer de lilas ardientes
eres eterno movimiento
de versos,de rimas, de sentimiento
subiendo todas las pendientes. Sigue Leyendo...

Cualquier cosa: La vida

Quiero escribir algo pero como hacerlo
hacer una frase sentida y algo comenzó
es como expresar algo con pintura
una superficie plana y una idea
No quiero siquiera que me comprendan
si ni yo mismo a veces logro entenderme.

Pero sí, llevo tantas cosas dentro
para sacarlas sin saber que se dirá
he empezado con versos de ojos y labios
y con idealismos de un cuerpo de mujer
Textos de miradas, almas que me quieran
líneas con labial, sombra y blush.

Ellas

Era tan tarde que la noche parecía mezclarse con el infierno. En su habitación rugían los fantasmas. Nada más despertarse cayó en la cuenta de que debía llevar mucho tiempo tiritando. No era porque tuviera frío, en realidad estaba sudando.

Era tan posible que “lo de siempre” volviera, para devorarla, que permanecía sobre ella un escudo muy pesado que le tapaba los ojos. Se levantó de un golpe y se puso a dar vueltas por la casa. Estaba acostumbrada a la ansiedad, pero esa noche notaba que había algo más y estaba asustada. “No tienes nada que hacer”, escuchaba. Sigue Leyendo...

Quijano versus Sancho y viceversa (Teatrillo Virtual)

Quijano.- ¡Escucha bien, Sancho amigo, grandes músicas se escuchan hoy en día, vive Dios, aunque no las entendiere ningún caballero que se preciara de serlo!

Sancho.- ¡Decis bien, mi señor caballero! ¡Jamás oí yo tales jerigonzas, que hasta los sesos se me aprietan al querer entendellas!

Quijano.- ¡Se debe decir entenderlas y no entendellas, Sancho, pues no es menester ser tan antiguo!

Sancho.- ¡Antiguo o menos antiguo mis sesos se me aprietan al escucharlas!

mi suerte

Sí pudiera contar lo que siento en esta noche regalada por mi suerte, diría que no entiendo nada, que cada vez suelto más equipaje y nada quiero o nada sirve.
Por momentos se escapa la mirada hacia detrás y hacia delante pero al final me doy cuenta que tan solo esto es lo real.
He pedido que me quieran, que me cuiden, que no me dejaran crecer, que mis manos no sabían arar la tierra, no sabían sostener el agua. Y ahora me veo en éste árido campo plantando semillas y cruzando los dedos ante el so.

No hay quien me escuche, tampoco hablo yo, pero Dios me conoce y espera paciente por mi. Sigue Leyendo...

hace un año ..

“Quiero recordar esta noche, momentos que no volverán, y hacer de este humilde poema triste, una oración, una oración que tenga tanto amor , como el que yo te di alguna vez, tanto amor que no puedo explicar porque ya no estas aqui, junto a mi, como ayer en mis brazos , mirando el cielo, en la oscuridad, y aquí estoy recordando tu amor… “
Esa canción Me acaba de destrozar el corazón y acabó con mis cuerdas vocales e impulsó a mis dedos a escribir, y siempre escribo cosas tristes, siempre reclamo tu amor ausente, siempre reprocho la realidad, hoy ya hace un año de mi partida y siento el mismo desgarro en el pecho, dirás? Que haces allá? Diré yo: y tu que haces ahí? Pero eso no cambia la realidad de un sentimiento, y creo que jamás lo hará en mi. Sigue Leyendo...

Apareces.

Apareces en la distancia, y preguntas, como estas?.
Respondo: como crees?.
Alimentando con tu ausencia a mis lagrimas.
A veces, en momentos que tu ausencia parece vencerla; en defensa legitima , termino asesinando tu ausencia. Habrá un fiscal que me acuse por ello?
Me has convertido en un guerrero.
Hace tiempo, ando en constante pelea con mis lagrimas y en combate con tu ausencia. Lo sabes.

Metafísica

Ignoro le dimensión de lo que estamos hablando, ignoro el significado, el símbolo de nuestra conversación, en esta tarde, en la que no podemos salir a pasear; pero estoy viendo a tu gato, ahí, en esa silla, sentado, agachado, quieto, sin movimiento alguno parece una estatua con pelaje suave al tacto; los ojos se le van cerrando, se le van abriendo, con cierta parsimonia su orejas giran buscando diminutos sonidos en el espacio tiempo…
No sé, pero parece que nuestra conversación no le interesa, quizá le aburra, se le cierran los ojos. Sigue Leyendo...

Pues yo te llevo las pilas

– ¿Y tú qué acabarás haciendo?
+ Pues aún ni idea, pero si saco nota me meto en traducción e interpretación
– Pues yo al final acabaré recorriendo el mundo en caravana
+Y yo detrás tuya, en bici… ¡Traduciendo!
– Jajajajaja, estás fatal
+ Si, si; y niño y niña, procreamos y listo
– ¡Si vamos!
+ Que si mujer
– ¿Y tal idea?

Frio

Casi muerta la piel, la mirada perdida en el techo y con restos de algunos besos perdidos por la nuca. Respira despacio y detiene el tiempo al pensar. Apenas reconoce su cuerpo, aunque sigue siendo el mismo, pero distinto. Nota como esa mano recorre su abdomen y se siente así mas vacía aun. Sin dejar de mirar al techo acaricia, sin saber bien por que, el brazo que la rodea. Le oye hablar pero no le escucha. Esta demasiado ocupada en recolocar todos los trozos de su ser en su sitio.

Ahí esta, en la cama de algún hombre que quiso jugar a quererla de forma hipócrita y pasajera. Pero es que es ahí donde quiso estar. No te arrepientas ahora, continua lo que has empezado, frivolìzate. Recuerda las razones que te
argumentaste para llegar hasta ahí. Sigue Leyendo...

Cale amargo

El copropietario del albergue, una pequeña empresa familiar de ámbito rural, había estado desde temprano faenando y ayudando en la casa de huéspedes, y como ya se había hecho la hora prevista, bajaba al comedor, a desayunar antes de hacer de guía para sus clientes, en una caminata, actividad de la casa; una ruta por el territorio.
Su compañera y también propietaria, esperaba, sola, en la entrada del albergue, ultimando detalles logísticos del trayecto, repasaba la ruta sobre un mapa cartográfico apoyado en un banco de piedra a escasos metros de la entrada, donde aún había sombra.
Faltaban escasos minutos para salir, y clima era propicio. Sigue Leyendo...

Apocalipsis SOS.

– ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universo!!! ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universo!!! ¡¡¡Planeta Tierra llamando a Sistema Universo!!! ¿Hay alguien que nos pueda salvar?
– -¡Es inútil, coronel Gordinsky, es inútil! ¡¡Allá afuera no existe nada!!
– ¡Mantenga la calma, comandante Bakunov! ¿Qué noticias tenemos del Kremlin?
– El último dato que he recibido es que la temperatura ha superado ya los 50 grados sobre cero y que se han registrado, al menos, un millón de muertos.
– ¿Qué prevén para las próximas horas? Sigue Leyendo...

Niña

Que manos tan suaves tienes, tan pequeñas, tan frágiles y que mirada tan limpia, tan sincera, tan de verdad. Y mientras tu ríes yo callo para admirar tu pequeño cuerpo sentado sobre mis piernas, y mientras tu te agitas yo sostengo una vida entre mis brazos.

Pensar en ti es abrir un baúl de memorias, de emociones, de sentimientos ocultos. Pensar en ti es volver a vivir cuando te sientes muerto.

Pero ahora no hace falta recordarte pues mi alma viajó al ayer para reencontrarse con el pasado, para olvidar que un día dejé de ser de niña y asumí un papel que jamás me perteneció. Sigue Leyendo...

vorem.com

Cafetería de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid…

Carmen Vergara Ordóñez está dispuesta a tomarse un suculento desayuno y, concentrada en sus propios pensamientos, no se apercibe de la llegada del Decano hasta que éste le toca ligeramente en el hombro izquierdo.

– ¡Perdone, señorita Vergara!
– ¡Jesús! ¡La próxima vez preséntese usted de una manera más ruidosa porque me ha dado un susto que casi me caigo de espaldas!

28.

28 años de edad. 28 minutos antes él ya estaba esperando la cita. 28 latidos por minuto controlando el tiempo. 28 veces pensó. 28 palabras escribió sobre una servilleta de papel: “Si llegas hoy a entrar en mi corazón será que vale la pena haberte esperado tanto tiempo durante tantos minutos de ilusión para darte un saludo de bienvenida”. 28 veces releyó el texto. 28 ocasiones tuvo para abandonar. 28 veces siguió esperando. 28 decepciones al ver que otro ocupaba su lugar. 28 esperanzas rotas. 28 veces volvió a escribir en otra servilleta de papel: “Te vas porque tú quieres que me vaya y me voy más allá de ti siguiendo las estelas del Destino para suplir tu ausencia por un verdadero amor”. 28 lágrimas corriendo por su rostro. 28 sueños se perdieron en el atardecer. 28 esperanzas nuevas surgieron dentro de su corazón. 28 horas después ya lo había olvidado todo y estaba jugando al fútbol dirigiendo, como siempre, a sus compañeros. Sigue Leyendo...

Ángeles

Ángeles, decidme si en la oración está el llanto, si por llorar subiré más alto al cielo.

Ángeles, si por miedo me detengo, si por rabia no soy capaz o si por amor hiero, decidme aquello a lo que mi alma sepa responder pero no me condenéis con el silencio más absoluto del alma.

Ángeles, seríais hombre, mujer, niño, pájaro, flor…pero ¿ahora que sois? ¿Sois la luz de la esperanza?

A mi Abuela

Te veo en una cama,acostada sin brillo ya en tus ojos
mirada triste,manos temblorosas,recuerdos borrados de una dolorosa vida
platos rotos,cama ajena y dolor en tu pecho
aroma a algo desconocido,sonda que molesta
y en ésos delirios me miras,sonríes y saludas
a veces,sólo a veces te animas a mirar,pero no a ver
tras la puerta te miraba,asustada con dolor en el pecho
tres minutos después decidí tomar tu mano
y noté que tú estabas más asustada que nadie
y que mi dolor era sólo tuyo
recostada pareces una simple niña que espera el regreso de sus padres
Ya ni te reconozco,la demencia senil está en mí… Sigue Leyendo...